Ryan Murphy e Ian Brennan han demostrado con 'Monstruo: La historia de Ed Gein' que su serie antológica aún tiene vida después del relativo fracaso que fue su segunda temporada, 'La historia de Lyle y Erik Menendez'. Sin embargo, la polémica está servida porque como ya ocurriera en anteriores ocasiones, 'Monstruo' no es tanto una serie documental, como si un drama criminal basado en hechos reales, que se permite ciertas licencias narrativas que no siempre convencen de la misma forma.
Antes de seguir leyendo este artículo, recomiendo que hayas visto los 8 episodios de 'Monstruo: La historia de Ed Gein' para no comerte ningún spoiler de una historia que es un claro 'increíble, pero cierto', a medias.
Todo lo que es verdad en 'Monstruo: La historia de Ed Gein'
Ed Gein existió realmente y fue conocido como 'El Carnicero de Plainfield', un asesino en serie y profanador de tumbas.
Asesinó a dos mujeres: Mary Hogan y Bernice Worden (en 1954 y 1957 respectivamente).
Sí, profanó tumbas en Plainfield, en concreto, más de 40 de ellas.
Aunque parezca increíble, fabricaba objeto con restos humanos, como muebles (esa lámpara que vemos en el capítulo 2), máscaras, ropa, trajes...
Su madre Augusta le influyó de una manera u otra: una figura dominante y represiva que le dijo siempre, hasta morir, que las mujeres eran pecadoras.
Aislamiento y obsesión tras la muerte de su madre, como vemos en los primeros compases de la historia.
Fue declarado no apto mentalmente y recluido el resto de su vida en diferentes centros psiquiátricos.
Inspiró a películas y personajes icónicos, como 'Psicosis', 'La matanza de Texas' o 'El silencio de los corderos'.
Ambiente y reconstrucción fiel de su entorno, con un interesante trabajo narrativo, en el que se combina lo real con lo inventado.
Lo que es falso (o medias verdades) en 'Monstruo: La historia de Ed Gein'
Relación sentimental con Adeline Watkins: ni fue tan extensa ni apenas hubo romance. En la serie se romantiza la relación para dramatizar el personaje.
Asesinato de su hermano Henry: en realidad, nunca hubo pruebas de que esta muerte fuese un asesinato, ni mucho menos que Ed Gein fuese el responsable: la autopsia oficial revela que murió por asfixia durante un incendio (en realidad, esta es la teoría que determina el forense de la serie).
Asesinatos de cazadores, niñera, enfermera... En realidad, únicamente se ha podido confirmar el asesinato de Mary Hogan y Bernice Worden.
Trabajo con niños. Aunque sí que trabajó con niños, nunca los llevó a casa como sugiere la serie. O al menos, no hay pruebas.
Colaboración con el FBI y Ted Bundy: nunca colaboró con esta institución para detener a Bundy en 1978: Gein ya llevaba más de 20 años encerrado.
Todo lo relacionado con Hitchcok y Anthony Perkins no es más que un recurso narrativo que emplea el guion, aunque mucho de lo narrado nada tiene que ver con la realidad.
La polémica detrás de 'Monstruo: La historia de Ed Gein': licencias narrativas que no convencen
La serie mantiene la esencia real de los crímenes y la psicología de Ed Gein, pero añade varios elementos inventados o dramatizados (lo que conocemos como licencias narrativas) cuyo objetivo es reforzar el relato y conectar con todo el legado cinematográfico que dejó el criminal. El resultado es el que ya conoces: una serie basada en hechos reales, pero con licencias narrativas, que busca más reflexionar sobre el horror y la locura, que entregarnos una biografía puramente documental.
Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney Plus y Filmin, mis plataformas de streaming favoritas. Harry Potter, Marvel, DC, James Bond y Fast & Furious, mis películas comerciales preferidas. La vida es bella, mi película favorita. Así soy yo, y así seguiré.