MercurySteam ha decidido lanzarse de lleno a por un nuevo reto. La compañía que nos ofreció grandes juegos como Blade: Edge of Darkness o Clive Barker’s Jericho han decidido lanzarse de lleno al carro del juego online. Con una apuesta con la que esperan dejar satisfechos a sus clientes, el estudio ha desarrollado Raiders of the Broken Planet, con el que esperan revolucionar el mercado de los juegos online, lo cual ya de por sí es una apuesta que suena a auténtico reto.
En este texto, pasaremos a observar qué ofrece el título en su prólogo —gratuito, huelga decir— y su campaña “Mitos Alien”.
La primera sensación que da cuando un jugador observa la premisa de Raiders of the Broken Planet, pasa por creer que está metido en un universo donde se mezcla un toque de Star Wars en su ambientación fusionado con aquello que transmiten sagas como Borderlands o, lo que resulta un poco más evidente, Destiny.
No es algo negativo tomar un poco de carisma de dos títulos que han sabido entretener y divertir a tantos jugadores, de hecho, es algo que está bien logrado siempre que se sepa manejar ese parecido con premura. Esto es algo que logra bastante bien Raiders of the Broken Planet que, aunque por un lado esa primera impresión nos ayude soberanamente a prejuzgar, nos damos cuenta de que la apuesta del título pasa por algo totalmente distinto a las dos sagas nombradas.
Si nos fijamos en su historia, por poner un ejemplo, Raiders of the Broken Planet apuesta por enseñarnos todos los entresijos que esconde el universo del juego. Asumiendo el papel de un grupo de mercenarios llamado Raiders, deberemos salvar nuestro planeta de una devastadora extinción. Si bien se nos prometió un guion que resultaría interesante, no he encontrado un ápice de interés en una historia que está plagada de clichés, pero donde algún que otro protagonista tiene su personalidad a prueba de balas. ¿Es algo que importe? Si lo miramos desde el punto de vista objetivo podremos contestar que no; en esta obra lo que importa es la jugabilidad y la ejecución de la misma. La historia es simplemente una excusa más que, aunque esté un poco más trabajada, no deja de causar poco o casi nimio interés salvo en casos específicos de algunos jugadores.
Si nos centramos en el aspecto del gameplay, la premisa de Raiders of the Broken Planet pasa por el objetivo común de los juegos online: escoger un personaje y ponerse manos a la obra para cumplir nuestros objetivos y ganar la partida. El control del personaje —como es de esperar— varía según sus habilidades y su utilidad: así pues, el jugador sentirá que es más tosco y pesado controlar a un tanque con una ametralladora que a un francotirador con una agilidad asombrosa.
Pasando por estos conceptos básicos, el título agarra un poco de su personalidad en las luchas cuerpo a cuerpo contra otros enemigos; dispondremos de un movimiento de ataque normal, uno de esquivar y otro de agarre que neutralizará a nuestro enemigo de un solo golpe. Este concepto, aunque simple, resulta un buen motivo para acrecentar las posibilidades de sorprender a un enemigo distraído y noquearlo de forma automática. Es de agradecer que en Raiders of the Broken Planet hayan aclimatado el juego a las personas que gustan de hacer ataques a melee en sus partidas, algo que, con este sistema tan simple de entender, ya tiene un trabajo que es digno de aplaudir. Además de eso, la eliminación de nuestros enemigos sin balas, a golpe de puñetazos o patadas, es de obligada ejecución: nuestra única manera de conseguir munición será utilizando dicha técnica.
Más allá de la forma de combatir de cada personaje y de cada punto negativo y positivo que tenga, éstos podrán ser modificados a través de un sistema donde tendrán lugar tanto micropagos como la moneda del juego para ciertos elementos. Así pues, dispondremos de armas, nuevas habilidades o skins para nuestros Raiders en el apartado de personalización indicado. Dicho esto, es hora de pasar al verdadero meollo de la cuestión en Raiders of the Broken Planet.
Las misiones estarán dispuestas a través de campañas que nos irán llegando a lo largo de los próximos meses y en la que nosotros nos hemos inmiscuido en una de ellas y en el prólogo, que se encuentra totalmente gratuito para disposición de quien quiera probar el título. En estas misiones se nos dará un objetivo que deberemos cumplimentar junto a tres compañeros o, una modalidad que resulta uno de los pilares sobre los que se quiere sostener el juego: el modo Antagonista. El papel de este jugador será el de destruir cualquier posibilidad de victoria de los Raiders que intentan completar la misión. Dicho modo hace posible la victoria para el lado malvado de la partida de una forma que, por el contrario, resultaría muchísimo más complicada. Es una premisa que funciona de forma aceptable, que desalienta un poco al jugador que está cansado de competir por la victoria por la paz y quiere alimentar su lado más malvado masacrando las posibilidades de triunfar de sus enemigos.
A nivel de misiones el título funciona de una forma coherente y con una rica variedad de objetivos. En las misiones que tenemos para disfrutar hasta el día en que sale este análisis podemos pasar desde escoltar a un personaje, sobrecargar elementos indispensables para finalizar la misión o enfrentarnos a jefes finales que guardan tras de sí una personalidad y trabajo artístico bastante aceptable. De esta manera, el jugador dispondrá de giros en su planteamiento debido a la condición propia de las misiones o a la aparición de un antagonista que nos haga poner toda la carne en el asador.
¿Dónde flaquea entonces Raiders of the Broken Planet? En dos aspectos: uno de ellos es que, por el momento, se antoja demasiado soso en su planteamiento —algo que es de fácil solución en los próximos meses— y el otro es en una experiencia cooperativa que queda mermada por la dificultad de sus servidores de conectarnos a otros jugadores. Podemos pasarnos un buen transcurso de tiempo hasta que consigamos reunir cuatro jugadores para competir en una misión cualquiera, dado que hasta que no seamos ese número exacto, no podremos empezar la partida al no ser que lo hagamos en solitario, cosa que es cuanto menos incomprensible.
La sosería se guarda en que, pasado un tiempo de juego, Raiders of the Broken Planet empieza a hacerse repetitivo y la decisión constante de repetir una y otra vez los mismos mapas puede llegar a saturar al jugador. De esta manera, deberá medir bien el lanzamiento de las siguientes campañas para evitar un problema de abandono de jugadores que, con total probabilidad, se verán envueltos en otra de las miles apuestas que hay hoy en día en el género de los juegos online.
Hoy en día, Raiders of the Broken Planet es un título que, si bien brilla por su apuesta y resulta verdaderamente interesante, acaba por hacerse repetitivo y tiene tras de sí diferentes problemas con sus servidores.
Realmente tiene un potencial visible para triunfar: su idea de misiones, el modo antagonista y la personalidad que guarda, podrían hacer que el juego fuera subiendo en su popularidad, pero también puede perecer. Nadie somos adivinos para vaticinar lo que nos ofrecerá MercurySteam en un futuro, pero ojalá que todo sea positivo.