¡Ojito! Empezamos el día con un tipo de noticia que no nos gustaría leer, pero al fin y al cabo son cosas con las que hay que lidiar. Haciendo, como ya sabéis, mi rutina de lectura mañanera por la red, me he encontrado con esta noticia en GamingBolt: el estudio detrás de The Callisto Protocol despide a más de 30 empleados.
Como si el karma de los videojuegos hubiera golpeado a Striking Distance Studios con una lluvia de desgracias, el desarrollador de The Callisto Protocol ha decidido que la mejor manera de asegurar el éxito de sus proyectos presentes y futuros es deshaciéndose de más de 30 empleados. Claro, tiene todo el sentido despedir a tu propio equipo cuando las cosas no van tan bien como esperabas.
Según la declaración oficial del estudio, están "reajustando las prioridades" para garantizar el éxito. Claro que sí, la mejor manera de garantizar el éxito es despedir a la gente que trabajó arduamente en tus proyectos y que, sin duda, tenía la culpa de todo. No, no es que la dirección, las decisiones creativas o la gestión pudieran haber sido un factor en absoluto.
El desafortunado drama no pasó desapercibido en las redes sociales, donde Twitter se encargó de darle la noticia al mundo. Y por si alguien tenía dudas, IGN vino a confirmar que efectivamente Striking Distance Studios había decidido dar el hachazo.
Parece que The Callisto Protocol, su proyecto más grande hasta la fecha, no ha tenido el impacto deseado. Después de invertir una cifra astronómica de $162 millones en desarrollo (sin incluir el marketing), las proyecciones de ventas internas cayeron desde 5 millones hasta solo 2 millones para finales de 2023. Sin duda, un duro golpe a la moral del equipo, no me sorprendería que algunos miembros del estudio estuvieran buscando una puerta de escape incluso antes de ser despedidos.
Lo que más me "descoloca" es cómo, después de despedir a tantos empleados y provocar una ola de indignación, el estudio asegura que su "prioridad máxima" es apoyar a los miembros del equipo afectados. Con un buen paquete de despidos todo se soluciona. Eso debería devolverles la confianza en el estudio y en la industria de los videojuegos en general.
En fin, así es el mundo del desarrollo de videojuegos, donde el éxito efímero y las decisiones cuestionables parecen ser moneda corriente. Solo espero que los talentos despedidos encuentren nuevos horizontes donde sus habilidades y esfuerzos sean verdaderamente apreciados. Y para Striking Distance Studios, bueno, tal vez en el futuro reconsideren su estrategia de "reajuste de prioridades" y aprendan a valorar a su equipo antes de que se queden solos jugando su propio juego.
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