"Blackwood" es lo último de Rodrigo Cortés, una película de terror juvenil que, a pesar de sus intenciones, no ha logrado atrapar a los espectadores en España. Aunque ha contado con una factura muy conseguida y un reparto conocido (Uma Thurman y AnnaSophia Robb son las dos caras principales del reparto), la taquilla está siendo muy baja y, de no ser por el mercado internacional, podríamos estar ante un fracaso estrepitoso.
En su segundo fin de semana ha descendido un 64% respecto al de estreno para sumar 90.000 euros hasta un total de 610.000 euros y poco más de 100.000 espectadores. Si estuviéramos ante una película de corte independiente, serían cifras positivas, pero ni su distribuidora, ni su estreno en cines (con 230 copias en circulación), han sido modestos, por lo que tendrá difícil incluso recuperar su gasto en publicidad y marketing.
Habrá que esperar, como hemos apuntado, a su estreno en otros países, porque esta coproducción entre España y Estados Unidos en nuestro país no ha destacado y tiene su objetivo final en unos 800.000 euros. Quizás la saturación del género y el ser una producción que puede recordarnos a otras cintas de terror pueden ser los dos motivos principales de este descalabro.
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