Desde que se anunció su producción, estaba deseando ver lo nuevo de Kathryn Bigelow. Hablo de 'Una casa llena de dinamita', la última película de la responsable de 'En tierra hostil' (2008), 'Le llaman Bodhi' (1991) y 'La noche más larga' (2012), también una propuesta bélica, aunque más centrado en la política que en las armas. 'Una casa llena de dinamita' es un thriller adictivo que transcurre en un periodo de tiempo no superior a 20 minutos y que nos presenta la acción desde varios puntos de vista, complementarios entre sí.
Producida en exclusiva para Netflix, 'Una casa llena de dinamita' estuvo algunos días en cines y por fin la tienes disponible en la plataforma de streaming. ¿Cómo puede un thriller bélico convertirse al cabo de 2 horas en una de las mejores películas de terror de 2025?
Son varias las ocasiones al año en la que recibimos noticias acerca del lanzamiento de misiles balísticos en el Pacífico, cerca de la costa de Japón, Corea del Norte y Rusia. Este es el punto de partida de 'Una casa llena de dinamita', un thriller que toma este suceso y lo transforma en una auténtica pesadilla: ¿qué pasaría si uno de estos lanzamientos deja de ser una prueba militar y se convierte en un ataque nuclear contra una de las ciudades más grandes de los Estados Unidos?
Los personajes se enfrentan a 20 minutos caóticos en los que hay que tomar rápidamente una serie de decisiones para poder enfrentarse a la idea de una posible guerra mundial nuclear, para muchos, la última de las guerras. Y partiendo de esta base, se adoptan varios puntos de vista a lo largo de la película, narrando esos fatídicos 20 minutos desde cada uno de ellos, complementando la historia y aportando más matices.
'Una casa llena de dinamita' es una película de suspense de esas que te mantienen pegado a la butaca o al sofá, con un reparto coral repleto de caras muy conocidas, que si bien no destaca ninguna de ellas, todos en general lo hacen muy bien. Y es que a diferencia de otras películas de Kathryn Bigelow, aquí importa más el guion y la dirección que la interpretación: los personajes son un mero mecanismo para dar rienda suelta a un montaje muy elaborado, con una fotografía brillante y un trabajo de planificación muy bien pensado.
Lo mejor de todo es que 'Una casa llena de dinamita' no necesita de ataques con armas, más allá del misil que se dirige a Estados Unidos, para dar forma a un thriller bélico que se siente actual, necesario y aterrador. Lo que sucede en pantalla puede ocurrir en cualquier momento cuando a algún loco se le ocurra pulsar el botón de lanzamiento.
Quizás me he quedado un poco frío con el final. Un cierre abrupto que deja más preguntas que respuestas, aunque quizás eso es lo que busque el guion. Porque tampoco se me ocurre un mejor final para 'Una casa llena de dinamita', un trabajo cinematográfico que no me sorprendería ver en los Oscars, de no ser por el miedo que hay de nominar a todo lo que venga de plataformas.