¿En qué ciudad y época histórica se desarrolla Mafia: The Old Country? Esto es lo que se sabe hasta ahora

Con permiso de GTA VI, Mafia: The Old Country ha sido una de las presentaciones más comentadas de la semana, pero 2K Games ha dejado algunas cosas en el tintero. Sabemos que el título se aleja radicalmente de los escenarios vistos en las entregas anteriores. Pero, ¿en qué entorno nos sumergirá esta entrega? Según detalla la web oficial del juego, esta precuela se ambienta en una década convulsa y de máxima tensión histórica, en plena reconstrucción tras la Primera Guerra Mundial, con bandas criminales emergiendo entre las ruinas de una sociedad quebrada.

Es en este marco donde conoceremos a Enzo, un joven decidido a abrirse paso entre la violencia y el código de honor que rige el mundo clandestino de su isla natal, la bella Sicilia. La ambientación, situada en el año 1920, promete una mirada más íntima y brutal al nacimiento de la mafia, mucho antes de que los trajes caros y los rascacielos de Norteamérica definieran el crimen organizado tal y como lo conocemos hoy.

El nacimiento de una leyenda mafiosa

La historia de Enzo transcurre en una era donde el dominio del estilete era letal, la Lupara era el arma predilecta, las vendettas duraban años y los mafiosos vigilaban sus territorios caminando, montando a caballo o conduciendo autos antiguos de principios del siglo XX.

Esta elección de 1920 no es casual. Hablamos de un periodo real donde los clanes familiares comenzaron a estructurarse con fuerza en el sur de Italia, marcando los orígenes del fenómeno mafioso moderno. El juego propone una historia más contenida y cinematográfica, donde cada decisión de Enzo puede cambiar el rumbo de su destino y el de su familia. Esta entrega, lejos de la fórmula del mundo abierto, opta por una narrativa guiada en la que cada escena importa.

La promesa de Hangar 13 es clara: ofrecer una experiencia cruda, personal y sin filtros. Una historia que muestra cómo un joven siciliano puede convertirse en leyenda, o morir como otro nombre olvidado en una tumba sin marcar. Todo ello, enmarcado en un estilo visual que rinde homenaje a los clásicos del cine negro, pero con el músculo técnico de la nueva generación.