No, no estás a punto de ver un documental sobre sexología de personas que nunca han practicado el onanismo. El año en que empecé a masturbarme es una película de Netflix que ha llegado al catálogo de la plataforma de streaming durante los últimos días y que está consiguiendo muy buenos números. Una comedia dramática sueca protagonizada por Katia Winter y Jesper Zuschlag, dirigida Erika Wasserman y toda una sorpresa. ¿Cuáles son las razones para ver El año en que empecé a masturbarme en Netflix?
Hanna es una mujer ambiciosa que quiere tener otro hijo antes de que sea demasiado tarde y ya no pueda gestarlo. El problema es que su novio rompe con ella de forma inesperada y su mundo se derrumba por completo. Hanna empieza a darse cuenta de que podría estar persiguiendo las cosas equivocadas en la vida, por lo que se replantea todo.
La respuesta corta es: sí. La respuesta larga: El año en que empecé a masturbarme no tiene nada de provocador, pero sí que sorprende en algunos momentos por intentar trasladar una historia al espectador con la que todos podemos sentirnos representados en algún momento. Es la magia del cine, conseguir que tu audiencia se vea reflejada en sus personajes. Y al final, lo que le ocurre a la protagonista es que sufre una crisis a los 40 que puede desestabilizarla emocionalmente.
Sin embargo, lo interesante radica en los giros y en las decisiones que toma el personaje de Hanna para descubrirse a sí misma y darse cuenta de que sus deseos anteriores, no fueron más que infundados. Al haberse quedado sin pareja, debe aprender a lidiar con ello, y no hay mejor forma que reencontrarse consigo misma. De ahí que muchos terminen describiendo El año en que empecé a masturbarme como una película sobre la crisis de los 40.
¿Y tiene algo que ver la 'masturbación' con la película? Más allá del título, se puede extraer una correlación: en esta comedia romántica con tintes dramáticos, el mayor 'placer' de Hanna es ser ella, descubrir quién es en realidad y quién ha intentado ser durante todos estos años para darle la espalda a esa versión de ella que no le gusta. Es decir, no es una película erótica, por supuesto; es simplemente una película más, de las muchas similares que han llegado a Netflix, pero con un punto de vista feminista muy interesante.
Si quieres ver El año en que empecé a masturbarme en Netflix, puedes seguir este enlace a la plataforma de streaming, aplicación en la que ya está disponible para todos sus suscriptores.
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