Ciertamente, estamos ante un periodo en la industria de los videojuegos muy prolífico en cuanto a títulos multijugador totalmente gratuitos en un inicio pero que requieren la compra de objetos, armamento o vestuario una vez se va jugando para poder avanzar con igualdad de condiciones que el resto de jugadores sin invertir masivas cantidades de tiempo. Esto es lo que conocemos como "compras in-game" y en Reino Unido la preocupación es tal que han hecho una encuesta a miles de padres para comprobar si sienten miedo sobre lo que puedan hacer sus hijos con este tipo de prácticas.
Aunque podéis acceder al estudio desde Segment Netx, lo cierto es que el resumen del mismo asusta: la preocupación por el dinero que pueden llegar a gastar los más pequeños en títulos como FIFA 19 o Fortnite está aumentando debido a que podrían causar problemas económicos en muchas casas británicas que cuentan con unos ingresos medios. El estudio va más allá y considera que ya se están produciendo este tipo de problemas que también afectarían a la relación entre padres e hijos.
El 39% de los padres con hijos entre 5 y 15 años se siente presionado por la parte de sus progenitores para gastar dinero en estos videojuegos; el 17% de los niños de 12 a 15 años reconoce, en el mismo estudio, que han comprado de vez en cuando "objetos con dinero real" sin querer, algo que obliga a preguntarse si comprar accidentalmente cuando se requiere tarjeta de crédito es realmente "accidental". Estas cifras han aumentado desde el 2017 más de un 16%.
CONTENIDO RELACIONADO
La versión next gen de Fallout 4 ya se encuentra entre nosotros y te enseño para que puedas tenerla de manera muy sencilla
Ibai ha dado la fecha en su stream y reitera que Bad Bunny no particapará
El próximo gran exclusivo de PlayStation traerá consigo varios contenidos que no estaban planeados originalmente para su lanzamiento
Epic Games ha lanzado de forma sorpresiva otro crossover más con la famosa marca de ropa
Estamos ante una de esas recreaciones que no sé si son adorables o dan miedo
Desde dinosaurios hasta conejos de peluche, Call of Duty se ha convertido en una broma de mal gusto