La saga Call of Duty ha pasado unos años en los que se ha mezclado una fórmula que para muchos está en decadencia y varias entregas que se han alejado del corte más clásico por el que se caracterizó la saga bélica. Tras haber iniciado esa tendencia con Advanced Warfare, Sledgehammer Games decide también terminarla tres años después volviendo a la Segunda Guerra Mundial y con un enfoque más tradicional. A continuación veremos si Call of Duty: WWII está a la altura de las expectativas de todos aquellos que confían en el como el triunfal retorno de la saga.
La campaña de Call of Duty: WWII nos pone en la piel de Ronald "Red" Daniels, un soldado americano que se alista en el ejército para combatir a los nazis en Europa. El comienzo ya deja claro que esto va en serio directamente, siendo la primera misión en el "Día D", cuando se produjo el famoso Desembarco de Normandía en la playa de Omaha. Este asalto fue un punto de inflexión en la guerra, el cual permitió recuperar terreno del ejército alemán. Nuestro objetivo será llegar hasta el Rin para poder presionar a Alemania y así hacer que las tropas enemigas retrocedan para ganar la guerra.
Este modo historia derrocha una gran calidad a lo largo de sus 11 capítulos y el epílogo final. No sólo acompañaremos a Daniels a lo largo de Francia y Alemania, sino que en ciertos momentos veremos la guerra a través de los ojos de miembros de la Resistencia francesa en misiones de infiltración o de otros frentes del ejército. No libraremos solo las batallas a pie, ya que en ocasiones manejaremos un tanque o seremos un piloto de combate librando una batalla aérea. Aunque estos momentos son mínimos en comparación con las batallas a pie, cabe destacar lo entretenidas que son y que aportan mucha variedad a la campaña de una saga que se veía atascada los últimos años.
Sledgehammer Games también ha innovado en ciertas mecánicas de juego, ya que ahora contaremos con una barra de vida que no se regenera con el tiempo, sino que tendremos que usar botiquines limitados para poder curarnos. Esto va ligado al sistema de compañeros en la campaña, que tienen un medidor que se llena progresivamente y que, una vez lleno, nos concederán ventajas como botiquines extra, reponer las granadas o ataques aéreos. En las misiones se han incluido también los llamados "recuerdos", coleccionables que muestran objetos e historia de la Segunda Guerra Mundial, y los actos heroicos, acciones que nos conceden bonificaciones a la hora de completar las misiones.
Cabe destacar sin duda alguna la gran calidad gráfica que tiene Call of Duty: WWII en su modo campaña especialmente. Los paisajes y ciudades están recreados de manera milimétrica y lucen maravillosos en una PlayStation 4 estándar. Destacan también las escenas de destrucción y el realismo con el que se han llevado a cabo, bien sea destruyendo edificios o árboles de un bosque cayendo. La tase de frames sufre a veces debido a esto y la consola suena demasiado, lo que añade algo negativo al excelente apartado gráfico. Respecto a la duración, podremos completar la campaña en unas 5 horas con dificultad profesional, algo demasiado breve teniendo en cuenta el historial de la saga.
El multijugador de Call of Duty: WWII ha apostado por un enfoque bastante más social y visual gracias a los cuarteles generales, un nuevo formato de sala de espera donde se desarrollan todas las acciones del modo multijugador. En este amplio campamento podremos esperar con nuestros amigos, acceder al campo de tiro, prestigiar y practicar con las rachas de bajas entre otras cosas. Este ha sido uno de los mejores añadidos al multijugador de Call of Duty, ya que aporta un poco de aire fresco a las clásicas salas de espera.
Contamos con un sistema de divisiones que se caracteriza por dar determinadas ventajas a los tipos de armas que usemos: Infantería, Aerotransportada, Blindada, Montaña y Expedicionaria. El sistema de clases no tiene las limitaciones de espacio habituales, salvo la elección de una sola ventaja, ya que en función de la división en la que estemos podremos ir incorporando más si subimos de nivel la división en sí. Por ejemplo, Infantería en fusiles incorpora una bayoneta para una muerte cuerpo a cuerpo de un golpe y un tercer accesorio.
Toca hablar de algo que parece fijo para la eternidad en la saga, los suministros. Ganaremos suministros cada vez que subamos cinco niveles, nos toquen aleatoriamente tras una partida o completemos órdenes y contratos. Estas órdenes y contratos son desafíos temporales que consisten en completar ciertos requisitos, bien ganar partidas o hacer determinadas bajas, para así darnos suministros o experiencia. De momento, los objetos son puramente cosméticos y sirven para desbloquear modelos de armas que no afectan a la jugabilidad, pero esto sirve como excusa para poner un montón de objetos innecesarios con tal de incentivar que la gente juegue a por estos suministros.
El juego cuenta con nueve mapas multijugador y otros tres dedicados exclusivamente al modo de juego Guerra. Los mapas son variados y los jugadores tendrán que adaptarse a las circunstancias a la hora de escoger clases. El juego no lleva ni una semana en el mercado, por lo que combinar jugadores no adaptados a los mapas con escenarios con muchas ventanas y puestos fijos elevados es una combinación que de primeras fomenta el quedarse quieto, pero es algo que esperemos que mejore en un futuro próximo. También tiene ligeras dificultades al encontrar partidas en grupo y los tiempos al salir de una partida y quedarse en marcadores son muy extensos, por lo que convendría que Sledgehammer Games revisara eso.
Finalmente, un modo que se está volviendo característico de la saga se ve renovado para distanciarse de los popularizados por Treyarch. Los zombis nazis de Call of Duty: WWII nos rodean esta vez en un pueblo de Mittleburg, Alemania, donde tendremos que investigar unos cuadros robados durante la guerra, pero a su vez nos encontraremos unos terribles experimentos y criaturas que nos perseguirán de manera incansable. El único mapa en condiciones que podemos encontrar en este modo es "El Último Reich", ya que lo demás es un prólogo que sirve de tutorial y una casa que es un mapa de supervivencia. Algo muy escaso teniendo en cuenta las anteriores entregas de zombis.
Este modo se ha visto afectado terriblemente por la fórmula moderna de Call of Duty: crear clases, usar suministros, cambiar ventajas... Todo esto hace que pierda gran parte de la esencia que era el modo zombis que tanto gustó en la saga, ya que un jugador iba a ese modo para olvidarse del estilo del multijugador y meterse directamente a una partida sin devanarse los sesos pensando con que iba a equiparse, sino qué estrategia iba a seguir dentro del propio mapa. Además, en este único mapa, cuyo diseño es bastante bueno, tenemos una serie de misiones que realizar y objetos que conseguir que no hacen más que desvanecer la idea original del modo zombis: sobrevivir y avanzar en lo desconocido.
Un gran punto a favor que tiene el modo de zombis nazis es que estos se han recreado de manera muy terrorífica y sin duda es la entrega que más miedo puede llegar a producir de los últimos años. Mecánicas como zombis cayendo de las zonas altas justo delante de ti o las nuevas variedades como la "ronda de perros" con zombis rápidos mutilados son todo un acierto, además de estar excelentemente acompañadas con una música muy tensa. En resumen, la "fórmula" se mantiene con las ventajas y las armas pero el modo zombis se ha vuelto algo mucho más complejo de lo que en realidad debería ser.
Las expectativas estaban muy altas con Call of Duty: WWII, ya que muchos lo veían como el punto de ruptura que iba a acabar con las entregas de guerra futurista e iba a hacer que la saga volviera a los orígenes. Bien es cierto que la jugabilidad sin los jet-packs se agradece, pero la saga sigue teniendo cosas en la actualidad que ya no serán como el pasado, bien sean los suministros y todo lo que ello conllevan o la complejidad en el modo zombis.
Sin duda alguna, Call of Duty: WWII es una mejora absoluta en comparación con las entregas que hemos visto en los últimos cuatro años con su jugabilidad y su estilo garantiza horas y horas de entretenimiento en el modo multijugador y en su elaborada campaña. Aunque tenga varias cosas que pulir, es todo un gusto ver como Call of Duty vuelve a sus orígenes.