Bandai Namco ha anunciado una nueva entrega de la saga Kamen Rider, que es en Japón una especie de Power Rangers bastante famosos y que hace poco tuvo una entrega centrada en sus propias figuras NFC llamada SummonRide. Este nuevo juego se llama Kamen Rider: Battride War Creation y está en desarrollo para PlayStation 4, PlayStation 3, y PlayStation Vita y saldrá en Japón en 2016.
De hecho la compañía ha especificado que este será uno de sus juegos para el próximo Tokyo Game Show, donde se podrá ver por primera vez. Incluirá personajes de diversos arcos argumentales de la serie, como la Era Heisei (Drive, Mach, G3X, Knight, Kaiser, Garren, Ibuki, Gatack, Zeronos, E-X-A, Kuuga, Diend, Eternal, y Ghost), y la Era Showa (Kamen Rider 1, Kamen Rider 2, V3, X, Amazon, Stronger, Sky Rider, Super 1, Black, y Black RX), entre otras. No se espera que llegue a occidente ya que solo en 2009 llegó una temporada de su anime con escaso éxito.
CONTENIDO RELACIONADO
Se trata de una estrella que ya ha repetido presencia en anteriores portadas de la franquicia de Electronic Arts
La compañía japonesa deberá afrontar una demanda judicial que llega directamente desde Holanda
La división de videojuegos de Xbox se verá afectada por los despidos preparados por Microsoft
Se trata del juego que hará especial uso de las nuevas funciones delos Joy-Con 2
La nueva colaboración entre Meta y Xbox da como resultado el primer modelo personalizado de Quest, con estética Xbox y acceso instantáneo al juego en la nube
Incluso sin haber mostrado demasiado, Resident Evil Requiem está sabiendo convencer a los jugadores.
Corre para hacerte con este juegazo gratis y con su secuela al 94% de descuento.
En aproximadamente una semana, los títulos gratis de junio serán sustituidos por los de julio
En agosto saldrá otro título exclusivo para la consola de PlayStation, pero también llegará a PC
Con ella, esta es la única forma que existe de iniciar Concord y jugarlo
Se trata de uno de esos juegos que todo amante del género debería jugar en algún momento de su vida
Nunca hay que alegrarse con los despidos, pero es que se vea venir de lejos