Es hora de volver a Hyrule, es hora de luchar y es hora de disfrutar de un nuevo juego de la saga que ahora es canon. Si mezclamos estos ingredientes y los edulcoramos con la historia de Tears of The Kingdom tenemos un título realmente atractivo de la saga que, a priori, parece que va a dar mucho de lo que hablar. ¿Pero habrá mejorado desde La Era del Cataclismo? ¿Será este musou el definitivo que los fans se merecen? Vamos a hablar claro desde el principio, este juego es diferente. No es solo que sea entretenido, es que por primera vez en la historia de los musou de Zelda, este es canon oficial. Y eso cambia absolutamente todo.
Para los que no sepáis qué significa eso: La Era del Cataclismo, el anterior Hyrule Warriors ambientado en el universo de Breath of the Wild, era una historia "what if" en una línea temporal alternativa. Molaba, era divertido, pero no contaba "de verdad" para el lore. Este no. Este juego te cuenta exactamente qué le pasó a Zelda cuando cayó al abismo al inicio de Tears of the Kingdom, y créeme, es mucho más heavy de lo que imaginabas.
La historia: por fin sabemos qué pasó en el pasado
El juego arranca justo en ese momento mítico del inicio de TotK donde Link y Zelda están explorando bajo el Castillo de Hyrule, encuentran a Ganondorf momificado, se arma la gorda y Zelda cae al vacío. Todos jugamos TotK preguntándonos "¿qué le ha pasado a nuestra querida princesa durante todo el juego?". Pues aquí está la respuesta y realmente importa de verdad sin ser mero relleno.
Zelda cae en un bucle temporal que la manda 10,000 años al pasado, justo al inicio del Reino de Hyrule cuando el Rey Rauru (sí, el fantasma zonai de TotK) estaba vivo y en pleno apogeo junto a su esposa Sonnia. Y no solo eso, vas a vivir de primera mano esa Guerra Legendaria que tanto se menciona en TotK pero que nunca vemos. La guerra contra Ganondorf cuando aún tenía cuerpo y estaba en su prime un conflicto que traspasa eras y que tiene muchísimo sentido en la saga.
La princesa se encuentra varada en el pasado y debe encontrar la forma de volver a su época mientras Link sigue a lo suyo con los acontecimientos TotK, pero mientras tanto tiene que ayudar a Rauru y compañía porque Ganondorf está tramando su plan maestro para joder el reino, para sorpresa de nadie. Aquí conocemos a Mineru (la hermana de Rauru que solo era un espíritu en TotK), vemos a los líderes ancestrales de las cuatro razas (Zora, Goron, Gerudo y Orni), y aparece un Kolog majete llamado Cálamo que va acompañado de un misterioso Golem Guardian que, casualidad, se parece sospechosamente a cierto espadachín del futuro.
Lo que más me ha gustado es que las cinemáticas son constantes y la narrativa tiene peso real. No es relleno, no son excusas para meterse en batallas y para nada es forzado. Todo lo que pasa aquí explica cosas de TotK, rellena huecos, da contexto a decisiones que toma Zelda en el juego principal... es lore de verdad, y del bueno. Y está íntegramente doblado al español con un trabajo de actores de doblaje que está francamente bien.
El mapa: Hyrule prehistórico a lo bestia
El mapeado es gigantesco, similar al de Tears of the Kingdom pero obviamente del pasado cuando el reino estaba recién fundado. Tienes las tres capas: superficie, cielo y subsuelo, y vas desbloqueando zonas conforme avanzas en la historia principal y completas favores secundarios y hay muchísimo por hacer ya te lo adelanto.
Es curioso ver zonas reconocibles de TotK pero en su versión primitiva. Hay campamentos por todas partes donde puedes mejorar armas, comerciar con materiales, desbloquear partes de la historia... el juego tiene estructura de mundo abierto (bueno tu eliges que misiones tomar en según que zona) aunque las misiones en sí son lineales, cosa típica de los musou.
El contenido es abrumador. Entre misión principal, secundarias, favores de personajes, eventos especiales... Hay horas y horas de juego aquí. Llevo fácilmente más de 30 horas y todavía me quedan cosas por hacer y cosas que no habré descubierto todavía casi seguro.
El combate: musou mejorado que no cansa (tanto)
Vale, vamos al meollo. Esto es un musou, no nos engañemos. Vas a reventar a cientos de enemigos en cada fase, vas a machacar botones, vas a ver números enormes en pantalla... Si odias el género, esto no va a cambiar tu opinión. Pero si te gustan o al menos los toleras, aquí han pulido la fórmula bastante bien y estar dentro del lore de Zelda siempre es un plus digno de agradecer.
Cada fase te permite controlar entre uno o varios personajes que puedes intercambiar en cualquier momento. Cada uno tiene sus propios combos y habilidades únicas. Zelda pelea diferente a Rauru, que pelea diferente a los jefes de las tribus... hay variedad real en los estilos de combate y hay muchos personajes que irás desbloqueando conforme avances en la historia, quizás algunos solo aparecen si haces determinadas incursiones así que ojito con dejarte algo sin hacer.
Lo que más agradezco respecto a La Era del Cataclismo es que ahora los combos aparecen en pantalla, gracias a los dioses. Ya no tienes que memorizar secuencias raras de botones, simplemente miras la esquina y ves qué combinaciones puedes hacer. Esto hace el juego muchísimo más accesible y menos frustrante.
Las armas no se rompen, gracias, gracias y más gracias. Hay una buena variedad de armas para cada personaje y cada una cambia su estilo de lucha, lo cual amplía las posibilidades tácticas. Puedes ir mejorándolas con materiales que consigues en las misiones.
También tenemos artilugios Zonnan que funcionan como habilidades especiales: bombas, lanzallamas, criocéfalo que lanza hielo, agua... todo ese arsenal que conocemos de TotK adaptado al combate musou. Y funciona sorprendentemente bien para darle más profundidad estratégica a las peleas, así que ya sabes, si encuentras un enemigo de fuego te va a venir bien ese artilugio zonnan que lanza hielo...
El cooperativo: mejor acompañado
El juego tiene modo cooperativo local y la verdad es que le sienta como anillo al dedo. Coordinar ataques con un colega, dividirse para cubrir más terreno, hacer combos conjuntos... añade una capa de diversión considerable. Además otro jugador puede unirse a la partida con otra consola sin necesidad de tener el juego, bravo.
Eso sí, también es perfectamente disfrutable en solitario. De hecho, yo lo he jugado mayormente solo y con cero problemas. Cambiar entre personajes sobre la marcha te da suficiente control táctico como para no echar de menos el coop.
Cosas mayormente buenas y alguna pega
Lo bueno: cuando el juego brilla
Las batallas principales son espectaculares. Hay variedad, originalidad, momentos épicos con enfrentamientos masivos contra hordas enormes o duelos contra jefazos que requieren estrategia real. El sistema de romper la postura del enemigo y hacer remates devastadores es muy satisfactorio.
Los Últimates están muy bien implementados. Te alías con un compañero y hacéis un ataque coordinado brutal que barre la pantalla. Las animaciones son espectaculares y nunca se hacen viejas.
Cálamo y el Golem Guardian son geniales. Algunas fases donde los controlas dan un aire fresco al gameplay y rompen la monotonía. Sin spoilers, pero hay sorpresas con estos personajes que molan bastante.
El apartado técnico es sobresaliente en Switch 2. Gráficamente mantiene ese estilo precioso de BotW/TotK, las cinemáticas son abundantes y están muy bien hechas, la dirección artística es impecable... visualmente no puedes pedir más.
Lo malo: la repetición inevitable del género
Aquí viene el palo inevitable de los musou: las misiones secundarias se vuelven muy repetitivas. Acabas matando a los mismos enemigos y los mismos jefes una y otra vez con ligeras variaciones. A la larga esto cansa bastante, por muy bien que esté hecho el combate.
La historia principal se salva porque tiene más variedad y sorpresas, pero cuando te pones a completar favores secundarios y eventos opcionales... uff, se nota el copiar-pegar. Es el problema endémico del género y aquí no lo han solucionado del todo.
Hay bajones de frames ocasionales cuando la pantalla se llena de enemigos y explosiones. No es constante ni arruina la experiencia, pero incluso la Switch 2 sufre en momentos puntuales. Nada grave pero se nota.
Mi estrategia para no quemarme
Yo he jugado en sesiones espaciadas, y creo que es la forma ideal de disfrutarlo. Cuando sentía que se estaba volviendo repetitivo, lo dejaba. Al día siguiente volvía con ganas y me metía varias incursiones seguidas sin problema. Si intentas completarlo del tirón en maratones largas, te vas a quemar seguro.
Es un juego perfecto para sesiones de una o dos horas, hacer unas cuantas misiones, avanzar la historia, y dejarlo hasta el día siguiente. Jugando así engancha muchísimo y la repetición se nota menos.
Comparación con La Era del Cataclismo
Para los que jugasteis el anterior, este es superior en casi todo. La historia es mejor porque es canon y tiene peso real. Los combos son más claros y accesibles. Hay más variedad de personajes y estilos de juego. El mapa es más grande y tiene más contenido.
La Era del Cataclismo era un buen juego, pero este se siente como la versión definitiva de lo que debería ser un musou de Zelda. Han aprendido de los errores y pulido todo lo que fallaba.
¿Vale la pena?
Si te gusta Zelda y toleras mínimamente los musou, esto es obligatorio. Es canon, cuenta una historia importante, rellena huecos enormes de TotK, y encima es entretenido de narices. Por fin tenemos un Hyrule Warriors que importa de verdad para el lore.
Si odias los musou, ni te molestes. Sigue siendo un juego de machacar botones y reventar hordas. Por muy bien hecho que esté, no va a convertir a los haters del género.
Si vienes de Breath of the Wild y Tears of the Kingdom, te sentirás como en casa. Los menús, la interfaz, los sonidos, la música, el estilo visual... todo está diseñado para que sea familiar. Es como volver a Hyrule pero en modo acción pura.
Conclusiones
Es un juegazo que consigue algo muy difícil: ser un musou de calidad con una historia que realmente importa. No es perfecto, tiene los problemas típicos del género con la repetición, pero lo compensa con una narrativa brutal, combate pulido, y la satisfacción de por fin saber qué pasó en esa guerra legendaria.
Para mí ha sido un soplo de aire fresco. Es divertido, es entretenido, tiene originalidad en las fases importantes, y sobre todo, respeta tanto el lore de Zelda que se nota que Nintendo ha estado vigilando de cerca. No es un spin-off olvidable, es parte oficial de la cronología y eso lo hace especial.
Si eres fan de Zelda, este juego es casi obligatorio. Si te gustan los musou, es de los mejores del género. Si buscas acción frenética con trasfondo narrativo sólido, aquí lo tienes. Recomendadísimo con la única advertencia de que lo juegues con calma, en sesiones espaciadas, para no quemarte con la repetición de las secundarias.Redescubrir a los Zora, Goron, Orni y Gerudo ancestrales, ver a Mineru en acción, entender el papel de Zelda en el pasado, presenciar el ascenso de Ganondorf... todo esto vale cada euro. Es el musou que los fans de Zelda llevábamos años esperando sin saberlo.
Para mí ha sido un soplo de aire fresco. Es divertido, es entretenido, tiene originalidad en las fases importantes, y sobre todo, respeta tanto el lore de Zelda que se nota que Nintendo ha estado vigilando de cerca. No es un spin-off olvidable, es parte oficial de la cronología y eso lo hace especial.
Apartado gráfico
Apartado artístico
Apartado jugable
Apartado sonoro
Historia canon que rellena huecos de Tears of the Kingdom
Doblaje al español impecable con cinemáticas constantes
Combos en pantalla que hacen el juego mucho más accesible
Variedad de personajes con estilos de combate únicos
Mapa gigantesco y mucho contenido
Apartado técnico sobresaliente con gráficos preciosos
Ingeniero de Telecomunicaciones. amante de SEGA y todo lo que tenga que ver con Sonic. Nintendero por bandera y Game Pass en el corazón. Muy fan de Halo y las sagas Gears of War o Forza. Siempre con mi Steam Deck en la mochila...