
Vale, Metacritic acaba de soltar su lista anual de juegos basura y este año hay perlas. Y cuando digo perlas me refiero a truños como puños que te hacen preguntarte quién coño dio luz verde a estos proyectos. Lo mejor es que tenemos de todo: desde un ex-productor de GTA que se ha pegado el ostión del siglo hasta Nintendo intentando cobrarte por enseñarte a usar los mandos. Vamos a repasar los cinco más cutres porque da gustito ver desastres ajenos.
El peor juego del año es MindsEye, que ha sacado un 37 de nota. Para que te hagas una idea de lo brutal que es eso, solo ocho juegos de toda la década de 2020 han conseguido una nota tan baja. Y eso que han salido verdaderas porquerías estos años. Lo dirigía Leslie Benzies, que venía de producir Grand Theft Auto, así que la gente tenía expectativas. Pues nada, fracaso absoluto.
Lo mejor es el contexto del desarrollo. Por lo visto los trabajadores del estudio Build a Rocket Boy se quejaban constantemente de que nadie les hacía ni puto caso. Literal, decían que se reían de ellos cuando expresaban preocupaciones. Benzies quería que MindsEye fuera su gran bombazo narrativo y al final acabó siendo un desastre con despidos masivos. Típico de la industria, vaya. "Estamos aprendiendo y creciendo" dijeron después. Claro, aprendiendo después de echar a la mitad del equipo.
En segundo puesto está Tamagotchi Plaza con un 43, y este tiene su gracia porque las primeras dos horas engañan bastante. Empiezas jugando y piensas "oye, esto no está mal". Y luego te das cuenta de que esas dos horas que has jugado son literalmente todo el contenido del juego. No hay nada más. Se acabó. Fin.
Es tan repetitivo que duele, no tiene profundidad ninguna y los chistes que intenta meter caen planos como una tabla. Vamos, que han cogido una IP súper conocida como Tamagotchi y han sacado probablemente el juego más fino de las últimas generaciones de consolas. Ni siquiera es malo técnicamente o está roto, simplemente no hay juego. Es como comprar una bolsa de patatas vacía.
Aquí viene lo que más cabreo dio este año: Nintendo Switch 2 Welcome Tour. Tiene un 54 de nota, que no es tan malo como los otros, pero es que la polémica no vino por la calidad sino por el precio. Nintendo te cobraba 10 pavos por lo que básicamente es un tutorial interactivo de cómo usar tu consola. Un manual de pago...
Cuando lo anunciaron en el Nintendo Direct la gente empezó a flipar en directo. "¿Acaba de decir que es de pago?" "¿10 pavos por esto?" Era el típico contenido que debería venir gratis con la consola, como los Wii Sports o los manuales de toda la vida. Pero no, Nintendo decidió que enseñarte a usar el giroscopio y la vibración HD valía pasta. Y claro, la crítica se los merendó.
El tercer puesto se lo lleva Ambulance Life: A Pandemic Simulator con un 44. Y aquí mi pregunta es... ¿quién? ¿Quién se levantó una mañana y pensó "sabes qué necesita el mundo después de vivir una pandemia real? Un simulador de conducir ambulancias durante una pandemia"? ¿En serio? ¿Eso es lo que la gente pedía?
Mira, entiendo que los simuladores tienen su público. Euro Truck Simulator funciona, PowerWash Simulator es adictivo, vale. Pero un simulador de lo peor que nos ha pasado en los últimos años... no sé, tío. No sé quién es el objetivo de esto. ¿Gente con síndrome de Estocolmo? ¿Nostálgicos del confinamiento? Encima el juego es malo, así que ni siquiera es que esté bien hecho.
El cuarto puesto también tiene un 44 y es para Scar-Lead Salvation, un juego del que sinceramente no tenía ni idea hasta ver esta lista. Y después de buscar info sigo sin tener muy claro qué pretendía ser. Parece un shooter táctico o algo así, pero está tan roto y mal diseñado que da igual el género.
Lo que me flipa de estos juegos es que alguien en algún momento dijo "sí, esto está listo para salir al mercado". Alguien vio Scar-Lead Salvation, jugó un rato y pensó "perfecto, a vender". Y no me refiero a un estudio indie de dos personas en un garaje, porque esos a veces sacan cosas raras pero con cariño. Me refiero a que esto pasó por todo un proceso de desarrollo y nadie paró la máquina.
El resto de la lista tiene cosas como Captain Blood (50), Neptunia Riders VS Dogoos (51), un juego de Hunter x Hunter (53) que ha decepcionado a los fans del anime, una colección de Bubsy (53) que nadie pidió jamás, y Fast & Furious: Arcade Edition (55) que cierra el top 10.
Lo que me llevo de esta lista es que las licencias grandes no garantizan nada. Nintendo, Tamagotchi, Fast & Furious, Hunter x Hunter... nombres conocidos que han sacado auténtica basura. Y luego un ex-productor de GTA que se ha pegado el batacazo del siglo. El 2025 ha dado para mucho en cuanto a decepciones, desde luego.
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