No son buenos tiempos para Destiny 2. Tampoco lo están siendo para Bungie. De ser uno de los juegos más ambiciosos de la historia a decepción, para volver a darle la vuelta a la tortilla y convertirse en uno de los ejemplos más exitosos entre los free-to-play del mercado. Pero la sensación general, ahora mismo, es que tanto el juego como el estudio están en caída libre. ¿Qué está ocurriendo? ¿Cuáles son los motivos de este fracaso? Vamos a repasar las claves.
Tomando como referencia a Steam, debemos tener en cuenta que la caída de jugadores base de Destiny 2 ha descendido de forma impresionante en los últimos año. De los 300.000 jugadores que encontrábamos hace unos años, descendimos hasta los 30.000 en diciembre de 2024, a encontrarnos con menos de 10.000 en las últimas semanas. Un descenso brusco que no tiene nada que ver con una ausencia de trabajo por parte de Bungie, actualizaciones o expansiones, que continúan siendo muy habituales, pero que tampoco están convenciendo al grueso de jugadores.
Un juego como Destiny 2, pensado para ser perpetuo y ofrecer siempre nuevo contenido para sus jugadores, debe hacer que esas novedades se sientan frescas para sus jugadores, que tengan motivos para continuar jugando sin descanso. Sin embargo, desde hace bastante tiempo, encontramos críticas muy negativas a los nuevos trabajos de Bungie con el juego. El estudio ha tratado de reiniciar agresivamente varios de sus apartados, como el nivel de progresión de la Luz, la manera en que se consiguen recompensas o se mejoran a los personajes... que no han convencido a los jugadores, que se sienten continuamente zarandeados de un sitio a otro.
Sí, por naturaleza, un looter shooter como Destiny 2 se basa en la repetición y es algo que se da por hecho. Sin embargo, los jugadores empiezan a cansarse de que la estructura del juego, una vez completados algunos hitos, sólo se base en repetir hasta la saciedad las mismas actividades una y otra vez. El paso de los años se nota, y los jugadores no dudan en mostrarse cansados ante este bucle que no encuentra solución, y que tampoco ayuda a convencer a los nuevos jugadores.
Los jugadores habituales de Destiny 2 están cansados, pero Bungie tampoco está logrando que los jugadores nuevos consigan prendarse de la experiencia. Ahora mismo, tratar de adentrarse en el bucle jugable del título en solitario es una auténtica odisea, con mucho contenido y elementos que son muy complicados de comprender a no ser que tengas a alguien como guía. La dinámica ha convertido al juego en una barrera demasiado poderosa que traspasar desde fuera, pero que tampoco está consiguiendo retener a los que ya están dentro.
Algo que Destiny 2 sabía hacer muy bien era despertar el interés en los jugadores siendo decididamente misterioso. Y lo lograba no sólo a través de su historia y su interesentáisimo lore, sino también a través de las misiones y características jugables. En algunas ocasiones, se agradece que el juego oculte algún secreto que no todo el mundo sea capaz de descubrir, y que poco a poco vaya abriéndose paso entre la comunidad. Sin embargo, esto ha terminado convirtiéndose en una de sus más pesadas losas.
Si todo se oculta, nada se conoce, y todos los jugadores deben acudir a guías o ayudas externas de forma continua. No está mal que de vez en cuando haya algún contenido de este tipo, pero cuando abunda de forma tan redundante en Destiny 2, se convierte en una molestia y, de nuevo, cuando llevas tantos años repitiendo las mismas jugadas, echas de menos una mayor innovación.
Otro lugar donde Destiny 2 se mostraba intratable y era uno de los mejores ejemplos de toda la industria se encontraba en su comunidad de jugadores. Siempre serviciales, dispuestos a ayudar y a cooperar, era una delicia acudir al juego incluso en solitario, pues siempre encontrabas grandes grupos de personas dispuestas a ayudarte en todo lo necesario, incluso en las incursiones más complicadas. Los clanes eran una familia y acudir a su llamada siempre era motivo de alegría... ahora ha cambiado.
Aunque siguen existiendo los jugadores amistosos, la comunidad ha notado que muchos han cambiado (o los que se están quedando no se muestran de la misma manera) y el descenso tan grande de jugadores está provocando que encontrar partidas para algunas actividades de Destiny 2 se convierta en algo ciertamente complicado. O mantienes a tu grupo unido o aquí tienes otro gran vacío que Bungie no está sabiendo como llenar... y sin una comunidad activa y sana de jugadores, poco puedes hacer.
Más allá del juego en sí, hay que reconocer que las acusaciones por plagio a Bungie no han ayudado a que la comunidad perciba con la mayor de las alegrías las novedades relativas a Destiny 2. Este año, un artista denunció que Bungie había usado sin permiso algunas de sus creaciones personales en el desarrollo de Marathon, el próximo juego del estudio. El estudio admitió que un exempleado incorporó estos diseños sin autorización... pero no era la primera vez que recibían una queja del estilo.
El año pasado, Bungie tuvo que indemnizar a la artista Tofu Rabbit por el uso no autorizado de uno de sus fanarts en un diseño de Destiny 2, en 2023 también se acusó al estudio de plagiar algunas cinemáticas del juego y han sufrido una demanda porque, supuestamente, también se plagió la historia de la Guerra Roja a un artista. Suma y suma sin parar, gotas de agua que están a punto de colmar el vaso (o que para algunos ya ha terminado de rebosar).
Llegados a este punto, estaría bien saber si Destiny 2 tiene una solución en el corto, medio o largo plazo, o estamos asistiendo a su triste final. No es la primera vez que el juego se enfrenta a malos momentos, de los que siempre ha sabido reponerse, y no tendría por qué ser diferente en esta ocasión... pero en el ambiente se nota que algo es distinto esta vez, de forma casi imperceptible, pero los jugadores saben que estamos asistiendo, seguramente, al momento más crítico de la historia de la obra.
Quizás sea el momento de renovarse de verdad, de apostar por un hipotético Destiny 3 o desviarse por completo del camino, a poder ser sin ser acusados de plagio. También podría existir otra opción que incluso la comunidad de jugadores ha planteado: que Destiny 2 continúe de alguna manera, pero sin Bungie, bien vendiendo los derechos o cediendo de alguna manera el trabajo a otro estudio. Lo veremos, pero lo cierto es que el estado actual del juego no augura lo mejor.
NOTICIAS RELACIONADAS