Los datos del mercado estadounidense, uno de los más importante del sector, nos dieron, durante el pasado mes de noviembre, una caída en picado del nuevo Call of Duty: Infinite Warfare el cual, durante el mismo período de tiempo, ha tenido casi la mitad de las ventas que Call of Duty: Black Ops 3, comparando ambas ediciones en formato físico.
Por otro lado, esta caída de aproximadamente el 51% de las ventas se ve equilibrada, según los analistas, con un aumento de ventas en el formato digital, algo cada vez más usual, sobre todo en juegos que, como es el caso, son de corte anual. Aún así, las ventas siguen estando por debajo de las expectativas.
Además, el hecho de que exista un período de tiempo tan corto entre Modern Warfare Remastered e Infinite Warfare, también ha tenido una clara influencia ya que el comprador ha preferido, en la mayoría de las ocasiones, hacerse con la edición digital del videojuego frente a la física, en la que es necesario introducir el disco de Infinite Warfare para jugar al remaster.
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