Continúa la polémica en torno a "Bocadillo", el peligroso experimento audiovisual del youtuber Wismichu que tuvo lugar hace unos días durante el pasado Festival de Sitges. Que en un certamen con este prestigio se haya "colado" una producción fallida como esta, aún con finalidad benéfica, es algo que ha descolocado a parte de la crítica audiovisual española y a numerosos espectadores que pagaron hasta 11 euros para ver la proyección de la película de su youtuber favorito. Por ello, hoy ha salido a pedir perdón Ángel Sala, director del Festival de Sitges.
"Sé que hay gente a la que no le gustó y me disculpo con los que se hayan sentido ofendidos, pero también quiero denunciar la actitud de ciertos voceros impresentables que han insultado a miembros de mi equipo, que son profesionales impecables", comienza explicando el directivo, a la vez que añade que Wismichu presentó su proyecto por parecerles "una idea interesante" aunque al final no haya gustado. Es por ello que aclaran que desde la organización se sabía qué se emitía y por ello no hubo confusión a la hora de explicar el acto: "el festival ha querido abrir un puente con los youtubers y ser receptivo con las nuevas ideas".
Recordamos que estas nuevas personalidades como son los youtubers también son creadores de contenido audiovisual, por lo que no es de extrañar la confianza depositada en Wismichu. Además, estas palabras vienen a clarificar que desde la organización no se esperaba semejante revuelo pese a conocer cómo iba a ser el acto y el proyecto.
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