Hace algunos años pasé por una época en la que desconecté un poco del mundo del anime, y por aquel entonces tan sólo notaba que había dos series que se estaban volviendo realmente populares entre la gente. Una era Tokyo Ghoul, la cual acabó adaptándose de forma estrepitosa, y la otra era Noragami.
Esta última obra se mantuvo en lo más alto durante bastante tiempo, aunque con el tiempo sus cifras de venta comenzaron a descender de forma progresiva. A mi no me gustó Noragami, ya lo he dicho en alguna ocasión, y hace unos meses me hice eco de una gráfica en la que se exponía su caída en popularidad. Por eso mismo no me sorprende demasiado lo que voy a contaros a continuación.
Hiyori, una joven humana, arriesga su vida para salvar a un chico de un atropello. Lo que no sabe es que se trata de Yato, una deidad menor que desea convertirse en dios, y tras su sacrificio la chica adquiere el poder de abandonar su cuerpo casi a voluntad… lo que la liga a Yato y a su misión.
NOTICIAS RELACIONADAS