Querido diario: llevo ya unos ¿dos? días sin tocar Overwatch. Por no tocar no he tocado ni el Battle.Net, así de lejos he estado del juego. ¿Que si lo he echado de menos? Pues sí, pero automáticamente se me vienen a la mente imágenes sangrientas de torretas y Bastion y se me pasa al momento. Ya hasta tengo pesadillas con esta clase de personajes, y cada vez me cuesta más despertar y librarme de ellas.
¿Creéis que llevo bien mi diario? Yo pienso que podría ser un poco más dramática todavía, y así me saldría el libro perfecto. De aquí al éxito literario. No os preocupéis, me acordaré de todos vosotros cuando esté en la cima. Pero de momento estoy en el suelo, y tampoco es que esté mal, porque así disfruto de las locuras que viven los jugadores de Overwatch, como esta que os traigo hoy.
¿Qué os ha parecido? A mí no me ha pasado nunca algo semejante a esto, pero si alguna vez toca la flauta, me voy a caer de la silla de la risa que me voy a pegar.
NOTICIAS RELACIONADAS