Puede que algún dualshock 4 haya sufrido las consecuencias de la dificultad de Bloodborne y es por ello que hoy os vamos a explicar un pequeño truco que permite reducir significativamente la dificultad del juego.
Hasta el momento no había forma ni de bajar ni de subir la dificultad de una partida, ya que el juego por defecto nos proporciona el standard de dificultad que From Software ha querido aplicar.
No obstante hay una opción que no conlleva el uso de ningún bug ni fallo del juego para reducir la dificultad del mismo hasta niveles donde los enemigos ni aciertan en sus ataques y apenas esquivan los nuestros.
Tal y como explica Meatballz, activar el "modo fácil" de Bloodborne es tan fácil como mantener la consola encendida, con el juego ejecutándose, durante 12 o más horas, sin que la PlayStation 4 entre en modo reposo ni que el mando se quede sin batería. Ante esta situación el juego detecta que en ese tiempo no hemos podido avanzar ni eliminar a ningún enemigo por lo que hace un re-ajuste de la dificultad del mismo. Tal y como podéis ver en los vídeos, no hay punto de comparación.
Os recordamos finalmente que Bloodborne fue escogido por los miembros de la redacción como juego del mes.
Los vídeos podrían contener spoilers del juego:
Boss en dificultad normal
Boss en dificultad fácil
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