El videojuego es uno de los medios que más rápido ha crecido y evolucionado. En apenas unas pocas décadas hemos pasado de ver unos poco píxeles desperdigados por la pantalla a juegos que realmente pueden confundirse con la vida real.
Especialmente en géneros como los simuladores de conducción y los deportivos el realismo es tal que uno a veces se pregunta si realmente hemos llegado ya al techo técnico o los gráficos pueden mejorar todavía más.
Ver el Mundial de Catar pirata les sale caro: en realidad eran partidos de FIFA 23
Y es que esto es precisamente lo que les ha ocurrido a decenas de miles de aficionados futboleros en Vietnam.
Para hacer más creíble la estafa, los que compartían los partidos los titulaban como si fueran partidos reales, por ejemplo Alemania-Japón, y pixelaban la imagen para que no se notara tanto que realmente se trataba de un videojuego.
La baja calidad de la conexión a Internet que por desgracia todavía tienen países como Vietnam hizo que la estaba fuera todavía más creíble.
En un punto de la retransmisión llegaron a reunirse más de 40.000 aficionados vietnamitas creyendo estar viendo el Mundial de Catar de forma gratuita.
¿Vosotros seríais capaces de confundir un partido del FIFA con uno real? La verdad es que yo creo que no, pero es cierto que para alguien que no tiene el ojo entrenado con los videojuegos es posible que se confundiera.
Tan solo un loco al que los videojuegos le han puesto los pelos como escarpias más veces de las que puede contar. Protegí a Ellie en The Last of Us, recorrí Arcadia Bay acompañando a Max y llegué a ser el mejor (el mejor que habrá jamás) junto a mi Vaporeon.