Hace ya 3 años que llegaba al mercado The Evil Within, una peculiar apuesta por el survival horror de la mano de la desarrolladora Tango Gameworks, contando como cabeza visible del proyecto con el veterano del género Shinji Mikami. Desde el comienzo este título tuvo una recepción mixta debido a algunos errores, pero a pesar de ello, y gracias al trabajo de actualizaciones poslanzamiento, los resultados económicos y los fans que la obra fue acumulando a lo largo del tiempo la convirtieron en todo un éxito para Bethesda, editora del juego, que no tardaba en declarar la posibilidad de que contara con una secuela.
Ahora, en 2017, es cuando esta secuela se hacía oficial durante el E3 de Bethesda, dejando por el camino algunas sorpresas como la ausencia de Mikami, a quien sustituye en esta ocasión el joven John Johanas. Tras ver todo el material que ha ido publicando Bethesda a lo largo de los últimos meses y teniendo la suerte de haberlo probado hace unas semanas, la expectación por este título de terror está por las nubes. Pero, ¿cumple The Evil Within 2 con lo prometido? Si queréis conocer la respuesta armaos con todo lo que tengáis y preparaos para sufrir, porque empezamos nuestro análisis de The Evil Within 2.
Lo primero que debemos remarcar al hablar de The Evil Within 2 es que se trata de una secuela directa del juego original. Sin embargo, la historia tiene su propio cauce y, aunque es recomendable haber jugado a la precuela para comprender algunas cosas, perfectamente podemos disfrutar de esta obra y entender todo lo que en ella se nos cuenta sin hacerlo, puesto que la mayoría de detalles importantes aparecen explicados brevemente.
The Evil Within 2 nos coloca en la piel de Sebastián Castellanos, el mismo detective de policía que controlábamos en la primera entrega, pero venido a menos con el paso del tiempo y la supuesta muerte de su hija Lily. Y sí, decimos supuesta porque precisamente el comienzo del título nos hace descubrir que Lily no está muerta, sino que sigue con vida, y es ello lo que nos hace adentrarnos en la ciudad de Union, un mundo virtual creado por la compañía Mobius. Pero las cosas dentro de Union no son como las pintan y algo sale terriblemente mal, pues nos encontramos en una ciudad desolada, llena de monstruos y criaturas de lo más grotesco que campan a sus anchas y no dudarán en atacar a todo lo que se cruce ante sus ojos.
En este sentido, la historia de The Evil Within 2 no es precisamente innovadora (ir a una ciudad plagada de monstruos a recuperar a nuestra hija suena a algún otro survival horror de los clásicos, ¿no?) pero es más que suficiente para plantar las semillas de una experiencia de terror. Destaca que a lo largo de toda la aventura, a pesar de que no hay giros locos en el guión, nos encontramos con una historia bien construida y que, aunque a veces puede resultar algo confusa, resulta bastante agradable vista en conjunto. Además, para todos los fans del primer juego, se incluyen numerosos detalles y ciertos comentarios de los personajes que recordarán hechos muy concretos de la precuela, cosa que se agradece bastante.
Como añadido a esta historia y siendo una de las novedades respecto al juego original nos encontramos con la inclusión de diversos objetivos secundarios con los que The Evil Within 2 saca partido a las zonas de mundo abierto que posee. A través de estos objetivos accedemos, no solo a recompensas que nos ayuden a avanzar, sino a conocer mejor a algunos de los personajes, a descubrir los secretos que ocultan los habitantes de Union y, en general, a enriquecer la experiencia haciendo más profundo el universo del videojuego.
Desde el punto de vista jugable, The Evil Within 2 supone un gran paso adelante, al menos sobre el papel, respecto a su predecesor. Desde el primer momento en el que pudimos jugar quedamos sorprendidos por la inclusión de todo un mundo abierto que sale a relucir en determinados capítulos y que contrasta con el terror pasillero del The Evil Within original, que también se encuentra presente en algunos de los capítulos de esta secuela. Este mundo abierto abre una puerta nueva a la exploración tanto para investigar algunos edificios de la ciudad como para buscar rutas alternativas por Union con las que evitar las aglomeraciones de monstruos que pueblan las calles.
En cuanto a cómo y cuándo se incluye este mundo abierto nos encontramos con un gran trabajo por parte de Tango Gameworks, consiguiendo que las zonas en las que se nos ofrece la libertad se adecuen al contexto y la situación, evitando cargarnos de objetivos y largas misiones secundarias como si se tratara de un juego de rol, cosa que se agradece mucho. Junto a la inclusión de las zonas abiertas encontramos otra de las grandes novedades, que es el sistema de crafteo y que, a fin de cuentas, va de la mano con todo lo comentado hasta el momento.
Gracias a la inclusión de las zonas abiertas y el hecho de favorecer la exploración se ha podido incluir un sistema de crafteo que nos permite crear algunos elementos útiles a partir de los recursos que encontramos desperdigados por la ciudad de Union. The Evil Within 2 nos da diversas opciones, dejando que creemos estos elementos en cualquier momento, pero haciendo que consumamos menos recursos cuando lo hacemos desde una de las mesas de trabajo que encontramos repartidas por el mapa. En estas mesas nos encontramos también con la opción de modificar nuestras armas con las piezas que, de nuevo, encontramos explorando. Ambos aspectos, tanto el de la modificación como el del crafteo resultan fundamentales para aprovechar lo que el juego nos ofrece y superar los retos más difíciles. Porque sí, The Evil Within es un juego que, sin ser especialmente difícil, se basa en la supervivencia.
El núcleo jugable de esta obra no se orienta a la acción y, aunque los controles para el combate han mejorado mucho respecto al juego original, sigue siendo indispensable hacer uso del sigilo y regular los combates en los que nos metemos porque, en primer lugar, no es fácil acabar con grupos grandes de enemigos; y en segundo lugar, los recursos con los que contamos a nivel de botiquines y munición son muy limitados. De esta forma, sin subir necesariamente la dificultad en exceso, se consigue una experiencia tensa y que obliga a jugar con cabeza.
Sin embargo, la inclusión del mundo abierto conlleva algunos problemas también. En un juego en el que es importante la sensación de terror no es nada fácil mantener dicho objetivo cuando el jugador tiene más libertad de la cuenta, y eso es algo que sale a relucir en The Evil Within 2. Las zonas de mundo abierto provocan algunas situaciones en las que la cámara no se comporta de la mejor forma posible, algunos elementos del escenario muestran sus fallos, las animaciones crean momentos injustos, se nota la menor variedad de enemigos y, sobre todo, la terrible IA se luce más de la cuenta. De esta forma, a pesar de que el mundo abierto no es malo per se, sí que saca a relucir las debilidades del título, ofreciendo la peor cara posible de The Evil Within 2.
En contraposición con las nuevas zonas abiertas nos encontramos con capítulos (entre los que se incluye casi toda la segunda mitad del juego) que respetan el esquema más "clásico" y se basan en pasillos con algunos enemigos y bosses. Estos niveles sí que funcionan a la perfección y, justo al contrario de las zonas abiertas, enaltecen las bondades del juego a nivel técnico (en especial con un estupendo trabajo de iluminación) y jugable.
Como bien os adelantábamos, uno de los grandes aciertos de The Evil Within 2 se encuentra en el apartado visual, en donde ha dado un enorme salto respecto a su precuela. Es cierto que a nivel de modelados y texturas no es de lo mejor que podemos encontrar, pero este hecho se compensa con creces con un gran apartado artístico que sale a relucir en los capítulos más lineales. El trabajo a nivel de diseño ambiental se nota y se lleva un paso más allá gracias a una espectacular iluminación que, además de lucir bien, es capaz de guiarnos por los escenarios. En cuanto al diseño de los enemigos, la obra de Tango Gameworks tiene cara y cruz; por una parte el diseño de los enemigos normales (que son bastante poco variados) resulta poco inspirado y no muestra ninguna criatura que no hayamos visto antes. Sin embargo, en la parte más positiva está el diseño de los jefes, los cuales sí son auténticamente originales y consiguen transmitir una sensación de miedo, asco y lástima a simple vista.
Pero todo esto viene aderezado con un apartado sonoro realmente espectacular a todos los niveles. Los temas de la banda sonora son muy buenos y encajan a la perfección con cada uno de los momentos; pero lo mejor viene con los efectos. Desde el sonido ambiental presente de manera constante cuando recorremos la ciudad de Union y sus instalaciones hasta los pasos y la respiración de algunos enemigos, todo se encuentra espectacularmente cuidado. Y puede parecer una tontería, pero el sonido es uno de los pilares con los que The Evil Within 2 construye una experiencia de terror.
En cuanto a aspectos más técnicos, hemos de reconocer que la versión jugada, que es la de PC, rinde a la perfección. Si bien puede haber algunos problemas de popping en las zonas abiertas, apenas nos hemos encontrado con otros problemas de carácter técnico; el framerate es muy estable, la optimización es buena, los controles han mejorado mucho y los tiempos de carga son minúsculos. En ese sentido, Tango Gameworks ha hecho un gran trabajo.
Respecto a la duración nos encontramos con un título en el que este aspecto puede oscilar bastante debido a las zonas abiertas, la posibilidad de explorar la ciudad de Union o no y la diferencia en los niveles de dificultad. En total, The Evil Within 2 cuenta con 17 capítulos y, en nuestro caso, hemos tardado unas 14 horas en completarlo. Pero, de nuevo, esto probablemente dependa mucho de la intención de cada uno.
The EVil Within 2 es un juego que no se conforma con expandir lo visto en el juego original, sino que da el valiente paso de ir más allá a nivel jugable con la inclusión de zonas abiertas. A pesar de que este paso no haya salido todo lo bien que desearíamos, la construcción e inclusión de estas zonas es buena. Junto a ello, los pilares de lo nuevo de Tango Gameworks son una jugabilidad basada en el sigilo y la supervivencia con algunos toques de acción y una historia que, sin volarnos la cabeza, consigue mantenernos pegados a la pantalla todo lo que dura esta aventura. Todos sus elementos tienen unas referencias claras como el terror de Silent Hill, o algunas de las mecánicas de sigilo y crafteo de The Last of Us; pero consigue sobreponerse a ellas para tener personalidad propia y resultar una apuesta muy contundente.
Es cierto que el juego no es perfecto, algunas situaciones pueden ser injustas, la variedad de enemigos no se acerca a lo que querríamos y la IA deja mucho que desear; pero si nos alejamos un poco y vemos el conjunto, Tango Gameworks ha logrado crear una obra en la que los aciertos pesan mucho más y, a la hora de jugar, consigue engancharnos con su historia y su espectacularidad visual a través de los entornos que exploramos.
The Evil Within 2 es una obra que se erige por encima de sus aciertos y fallos para resultar una de las mejores experiencias de terror que hemos podido disfrutar en los últimos años, construyéndose desde la base con cabeza y sin utilizar sustos fáciles. Un juego que te atrapa de principio a fin con una propuesta poco común en el mercado actual y que, sin duda alguna, conseguirá enamorar a todos los fans del género. Tango Gameworks tiene entre manos una saga llamada a convertirse en material de culto; y buena prueba de ello es este The Evil Within 2, un título que impresiona desde el primer minuto.