Hay personajes de libros y películas que consiguen transcender y pasan a formar parte de la historia. Y cuando uno piensa en 'Harry Potter', es imposible no hacerlo en Albus Dumbledore, ese mago enigmático, de mirada sabia y palabras crípticas que siempre esconden una verdad, y también un oscuro secreto. Un personaje que sabe mucho más de lo que aparenta en un principio y que ha maravillado a lectores y espectadores de todas las edades.
Ahora bien... ¿Quién fue realmente Albus Dumbledore? ¿Qué secretos llevó consigo hasta su muerte? ¿Qué legado dejó, más allá del Colegio Hogwarts? Prepárate, porque en este artículo vamos a sumergirnos en la vida de uno de los personajes más fascinantes que haya creado el J.K. Rowling en su universo mágico.
Comencemos por el principio. Antes de ser el director de Hogwarts que todos conocemos, Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore era un joven brillante nacido en Mould-on-the-Wold en 1881. Su padre, Percival, acabó entre rejas en Azkaban por atacar a tres muggles que maltrataron a Ariana, su hija pequeña, quien acabó desarrollando un trauma que marcaría a toda la familia. Kendra, la madre de Dumbledore, intentó mantener la situación bajo control, pero murió accidentalmente cuando Ariana perdió el control de su magia, así que fue Albus Dumbledore quien se hizo cargo de la familia y de todos los secretos que escondía desde muy pequeño.
Si has visto 'Animales Fantásticos', sobre todo la tercera película profundiza en este pasaje de la historia de Dumbledore: su amistad con Gellert Grindelwald tan brillante como peligroso. Si bien ambos soñaban con un mundo en el que los magos gobernasen sobre los muggles "por el bien mayor", Dumbledore cambió poco a poco de idea y por ello este lema lo termina detestando.
El caso es que Dumbledore estaba enamorado de Grindelwald, algo que no quedó explicitado en los libros de J.K. Rowling, pero sí en 'Animales Fantásticos', tal y cómo confirmó después J.K. Rowling: un amor no correspondido que terminó en tragedia: un duelo entre Albus, su hermano Aberforth y Grindelwald que terminó con la muerte de Ariana.
Una vez superada esta traumática etapa de su vida, Dumbledore se centró en estudiar, en transmitir conocimientos y en convertirse en uno de los magos más poderosos de todos los tiempos. Fue profesor de transformaciones (de ahí su habilidad en este campo en las películas de 'Harry Potter' y más tarde director de Hogwarts. Y no solo enseñaba magia, también valores, empatía, pensamiento crítico... Uno de esos profesores que todos tenemos en el instituto y nos acaba marcando.
Su reputación fue creciendo sin control, e incluso el Ministerio de Magia lo quería para liderar el organismo, pero Dumbledore se negó temiendo su propia ambición después de conocer a Grindelwald y saber cómo acabó su vida.
De forma paralela, Grindelwald se fue convirtiendo en una amenaza para todo el mundo, mágico y no mágico: en los años 40 (como si fuese un mago oscuro nazi de supremacía mágica), Dumbledore no tenía la intención de enfrentarse a él porque seguía enamorado. Sin embargo, en 1945 (mismo año en el que terminó la II Guerra Mundial), Albus ganó a Grindelwald en un duelo legendario, convirtiéndose en el legítimo dueño de la Varita de Saúco, una de las Reliquias de la Muerte.
Centrándonos ya en 'Harry Potter', Dumbledore es mucho más que el director de Hogwarts: es quien detecta el peligro que supone Voldemort desde un principio, quien crea la Orden del Fénix, quien da pistas a Harry para que destruya los Horrocruxes... ¿Cómo lo consigue? En realidad, es quien manipula los hilos desde las sombras. Su relación con Harry es cercana, y claro que le guardaba cariño, pero también todo formaba parte de una estrategia al saber que el joven mago tiene que morir para vencer a Voldemort al ser un Horrocrux en sí mismo.
Albus Dumbledore no es una persona perfecta. Cometió muchos errores y utilizó a Harry Potter para alcanzar un beneficio mayor. Además, su ambición terminó con la vida de su hermana. Sin embargo, actuando con ese propósito fundamental para la supervivencia del mundo mágico, intentó enmendar sus fallos y evitar repetirlos.
Su secreto más importante fue su obsesión con las Reliquias de la Muerte. Como descendiente de los Peverell, siempre quiso reunirlas y llegó a tener tres: la Varita de Saúco, la Piedra de la Resurrección y la capa de invisibilidad. Pura ambición más que un objetivo como tal.
Y llegamos a la muerte de Dumbledore en 'Harry Potter y el misterio del príncipe', uno de los momentos más difíciles de la saga. Él mismo sabía que iba a morir pronto, envenenado por la maldición del anillo-Horrocrux (anilo de Gaunt). Es por ello que hizo un trato con Snape: que lo matase en el momento justo, protegiendo a Draco Malfoy y consolidando la lealtad de Snape ante Voldemort, quien en realidad no era el monstruo que muchos creían.
El secreto del éxito de Dumbledore como personaje es esta ante un líder ambicioso, frío, calculador e interesado, pero también muy claro con sus objetivos: no quiere poder, únicamente acabar con el mal que amenaza el mundo mágico. ¿Te acuerdas de su frase más célebre? "La felicidad puede hallarse hasta en los más oscuros momentos, si somos capaces de usar bien la luz". Esta es la verdad que lo motiva durante toda la saga.
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