El mundo del automovilismo es uno de los más fascinantes de la era moderna y uno que mueve a millones de personas. No es poca la gente que es una gran aficionada a los coches, saben muchísimos de ellos, y no sólo de las prestaciones y modelos de las compañías actuales, sino también están altamente interesados en la historia del automovilismo, orígenes y cómo ha evolucionado la misma. Y es que todos estaremos de acuerdo en que, al menos en diseño, siempre fascina ver un coche de época por la calle, ¿verdad?
Y es que la evolución de los coches ha sido más que evidente, con cambios en los diseños que prácticamente han ido viniendo de década en década. Pero hoy no os voy a hablar de los coches más bonitos de la historia ni de los más rápidos ni de nada relacionado con sus prestaciones de forma directa. Vamos a estudiar un poco de historia, pues os voy a hablar del coche más pequeño de la historia: el Peel P50.
El P50 es un coche fabricado por Peel y producido durante la primera mitad de los años 60 en el Reino Unido, y es considerado el coche más pequeño de toda la historia. De hecho, su tamaño no es su única peculiaridad; como podéis ver en la imagen, sólo contaba con dos ruedas, siendo únicamente una central en la parte trasera. Además, no contaba con marcha atrás, por lo que maniobrar con este coche, a pesar de su tamaño, podía ser realmente un quebradero de cabeza.
¿Tuvo éxito el P50? A pesar de ser un coche histórico, en su día tuvo muy poco éxito comercial. Entre 1962 y 1965 (años de producción del P50), sólo se fabricaron alrededor de 50 unidades, de los cuales se estima que existen en todo el mundo actualmente alrededor de 30. Esto, eso sí, lo convierte en un objeto de coleccionismo muy preciado, pudiendo llegar a pagarse 150.000 euros en subastas por él.
Otro motivo que impidió su éxito fue su precio. Costaba unas 199 libras esterlinas, que serían unos 4.500 dólares actuales. Esto era algo caro para el poco tamaño que tenía el P50, ya que pagando poco más, se podían obtener vehículos más prácticos. Y hablando de esto último, realmente su espacio tan limitado y su falta de marcha atrás lo hacían un coche muy incómodo y poco práctico.
En aquella época ya existían otros microcoches que eran bastante más populares, como es el caso del BMW Isetta, que podéis ver en la imagen que hay sobre estas líneas. Seguía siendo un coche muy pequeño, pero era más económico y más espacioso que el P50, haciéndolo mucho más exitoso que el vehículo de Peel.
Cabe señalar que el P50, a pesar de su característico tamaño, la reversión que Peel lanzó en 2010 está homologado para circular por todo el mundo sin ningún tipo de problema.
El P50 es un microcoche, que es el término que se le ha acuñado a vehículos especialmente pequeños que surgieron y se popularizaron en la segunda mitad del siglo XX. Aunque parezca una cosa del pasado, a día de hoy siguen haciéndose modelos (muy pocos, eso sí), como es el caso del Renault Twizy, que tiene la particularidad de ser eléctrico. Además, también se lanzó una nueva reversión en los años 2010 del Peel P50 con algunas mejoras, pudiendo ser de combustión o eléctrico, pero manteniendo su peculiar y legendario diseño
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