Ya ha pasado más de un año desde que tuvo lugar una de las mayores noticias de la historia de la industria de los videojuegos. Microsoft anunció que compraba Activision Blizzard y King, aunque solo se anunció que habían llegado a un acuerdo, pero la compra no se había llegado a cerrar todavía ya que tiene que pasar por unos cuantos procesos burocráticos. El problema es que reguladores de varios países tenían que revisar la compra e intentar que la industria no se viese comprometida de alguna forma.
Básicamente, todo esto se hace para evitar que se creen grandes monopolios y desaparezca la competencia, algo que no le vendría bien a los consumidores. Y claro, esta noticia fue muy sonada porque básicamente Xbox se iba a quedar con sagas importantísimas, sobre todo Call of Duty, pudiendo hacerla exclusiva de Xbox si quería. Algo que todavía no iba a pasar, según ha declarado la compañía, pero sí que en algún punto dentro de varios años iba a ocurrir. Algo que no ha hecho gracia a Sony, por cierto.
Han sido los compañeros de Kotaku los que se han hecho eco de las declaraciones de la reguladora de Reino Unido ante la situación:
Como veis, el centro de todo esto es la saga Call of Duty, una franquicia que mueve millones y millones todos los años y que no quieren que se acabe convirtiendo en una saga exclusiva de Xbox. Al menos, esto es una sugerencia, pero la compra sigue sin terminar de cerrarse por suerte o por desgracia ya que la reguladora opina que eso sería a la larga perjudicial para el consumidor al reducir así la competencia.
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