Que nadie se asuste, porque Waylon Smithers es gay desde la primera temporada de Los Simpson: el empleado de Burns está enamorado de su jefe, y nunca sabe cómo decírselo. Y lo que es peor: cuando logra verbalizarlo, este no lo llega a comprender o se burla. Pero por suerte, el primer novio de Smithers ha llegado con el octavo capítulo de la temporada 33, y con él, una preciosa historia de amor que abre la puerta a una mayor representación de la comunidad LGTBIQ+.
El guionista lo ha explicado así en una entrevista con New York Post: "poder trabajar con Johnny en este capítulo ha sido como un sueño, y me ha divertido y llenado de satisfacción mucho poder ver lo gracioso y talentoso que es". El joven, por su parte, explica que sentarse a escribir con su padre "ha sido divertidísimo. Y ha habido algunos momentos en los que le decía: 'papá, qué asco... No podemos poner eso en televisión', algo que no me esperaba porque normalmente soy yo el asqueroso".
Me alegro muchísimo que Los Simpson vaya abriéndose al colectivo LGTBIQ+, aunque es cierto que lo hace poquito a poco, sin prisa, quizás de forma muy lenta. Esta serie, que siempre ha estado en la vanguardia a la crítica social, va evolucionando hacia un lugar que, ahora sí, nos encanta.
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