Análisis Dark Souls III
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Análisis Dark Souls III

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Dicen que las grandes obras están fragmentadas en trilogías, quizás Hidetaka Miyazaki piense lo mismo, de ahí que según sus propias palabras como director y 'alma matter' de la franquicia Dark Souls haya comentado que esta tercera entrega será la última de la serie que ha ido creciendo en público entrega a entrega, dando a conocer a millones de jugadores un género al que no están acostumbrados a jugar. Y es que, en los últimos tiempos cada vez son más comunes los extensos tutoriales, el mostrarte tu siguiente misión en un minimapa y en destacar tu objetivo cuando no sabes por donde continuar.

En general, los últimos títulos de From Software te ofrecen una "liberación" y sí, entrecomillado, porque muchos jugadores están cansados de horas de tutoriales en favor del aprendizaje puro, el avance de la aventura por ensayo y error, si quieres continuar debes saber donde y por qué has fallado. Sin guías, sin ayudas.

A estas fechas es raro encontrar a alguien que no conozca la saga Dark Souls o al menos haya oído hablar de ella, por eso es tan difícil como el propio juego el descubrir a alguien este título. Conozcamos Dark Souls III, la última obra y último título de la saga de From Software.

La influencia de Bloodborne

No lleve a equívoco el titular. Es cierto que Dark Souls III bebe en muchos aspectos de Bloodborne, el título exclusivo de From Software para PlayStation 4, pero es una evolución directa de la segunda parte de la saga, introduciendo algunos aspectos de Bloodborne, que por otra parte es totalmente lógico y comprensible; ¿por qué desaprovechar la oportunidad de añadir cambios y mejoras de otro título del mismo estudio de desarrollo?

En primer lugar nos encontramos con un gameplay mucho más dinámico que en Dark Souls II, aunque sin ser tan ágil y veloz como en Bloodborne, que estaba a medio camino de ser un Hack&Slash al más puro estilo Platinum Games. A modo resumen, Dark Souls III es Dark Souls II a velocidad x1.5. Es por eso que ya no es tan importante planear tácticas sobre como vamos a afrontar un boss o una zona, pero aunque no sea así, el componente estratégico sigue teniendo valor. Pero, si tenemos que centrar nuestros esfuerzos en un estilo de combate, mejor que aprendamos a manejarnos con soltura con el Dualshock 4 en este caso puesto que priman más los reflejos que la táctica propiamente dicha. De hecho, no tardaremos darnos cuenta de la influencia de Bloodborne cuando comprobemos que los ataques a corto alcance funcionan y son mucho más efectivos que la ofensiva a larga distancia, ya sea a través de nuestras propias armas o con el uso de magia.

En un título donde cada enemigo puede suponer un desafío por inofensivo que parezca, el parry o rotura de defensa es un aspecto fundamental si queremos salir airosos de un enfrentamiento, buscar una apertura será nuestra manera de intentar sobrevivir sobretodo a la hora de combatir a jefes finales. Aunque si en Bloodborne ya era bastante fácil ejecutar un parry, y de hecho hubo quejas de muchísimos usuarios por este hecho, en Dark Souls III se acentúa. Y es que si somos un poco habilidosos, sólo un poco, podremos romper la defensa hasta del más inmenso jefe final, algo que podrá sacarnos de la ambientación y sobretodo de la tensión de enfrentarnos a un enemigo de tal magnitud. Algunos pueden considerarlo un aspecto positivo, pero a mi juicio, creo que hay demasiada recompensa al ejecutar un parry y más teniendo en cuenta que es relativamente fácil; de hecho debería haber algunos enemigos y jefes a los que no tuviéramos ninguna oportunidad de hacerles este tipo de movimiento.

Con todos estos aspectos, la verdad es que tampoco se pueda decir que sea fácil, estaríamos siendo injustos. Dark Souls III es un título desafiante, aunque cada jugador, dependiendo de su clase y habilidad tendrá una experiencia más o menos díficil; aunque, ¿fácil? Ni mucho menos. Aquí acaba todo el parecido con Bloodborne, que tampoco es demasiado. Dark Souls III es un Souls, no el sueño de un cazador.

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Una evolución de Dark Souls II

Siempre me ha gustado pensar que los Dark Souls eran una manera de jugar a Castlevania en tres dimensiones, en concreto de Super Castlevania IV de la consola de 16 bits de Nintendo. Y ahora, con Dark Souls III tengo la sensación, más que nunca, que me encuentro realmente en el título de vampiros de Konami llevado de la mejor forma posible, aunque con otra ambientación y estilo por supuesto.

Dark Souls III coge los mejores aspectos de todos los Souls, incluído Demon's y los plasma en esta tercera entrega, es por ello que no se le puede achacar nada en el aspecto de ambientación, enemigos, mecánicas e incluso historia porque From Software y Miyazaki nos ofrece todo lo que nos gusta a los que amamos sus obras. Constantemente nos vamos a encontrar zonas de otros juegos que vamos a recordar de forma inmediata, aunque se note que ha pasado el tiempo por ellas; y en este sentido de 'reutilizar' zonas de otros juegos, del título del que más uso hacen son del Demon's Souls, aunque es mejor que pensar que es un homenaje y repaso a toda la saga ya que quizás se trate del último Dark Souls.

En los primeros compases de Dark Souls III nos va a dar la impresión de que es totalmente lineal y de que un camino marcado para avanzar, aunque haya caminos alternativos donde conseguir algunos objetos, al final acabamos llegando a la misma ruta y destino que teníamos marcado desde el primer instante. Ésto sucede sólo a las primeras horas de la aventura, en un momento el juego hace 'click' y nos liberan, nos encontramos ante un basto mundo que explorar y que a menudo tendremos la sensación de estar perdidos y desorientados. Dark Souls III es una mezcla del II y de Bloodborne en el recorrido; mientras que a la hora de movernos entre zonas nos encontramos en un mundo abierto más parecido a la segunda entrega, a la hora de explorar una zona concreta es mucho más estilo Bloodborne, lo que quiere decir que es más pasillero y más agobiante, puesto que a menudo tenemos que retroceder para acceder a nuevas zonas cuando hemos conseguido a ciertos objetos, cumplido alguna misión, etc.

Pero sin lugar a dudas, una cosa que hace bien, pero que muy bien Dark Souls III, es tener multitud de zonas secundarias que son enormes, y aquí hay que felicitar sin duda a From Software, porque son escenarios, algunos difíciles de acceder que no todo el mundo va a ver, y están muy trabajadas. De hecho, por ser tan difícil de acceder, hay una gran sensación de recompensa cuando accedes y completas una de estas zonas que se han desviado de tu camino principal. Los mejores objetos y equipo para tu personaje podrás adquirirlos en estos lugares. En Dark Souls II, aunque en menos número, también había zonas así, al igual en Bloodborne; pero Dark Souls III peca en este sentido de no añadir jefes opcionales en estas zonas, no como los de la trama principal, podrían haber hecho uso de los mapas secundarios para ofrecer jefes finales de una dificultad extrema. Cierto es que hay algunos jefes de zona, o enemigos más complejos, pero lo que hacía falta aquí era un enemigo que abrume nada más verlo, uno de esos que te sale su enorme barra de vida en la parte de abajo de la pantalla en la que juegas. Se echa en falta algunos jefes finales como Amygdala, Logarius o Ebrietas en Bloodborne.

Es después de estos enemigos finales cuando además de conseguir muchas almas, también recuperas la humanidad y esto a menudo se nos podrá volver en contra, al recuperar humanidad favoreces a que invadan tu partida y en no pocas ocasiones, después de un arduo combate, vas a tener que enfrentarte a otro jugador que está dispuesto a acabar con tu existencia y hacerte perder todas las almas que tanto esfuerzo te han costado conseguir para poder subir de nivel. En Dark Souls III aumentar el nivel y los parámetros no es tan difícil como en el primer Dark Souls ni tan generoso como en la segunda parte, al comienzo los enemigos nos darán poca recompensa y será más difícil de farmear, pero esta tendencia irá cambiando conforme avancemos en la historia. Aunque Dark Souls III es un título que requiere más habilidad que nivel del personaje. Me explico; En este título realmente no hace falta farmear horas y horas en la misma zona, sólo será necesario para conseguir algunos objetos, porque la verdadera dificultad ante los enemigos es más de aprender mecánicas que de nivel de tu personaje, aunque tampoco vamos a negar que llevar un nivel elevado no nos lo va a poner un poquito menos difícil, pero es mejor centrar tus esfuerzos en adaptarte a tu build a un rol que te guste, así como el equipo, y en Dark Souls III tendrás mucha variedad de roles que elegir desde el comienzo.

Podrás elegir la clase con la que quieres empezar, todas ellas a nivel 10 tendrán 99 puntos de parámetros repartidos de diferente manera según la clase escogida, a excepción del marginado que estarán todos los parámetros por igual y empieza en nivel 1. Como antes hemos mencionado, lo más eficaz en Dark Souls III es el ataque a corto alcance, es por ello que un asesino, ladrón, caballero, hechicero, guerrero o mercenario son la mejor opción para empezar, al menos el primer recorrido a la aventura. Si entras por primera vez en la saga te recomiendo que te elijas un caballero, puesto que a diferencia de Dark Souls II, el cargar peso penaliza muchísimo menos, por lo que aun portando escudo de gran tamaño y armaduras pesadas tus movimientos no se verán tan limitados, y podrás atacar y rodar a una velocidad bastante aceptable con el gran punto a favor de que los ataques enemigos te causarán menos daños. Gracias a las decenas de armas y equipo diferente podemos construir un personaje a nuestro gusto.

Por otro lado, el resto de clases, sobretodo las mágicas, son las más difíciles de manejar, aunque las que nos permiten una mayor personalización gracias a la gran cantidad de magias y fe que están disponibles, lo que consigue es que haya una gran cantidad de builds diferentes para un mismo rol. Lo mejor es que cada jugador descubra por si mismo la clase que más le gusta, porque a pesar de que podamos recomendar más o menos una de ellas, al final es el jugador el que se tiene que sentir a gusto con su rol, sobretodo si tu intención es combatir online en PvP.

Por muy dócil que seas en la lucha, a veces es mejor pedir ayuda a un compañero haciendo uso del componente online, puesto que te encontrarás con zonas en las que es muy fácil que te atragantes y muchas otras donde la posibilidad de que te invadan es bastante alta, y ante este hecho tiene dos opciones: La primera y más sensata es que pidas ayuda a algún compañero mediante el modo en linea, el cual es muy gratificante encontrarte con un aliado en un mundo hostil. Y la segunda es que desconectes la consola o el PC de internet, cosa no recomendada porque te vas a perder muchos momentos interesantes.

A Dark Souls III le podemos pedir muchas cosas, más misiones secundarias, más NPC, más aspectos de RPG, pero si no se van a añadir de forma adecuada para que siga siendo un Souls, es mejor dejarlo tal y como está concebida la aventura. Aventura que una vez acabemos podremos seguir jugando en el mismo mundo para descubrir hasta el más mínimo secreto o empezar un Nuevo Juego+, el cual nos mantendrá con el mismo nivel, parámetros y equipo, en una aventura que se volverá más desafiante y con objetos que han cambiado de lugar.

Sin lugar a dudas Dark Souls III es un título que tienes que pasarte varias veces sí o sí para descubrir todos los secretos y sobretodo si tu intención final es centrarte en el PvP.

Dark Souls III 4
Las vistas son siempre impresionates

Luces y Sombras

Dark Souls III, es el primer título de la saga que se lanza de forma exclusiva en plataformas de nueva generación y PC. A nivel visual el juego de luces y sombras es abrumador, así como los enormes castillos y entornos que podemos vislumbrar en el horizonte. Una peculiaridad de las que se gusta el título, es que cuando acabas una zona concreta y avanzas hacia la siguiente, puedes recrearte observando en la lejanía el lugar que acabas de abandonar que se ve relativamente pequeño para lo intricando que es, lo mismo ocurre en ese periodo de transición donde puedes observar la siguiente mazmorra e incluso elegir el lugar por el que quieres acceder a su interior. El aspecto medieval de Dark Souls III es encomiable.

El nivel de detalle de cada armadura y arma de las muy variadas que hay a lo largo de la aventura es simplemente demencial, roza la locura que From Software haya puesto tanto mimo en este aspecto, y como dependiendo del equipo del que estés haciendo uso en cada momento, nuestro personaje tenga unas animaciones diferentes, de hecho, y evitando spoilers, habrá equipo con el que podremos imitar movimientos del Bloodborne.

Hablando de Bloodborne, una de las polémicas de este título fue su exceso de tiempo en las pantallas de carga, cosa que en Dark Souls III se repite, aunque sin ser tan tedioso, en ciertos momentos puede llegar a molestar, sobretodo cuando nos encontramos en zonas en las que morimos una y otra vez sin parar.

A pesar de estar limitada la tasa de imágenes por segundo, a veces se ralentiza un poco, aunque sean sólo 30 fps en consolas, cuando nos encontremos ante una gran cantidad de enemigos, un jefe de tamaño colosal o haya varios hechizos en pantalla el juego va a experimentar algunos tirones, pero no es realmente significativo puesto que van a ser decenas de segundo. No así como sucede con el popping, que va a ser una constante a lo largo de la aventura, zonas que tardan en cargar por la larga distancia de dibujado, esperemos que en futuros parches lo corrijan.

Motoi Sakuraba vuelve a ser el compositor principal de Dark Souls III al igual que sucediera con anterioridad. No se puede definir las melodías del título con un género concreto, puesto que dependiendo la situación nos encontramos con unos temas rozando lo místico como con algunos más eléctricos y frenéticos. Pero una cosa sí que es cierta, y es que es magnífica, la banda sonora de Dark Souls III nos harán sumergirnos más aun en el escenario y situaciones, acompasa perfectamente la aventura.

Tanto el nivel visual como la banda sonora de Dark Souls III son sublimes, es cierto que a veces hay algún fallo de framerate y popping, pero no conseguirán estropearnos nuestra experiencia ni mucho menos.

¿Amigos o enemigos?

El propio Miyazaki se sorprendió de que el aspecto multijugador y sobretodo el PvP fuese a ser uno de los ejes principales de los usuarios en Dark Souls. Es por ello que a cada entrega el componente online ha sido mejorado e incluido más opciones para los jugadores. Hay dos maneras de afrontar en modo en red, con compañeros ayudándonos en la aventura y viceversa o combates contra otros jugadores invadiendo su partida o siendo invadidos.

En Dark Souls III hay cooperativo de hasta seis personas, lo que hará la aventura más llevadera gracias a poder combatir en equipo y resolver zonas de una forma más sencillo, cierto es que reduce bastante la dificultad pero siempre se hace más ameno poder compartir tu experiencia con otras personas reales. Muchas y variadas situaciones caóticas se pueden par. Por ejemplo: Acabas de derrotar un jefe final con dos amigos, recuperas tu humanidad y en ese momento te invade otro jugador, gracias a encontrarte con el apoyo de tus dos compañeros ese rival puede que no estropee tu épica victoria. También puede suceder que te invadan varios jugadores rivales y se de una especie de batalla campal entre un total de hasta seis jugadores, lo cual es realmente alucinante; es en el primer Dark Souls que se puede dar una situación de este estilo. También sucede que hay jugadores que se alían para hacer la vida imposible a los transeúntes que por allí moran, nos podemos encontrar a varios de ellos gankeando de forma constante, lo que quiere decir que esperan en una misma zona a que los jugadores pasen una y otra vez para eliminarlos en el acto. De alguna forma se les podría llamar también 'abusones'.

Dark Souls III 6

Aunque sin duda lo más divertido de Dark Souls III es el modo PvP uno contra uno, que ahora son mucho más rápidos y agresivos que en anteriores entregas, aunque ciertamente siguen teniendo un componente táctico, aunque lo más seguro es que todos los rivales vayan 'a saco'. El modo PvP es donde nos encontraremos las builds más atrevidas, de hecho, hay algunas que son simplemente maldiciones que te irán matando poco a poco sin que poco o nada puedas hacer para remediarlo puesto que tu objetivo va a impedir que te acerques a él. Si logras entrar en el maravilloso mundo del PvP del Dark Souls III, te vas a quedar, porque es realmente satisfactorio acabar con tus rivales gracias a tu habilidad y a tu buen hacer construyendo una buena build que se adapte a tu forma de jugar. Dentro del título hay una gran cantidad de Pactos que es mejor que descubráis poco a poco.

Cabe mencionar que como viene sucediendo en los títulos de From Software, nos encontraremos charcos de sangre que nos mostrarán como han muerto los jugadores, para hacernos una idea de lo que no debemos hacer si no queremos sufrir el mismo destino, así mismo, los jugadores también pueden dejar mensajes que nos ayudarán o nos tenderán una trampa. Y en ciertos momentos también podremos ver 'fantasmas' de jugadores que están merodeando por la misma zona que nosotros.

Dark Souls III mejora muchísimo el modo en linea respecto a los anteriores Souls y el 'endgame' está claramente centrado al modo PvP donde podremos sacar a relucir todo nuestro repertorio de equipo y habilidades.

Conclusión

Dark Souls III es el cierre perfecto para la saga, un título que a medida que avanza nos va recordando todos los buenos momentos y escenarios de sus predecesores, recordándonos la magnitud y el alto status que ha logrado la franquicia de From Software. Aunque nos encontremos ante el final de la trilogía, no es un impedimento para los nuevos jugadores empezar por este título, aunque si eres ya un fiel seguidor de la franquicia sin duda te vas a emocionar y quedar con la boca abierta en algunos momentos de la aventura.

Ha tenido que ser en consolas de nueva generación y PC donde se de el cierre, y Miyazaki seguro que lo ha pensado así, porque Dark Souls III ofrece una experiencia y una belleza visual por encima incluso de Bloodborne, aunque en ciertos momentos se vea lastrado por los altos tiempos de carga, la bajada abrupta de framerate o el constante popping.

Dark Souls III 15
Gráficamente es sin duda el mejor título de la saga

Más que nunca un Souls está centrado en los aspectos multijugador y quizás sea por ahí por donde From Software enfoque sus próximos títulos; ya que tanto la experiencia jugando con compañeros y sobretodo el modo competitivo PvP son una autentica maravilla.

En definitiva, Dark Souls III es lo mejor de toda la saga centrado en un único título que encima ha tenido el acierto de beber de los aspectos que hicieron tan grande a Bloodborne. Esperemos que From Software y Miyazaki no abandonen este género único que tanto nos gusta.

-Gracias Hidetaka Miyazaki, gracias From Software-

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Redactado por:

Me pasé Dragon Quest IV en inglés con 3 años, desde entonces soy un completo apasionado de los juegos de rol japoneses. JRPGs & Dragon Ball lover.