Ya se encuentra entre nosotros Automatron, el primero de los tres DLCs anunciados para Fallout 4 en el que Bethesda ha optado por cambiar lo que venía haciendo con los packs de contenido y ha decidido no llevar la acción a ningún territorio nuevo, sino traernos a nuestro Boston al propio enemigo. Cabe destacar desde un principio que, a pesar de las varias misiones y trama argumental que incluye, el punto fuerte es ajeno a todo esto y se centra en la personalización de nuestros compañeros robóticos. Pero entonces, ¿merece la pena este DLC? Acompañadnos para descubrirlo.
La historia de Automatron nos sitúa en las tierras que ya llevamos unos cuantos meses explorando, en el Boston que ya conocemos de sobra; sin embargo, hay un nuevo enemigo, el misterioso Mecanista que está atemorizando a toda la población con su imparable ejército de robots asesinos que matan sin compasión a los habitantes del yermo mientras reproducen mensajes de ayuda y solidaridad.
Todo comienza cuando conocemos a Ada, la única robot superviviente de una caravana que fue atacada por un grupo de estas máquinas despiadadas, y nos explica exactamente qué es lo que está ocurriendo. Aquí comenzaremos a cooperar con esta compañera, la cual está dotada de una inteligencia artificial tan potente que llega a desear no tenerla, para llegar al fondo del asunto y detener al Mecanista, salvando así a nuestros compañeros del yermo.
La historia está increíblemente bien planteada y, como tantas otras veces en la saga Fallout, se centra en la lucha entre la vida orgánica y la artificial, así como entre sus formas de ver el mundo y comprender lo que ocurre, involucrando sentimientos. Sin embargo, este buen comienzo no tarda en irse al garete con un final precipitado que deja bastante que desear; y aquí se nota que Bethesda buscaba un DLC pequeño (y barato), ya que la idea original era buena, pero se nota que se ha cortado por la mitad para no pasarse con el contenido.
Sin embargo, como ya es habitual y no podía faltar, es una delicia encontrar historias ocultas, contadas a través de entradas en antiguos terminales y alguna que otra pista visual. Es cierto que tal vez no aporten nada a la jugabilidad ni al apartado narrativo como tal; pero sin ninguna duda se lo aportan a la experiencia de juego, ya que premian la exploración, que nos fijemos en cada detalles y hacen que nos sintamos auténticos descubridores de los macabros planes de las grandes corporaciones que dominaban el mundo antes de la caída de las bombas.
Metiéndonos más de lleno en la jugabilidad y las novedades que se incluyen en este pack de contenido, encontramos que se nos ofrecen unas cuantas misiones que nos hacen explorar dos nuevas "mazmorras" y enfrentar a tres bosses. A pesar de que los lugares que visitamos en Automatron están bien construidos y son llamativos visualmente, lo cierto es que no llegan al nivel de lo que pudimos ver en la historia principal del juego base. De todas formas, el hecho de incluir, no solo la facción enemiga formada por el Mecanista y su ejército, sino una nueva facción neutra en este conflicto como son los Diablos del Óxido, hace que las dungeons que debemos superar se vean más distintas y se note un toque de frescura; aunque realmente estos nuevos enemigos peleen como todos los demás, pero con armaduras robóticas y armas de energía.
Sin embargo, el punto fuerte de esta expansión y lo que le confiere, al menos en mi opinión, casi todo el valor que tiene es el nuevo sistema de creación y personalización de compañeros robóticos. Se nota que esto es en lo que Bethesda ha puesto más énfasis a la hora de diseñar Automatron ya que en la propia historia de este DLC se te obliga en varias ocasiones a personalizar robots con distintos fines y todos los lugares y enemigos con los que acabas te proporcionan las piezas necesarias para ello. Resulta muy gratificante dar rienda suelta a nuestra creatividad escogiendo cómo queremos que sea nuestro compañero a nivel de armamento, de características como tamaño o velocidad y, en definitiva, combinando partes de robots, tanto nuevos como conocidos en Fallout, para crear nuestro compañero definitivo (y de color rosa). Por supuesto, todos estos nuevos aliados se pueden utilizar fuera del DLC e incluso, suponemos, podrán irse con nosotros a las aventuras que nos esperen en otros packs de contenido.
En cuanto a lo que se lleva nuestro personaje para él, no encontramos demasiado. Tenemos un par de armas raras no más poderosas que las del juego base (cosa que, personalmente, agradezco mucho) y una nueva y visualmente espectacular servoarmadura que recuerda, en cierta medida, a las usadas por el Enclave en Fallout 3 y New Vegas (que el nombre sea el mismo no es una casualidad).
La dificultad de esta pequeña campaña es muy similar a la de Fallout 4 y si habéis alcanzado el nivel necesario para acceder a la historia de Automatron (por debajo del nivel 15 no se puede jugar) no os costará demasiado; al menos no hasta la última pelea. Y en este punto fue donde me quedé más asombrado, ya que todo el DLC es bastante sencillo, habiendo algún momento más tenso que requiera de un par de intentos, pero al llegar a la última pelea, en lo más profundo de la guarida del Mecanista, la dificultad se dispara de una forma bastante absurda. Hay una cantidad de enemigos apabullante en un entorno cerrado con no demasiados escondrijos, robots con ataques impredecibles que son prácticamente instakill y una duración de unos 15 min para esta única pelea. Tal vez sea para forzarnos a usar las nuevas armas (que en esta situación son muy efectivas) o hacernos ver que darle un buen armamento a nuestro compañero robot es importante de verdad, pero lo cierto es que no acabo de entender el porqué de ese pico de dificultad.
Por su parte, la duración puede que deje a más de uno algo frío y es que en unas 4 horas podemos acabar sin ningún problema la historia. Sin embargo, vuelvo a remarcar que esa no es la parte importante del DLC, y la gracia es pasarnos horas rebuscando basura en el yermo para poder experimentar con nuestros amigos robóticos y conseguir el compañero ideal. Teniendo esto en cuenta, la duración del DLC como tal, podría estirarse bastante, incluso hasta unas 10 o 12 horas, todo depende de cómo de perfeccionistas seáis en ese aspecto.
En resumen, Automatron es un DLC que aporta más de lo que a priori pueda parecer pero que, por desgracia, se ha quedado en un contenido prescindible que tal vez no demasiada gente juegue por culpa de ser precisamente un DLC. Estoy convencido de que los expertos en el mercado de Bethesda saben qué es lo que tienen que vender al gran público, pero yo, personalmente, hubiera preferido que las grandes ideas de Automatron se mostraran con mayor profundidad, aunque para ello hubiera tenido que desembolsar más dinero.
En cuanto a los sonados y ya famosos bugs de Bethesda, en mi experiencia no puedo comentar nada ya que no me he topado con ninguno; sin embargo, soy consciente de gente (hablo de conocidos, no críticas, muchas veces sin fundamento, encontradas en Internet) que sí ha sufrido molestos glitches que empeoraban la experiencia. Aún con todo esto, Automatron no es para nada malo y, al menos desde mi punto de vista, ofrece suficientes novedades y horas de juego como para merecer la atención de cualquier persona que haya disfrutado de Fallout 4.