
La nueva era de Xbox parece haber comenzado, con varios de sus máximos responsables hablando abiertamente de un cambio de tendencia y de un futuro que parece alejarse de lo que la marca había propuesto en estos últimos años. Una de las declaraciones más sorprendentes, y no es para menos, la protagonizó el mismísimo CEO de Microsoft, Satya Nadella, al comentar que la nueva competencia de Xbox no era PlayStation, sino TikTok. Y sí, en este nuevo mercado tiene todo el sentido del mundo.
Partamos de una base fundamental: Microsoft es una de las compañías más enormes del mundo, donde su división de videojuegos es, únicamente, una parte, que para más inri está lejos de ser la más importante. Esto contrasta con Sony y Nintendo, cuyos grandes baluartes son sus consolas y videojuegos. Por eso entiendo que con Xbox, Microsoft quiera ir más allá: al del mundo del entretenimiento masivo, no sólo al del terreno de los videojuegos.
Y sí, en ese territorio, TikTok es una de las plataformas más poderosas del planeta. Sus vídeos verticales, de corta duración, han conquistado el mundo: mires donde mires, el público consume este contenido, da igual cuáles sean las edades, puesto que el algoritmo se ha convertido en un ente imparable que aporta algo que hasta los videojuegos son incapaces: entretenimiento al instante y sin esfuerzo. Porque aquí el esfuerzo tiene mucho que ver con el mensaje que quiere transmitir Microsoft con esas declaraciones.
Microsoft no quiere que Xbox sea la mejor maca de videojuegos del planeta, ni la que mejores exclusivos tenga, ni la que aporte el mejor servicio a los jugadores... lo que quiere es convertirse en uno de los reyes del entretenimiento masivo, por eso Nadella mencionaba primero a TikTok y al cine después. El público, desde hace unos años, se ha convertido en uno muy difícil de tratar en el terreno del entretenimiento, pues tiene a su disposición, en la palma de su mano y sin ningún esfuerzo, todo lo que necesita para entretenerse.
Jugar a videojuegos supone un esfuerzo. Adentrarse en un nuevo mundo, aprender mecánicas, controles, reglas... puede que no sea tan comprensible para ti y para mí, que seguramente somos jugadores muy habituales desde hace muchos años, pero supone una barrera para muchas otras personas. Ese esfuerzo termina por no valer la pena para muchos usuarios que simplemente buscan unos minutos u horas de desconexión y entretenimiento. Aquí es donde TikTok toma el liderazgo: con su algoritmo, sin esfuerzo y al instante, te lanza a la cara el contenido que sabe que va a gustarte. Es difícil competir contra algo así.
Sirva esta apreciación personal para comprender mejor este mensaje: hace unos años, veía a muchísimos niños y jóvenes jugar a videojuegos. Los veía en la calle, en los restaurantes, en el transporte público... pegados a una consola portátil, generalmente, disfrutando de sus videojuegos. Ahora, lo más normal es verlos pegados a la pantalla de un dispositivo móvil... pero no disfrutando de algún juego casual, sino de contenidos de vídeo vertical como el que ofrece TikTok. Poco a poco, este formato está consiguiendo adentrarse hasta donde antes parecía imposible: para un niño o un joven, el entretenimiento instantáneo (y, repito, sin esfuerzo) también es muy valioso, y supera al de un videojuego de corte tradicional.
Por eso, aunque choca y es normal echarse las manos a la cabeza, este discurso de Microsoft tiene todo el sentido del mundo, pues traslada sus palabras sobre el entretenimiento y los videojuegos a la primera plana, no sólo al terreno único del medio. Aquí el líder a batir es TikTok: hay que conseguir, con nuestros métodos, desbancar a esta plataforma de entretenimiento como la primera a la que esos niños, jóvenes y adultos acuden cuando quieren entretenerse sin esfuerzo.
¿Esto quiere decir que Xbox va a pasar a ser una plataforma de vídeos verticales? Evidentemente no, pero estoy seguro de que si el discurso también está calando a nivel interno, nos espera un tiempo de transformación en la compañía donde, probablemente, comencemos a ver muchos esfuerzos en ofrecer experiencias más casuales y para el público masivo, que es hacia donde Microsoft quiere apuntar ahora.
Por eso PlayStation no es su competencia, porque la marca japonesa sí parece comprometida a seguir un camino muy parecido al que ha establecido estos últimos años con PS5. No juegan a lo mismo ni buscan cumplir el mismo objetivo, por eso Xbox se desmarcará y dejará de seguir la misma estela que PS6. Los videojuegos se enfrentan a un público que ya se está acostumbrando a entretenerse sin esfuerzo (sea eso algo positivo o negativo), por lo que hay que aplicar cambios si se desea aludir a ese tipo de público.
No es algo nuevo y, desde hace varios años, somos conscientes de cómo la manera de consumir entretenimiento está cambiando de forma importante. Hasta plataformas como Netflix han reconocido que adaptan y producen algunas de su series y películas teniendo en cuenta que el público masivo ya no presta atención todo el rato, y que cada pocos minutos se distrae con el dispositivo móvil. No son pocos los cineastas que se sienten nostálgicos en sus declaraciones, apelando a un pasado que ya no va a regresar: esta es la nueva realidad, con el público acostumbrado a tener estímulos constantes y a necesitarlos.
Aquí, quien mejor ha entendido esta nueva realidad han sido las redes sociales y sus algoritmos. Tan sólo con el esfuerzo de deslizar un dedo, son capaces de entretener durante horas a millones de personas de cualquier rango de edad. Los videojuegos, el cine, las series, la literatura... todos ofrecen otros métodos de entretenimiento mucho más complejos y, sobre todo, que requieren más esfuerzo. Y el público, cada vez, se está acostumbrando a esforzarse menos para entretenerse. Por eso Microsoft apunta en esta dirección con el futuro de Xbox. Que sea bueno o sea malo, es otro debate.
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