Elegido el 13 de marzo de 2013 en la quinta votación efectuada durante el segundo día de cónclave, el Papa Francisco se enfrenta a una neumonía bilateral que ha provocado que millones de cristianos de todo el mundo se pregunten cómo es el proceso para elegir al nuevo Papa. Un procedimiento que se convierte en un acontecimiento seguido a nivel mundial, de gran relevancia para la Iglesia Católica e incluso inspiración de películas como 'Cónclave', estrenada en 2024/25 y gran favorita de los Oscar 2025.
A través de un rito cargado de tradición y simbolismo, se determina quién será el sucesor de San Pedro y el nuevo líder espiritual del cristianismo. ¿Qué debes saber acerca del proceso?
El cónclave se convoca después de la muerte o renuncia del Papa. Cuando la figura fallece, el camarlengo, la figura responsable de la administración de la Santa Sede en este periodo, certifica su muerte y sella su habitación. Además, se destruye el Anillo del Pescador, el principal símbolo de poder papal.
Acto seguido, se declara el estado de Sede Vacante y comienzan los preparativos para el cónclave, el cual debe empezar entre 15 y 20 días después del fallecimiento del pontífice, nunca después. Durante este periodo, los cardenales de todo el mundo son convocados a Roma.
El lugar de celebración del cónclave es la Capilla Sixtina, en el interior del Vaticano. Solo pueden participar cardenales menores de 80 años, quedando aislados del mundo exterior durante el tiempo que dure el cónclave, sin acceso a móviles, internet u otros medios de comunicación. El objetivo de esta medida es que la decisión que tomen quede libre de posibles influencias.
La elección del nuevo Papa se basa en una votación secreta en la cual cada cardenal escribe en una papeleta el nombre de su candidato, depositándola de inmediato en una urna. A posteriori, se realiza el conteo de votos, teniendo en cuenta que para resultar elegido, un cardenal debe obtener como mínimo dos tercios (2/3) de los votos. En caso de no alcanzar la cifra de votos, se repite el proceso tantas veces como sea necesario.
Probablemente el momento más esperado de la comunidad cristiana sea la fumata, ese símbolo que emplea el humo que sale de la chimenea de la Capilla Sixtina y que indica si el Papa ha sido elegido, o si se debe repetir la votación. Con este proceso, los cardenales siguen quedando aislados del exterior, pero pueden comunicar su decisión:
Cuando el Papa haya sido elegido, el cardenal decano pregunta si acepta su elección; si responde de forma afirmativa, elige el nombre papal que usará durante su pontificado y se viste con sotana blanca. En caso contrario... Ya imaginas, se repite el proceso anteriormente descrito.
Volviendo a la situación de un Papa electo que haya aceptado su cargo, minutos después, el Cardenal Protodiácono sale al balcón de la Basílica de San Pedro y dice en voz alta y bien clara la mítica frase 'Habemus Papam', al mismo tiempo que anuncia el nombre del nuevo Papa. En ese momento, el pontífice sale al balcón y bendice a todos los fieles congregados en la Plaza de San Pedro.
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