Existen ciertas costumbres en nuestra vida cotidiana que concebimos como algo que siempre ha estado ahí. Sobre todo, con aquellas que se encuentran muy arraigadas dentro de nuestra cultura: desde cosas tan banales como la forma correcta de colocar el papel higiénico en el baño hasta otras más solemnes cómo de dónde viene la tradición de brindar, siendo esta última aquella en la que nos centraremos aquí.
Y es que existen varias teorías sobre dónde nace exactamente el fenómeno del brindis. De esta manera, en este artículo trataremos de dar una explicación al mismo a través de dos teorías: una de ellas está aceptada socialmente, pero no tiene mucho sentido. La otra, en cambio, es menos conocida, pero es la que más papeletas tiene de corresponderse con la realidad. Vamos allá.
La teoría más aceptada procede de un mito que no ha sido confirmado con datos veraces y oficiales y consiste en que en la Edad Media y el Imperio Romano se hacía uso del brindis para evitar envenenamientos. No obstante, la explicación tiene bastante sentido: para demostrar que nadie había envenenado a otra persona en una reunión importante, los participantes del brindis chocaban las copas con fuerza para que el líquido de las mismas se mezclara con las salpicaduras de la bebida, mezclándose entre sí.
De esta manera, todos los integrantes del brindis se aseguraban que había confianza mutua entre todos y ninguna copa estaba contaminada. Eso sí, tal y como decía antes, esta teoría no está confirmada, pero existe otra que tiene mucho más sentido y existen ciertos datos que la apoyan.
Esta otra teoría se encuentra respaldada por ciertos estudios históricos sobre las costumbres que seguían los antiguos griegos y romanos en sus respectivas culturas y, según recogían en National Geographic, todo tiene que ver con un proceso que recibía el nombre de Libaciones.
Este último consistía en que los antiguos griegos y romanos vertían algo de vino en el suelo como ofrenda a los dioses con tal de honrarlos y bendecir la bebida que estaban a punto de tomar. El punto clave aquí tiene que ver con que, antes de derramar el líquido, la costumbre era alzar el vaso hacia el cielo y congregarlos en el punto central de la reunión, lo que a veces hacía que dichas copas chocasen en un brindis no intencionado.
En este mismo sentido, es posible que la costumbre de las Libaciones fuera mutando con el paso del tiempo hasta convertirse en lo que hoy en día se conocen como los brindis que hacemos en la actualidad. En cuanto a la de los envenenamientos, lo cierto es que se trata de una teoría bastante más llamativa, pero no se encuentra sustentada sobre evidencias históricas que la apoyen. ¿De dónde creéis vosotros y vosotras que procede el fenómeno del brindis? ¿Os encaja alguna de estas dos teorías? Os leo en los comentarios.
NOTICIAS RELACIONADAS