Hoy en Areajugones os traemos un análisis muy esperado, ya que han sido muchos meses de espera para el juego más polémico de la historia de la saga de Activision, Call of Duty: Infinite Warfare. Tras muchas peticiones de la gente para volver a la guerra antigua, Infinity Ward y Activision han preferido continuar por la vía aun más futurista, dándole a esta nueva entrega un corte que difumina la línea entre lo que es un Call of Duty y no. A continuación veremos los puntos fuertes y débiles del juego.
Nos encontramos en un futuro en el que la raza humana ha decidido expandirse a los distintos planetas del Sistema Solar debido a la escasez de recursos en el planeta Tierra. La UNSA ha estado colonizando los planetas para su futuro aprovechamiento, pero tras las Guerras de Secesión una parte de la UNSA se dividió para formar el Frente de Defensa Colonial (SDF), un violento grupo de radicales que defiende el poder del resto de mundos frente a la Tierra. Tras un despiadado ataque a la sede de la UNSA en Ginebra, se declarará la guerra entre ambas facciones y manejaremos al Capitán Reyes para poner fin a esta disputa espacial.
Sin duda, la campaña de Infinite Warfare es lo mejor que tiene el videojuego y es de las mejores en los Call of Duty de estos últimos años. Esto se debe a que este modo sí ha buscado la innovación y el no caer en los clichés que dan pie a frases como: "Call of Duty es siempre lo mismo". Esta campaña se aleja del convencionalismo y de las batallas clásicas, dándole un toque más futurista y un enfoque a las guerras espaciales, ya que tendremos unas cuantas misiones en las que tendremos que subirnos a nuestro caza para librar batallas en el espacio. Las misiones tienen elementos ahora como la gravedad en ciertos lugares y equipo de combate futurista. "¿Sigue siendo esto Call of Duty incluso teniendo un estilo tan futurista?" Sí. El frenetismo de las misiones sigue presente en todo momento y sigue conservando ese estilo que le caracteriza, pero con un aspecto más renovado.
El argumento tiene mucha fuerza y nos llevará a distintos planetas del Sistema Solar, que es donde se muestra verdaderamente el potencial de esta campaña. Incluso aun siendo uno de los juegos que no destaca especialmente por su potencia gráfica, los gráficos del modo historia son excelentes. Las distintas ambientaciones del espacio lucen de manera espectacular y las cinemáticas son foto-realistas con una captura de movimiento milimétrica. Se nota que se ha puesto mucho más énfasis aquí que en los otros modos, ya que la historia es digna de una superproducción y hay personajes famosos como Kit Harington (Jon Snow) y Lewis Hamilton. Sin embargo, se echa de menos que podamos manejar a algún personaje principal más en vez de manejar al mismo durante el desarrollo de la campaña. Respecto al apartado sonoro, el dobaje está muy bien llevado a cabo y la banda sonora parece sacada de una película de Hollywood, ya que es de una calidad sobresaliente.
Por muy buena que sea la campaña de Infinite Warfare, todo el mundo sabe que sus ventas no están enfocadas a eso y el público en general no es lo que busca, sino que lo que interesa de un Call of Duty es su modo multijugador, ya que es donde más horas se van echar. Por desgracia, este es uno de los multijugadores más rotos y caóticos que ha tenido la saga en mucho tiempo. No se puede considerar este multijugador como algo nuevo, ya que más bien parece una mezcla mal llevada de los movimientos de Black Ops III y la interfaz de Ghosts junto al nuevo filón de la saga: los suministros.
Los 13 mapas multijugador que incluye el juego son un intento de poner en contexto los movimientos futuristas de los jugadores, ya que están ambientados en distintos planetas y ambientaciones, pero la gran mayoría de ellos no tienen lógica alguna, ya que parecen hechos sin intención de idear un multijugador fluido, sólo algo caótico. Además hay que añadirles algunos respawns lamentables, ya que muchos estas rotos y apareceremos directamente en la mira del enemigo debido al "spawntrap" que hay en este juego. Las cargas o armas de los especialistas son bastante más injustas y letales que en Black Ops III, ya que aquí no tienes prácticamente ninguna posibilidad de salir con vida si te encuentras a alguien que la esté usando. Pero al igual que armas rotas porque matan mucho, también hay una categoría que no sirve, que son las escopetas, ya que hay que estar demasiado cerca para matar de un solo tiro, que es la principal función de las escopetas. A continuación os dejamos un gameplay en el que se ven en acción algunos fusiles, rifles de francotirador y carga de especialista:
No hay que olvidarse tampoco del sistema de suministros, que se está haciendo terriblemente famoso en la saga de Activision. Ahora contamos con un sistema de "pago" con el que en teoría podremos jugar con todos los modelos de armas disponibles en el juego. El jugador tiene que conseguir restos y llaves a medida que juega, con esas llaves abrirá suministros donde le podrán tocar modelos de armas y también restos para poder crearlos él mismo. El problema es que habrá que echar muchísimas horas para poder jugar con los modelos interesantes y algunos modelos son así debido a que han quitado características del arma base, como quitar el minimapa muy pronto en los francotiradores. Infinite Warfare tiene un multijugador muy complejo y caótico, marcado por los suministros, por lo que se ha perdido la sencillez de anteriores entregas.
La saga Call of Duty se ha caracterizado también por un modo de juego muy peculiar y que ha entretenido a millones de jugadores durante horas, el modo Zombies. En los dos primeros Black Ops se les dio una increíble ambientación nazi y en Black Ops III se buscó otro enfoque distinto. Sin embargo, en Infinite Warfare se le ha dado una ambientación muy bien llevada a cabo a la temática zombie: los años 80. El neon, la ropa llamativa, el rock y el synthwave han llegado a este modo y la verdad es que no podrían lucir mejor.
Willard Wyler, un antiguo director de cine de terror, invita a cuatro aspirantes a actores a ver sus películas y darles la oportunidad de ser las estrellas, pero esto sólo es una excusa para encerrarles en una de ellas para que vivan una terrorífica aventura dentro de Spaceland, un parque de atracciones ochentero con atracciones, muchas actividades y una interminable horda de zombies. Manejando a estos protagonistas tendremos que sobrevivir el mayor tiempo posible para poder escapar de este lugar asesino. Las mecánicas de este modo son las mismas de siempre: Matar, no morir y avanzar. Vuelven las máquinas expendedoras para las ventajas con alguna nueva y la caja misteriosa, que esta vez es una ruleta de la suerte. También tendremos una banda sonora incluida durante la partida con temas clásicos de rock y synthwave característicos de los años 80.
A pesar de tener la misma fórmula, se siente más complicado, ya que tenemos que tener en cuenta los tickets que sueltan los zombies y el sistema de cartas que tenemos disponible. Además, en este modo también están los dichosos suministros, haciendo un modo sencillo y entretenido en algo más tedioso. Sin embargo, con no prestarle atención a estas cosas es más que suficiente para coger a tres amigos más y disfrutar sobreviviendo en este modo tan entretenido a ver cuanto aguantáis. Los zombies son una parte importante de los Call of Duty, y en esta entrega, sin duda alguna, es la mejor opción si se quiere jugar a algo online.
Call of Duty: Infinite Warfare no es el desastre que se venía augurando desde ese funesto tráiler de presentación, pero tampoco es un juego del que Activision pueda estar especialmente orgullosa. El modo multijugador, que es vital en esta saga, es más caótico y desbalanceado que nunca, haciendo que el jugador se canse muy rápidamente si no hay buen trabajo en equipo. La campaña es su punto más fuerte y los Zombies en Spaceland han conseguido dar una nueva y maravillosa ambientación al modo. Activision necesita oír a sus jugadores y Call of Duty debe volver a los orígenes.
