Después de una "Saw 4" fallida, en el que no queda muy claro por qué Hoffman ha sido uno de los aprendices de Jigsaw, en "Saw 5", David Hackl debutaba como director en la saga Saw con una película muy esperada que tenía que arrojar luz después de ese confuso final de la cuarta película. Recordamos que "Saw 4"ocurre cronológicamente casi al mismo tiempo que la tercera parte, y finaliza con Peter Strahm encerrado en una habitación secreta. Después de recibir una advertencia, el detective decide seguir hacia adelante, cuando es capturado por alguien con una máscara de cerdo.
Sin embargo Strahm se salva del juego del nuevo Jigsaw gracias a una traqueotomía improvisada, por lo que es un cabo suelto que empieza a sospechar de Hoffman. Sospecha del policía porque es el único que se ha podido salvar de toda la masacre de Jigsaw de la cuarta entrega, algo que repatea a Strahm, más aun cuando se le conceden todo tipo de méritos por tal cosa. Poco a poco, Strahm se dará cuenta de quién es Hoffman realmente, y conseguirá destaparlo, aunque lo consigue demasiado tarde.
El principal problema de esta película es que venía con grandes expectativas después de lo ocurrido en "Saw 4". Básicamente `por querer seguir con la historia después de todo lo que ha pasado en la tercera y la cuarta entrega. Obviamente, uno de los puntos obligados en esta quinta parte era explicar la relación de Hoffman con Jigsaw. El problema es que esto ocupa demasiado tiempo en la película, y es un tipo de historia que ya no interesa en Saw. Básicamente porque venimos de una cuarta entrega en la que nos explican cómo John Kramer se convierte en Jigsaw. Esto, por supuesto, es interesante, pero porque es Jigsaw, aquí nos cuentan durante media película cómo se forja Hoffman después del asesinato de su hermana a manos de un maltratador, pero él no es John.
Por lo menos gracias a esto ya tenemos excusa para ver a Tobin Bell en pantalla, que como siempre está espectacular. En cuanto a las trampas, el juego al que se someten cinco víctimas, y cuya lección era que tenían que trabajar juntos para conseguir sobrevivir. Los juegos lo cierto es que están bien, pero como la carga narrativa está en Hoffman se pierde tensión por el camino. Eso sí, el hecho de tener que llenar con su propia sangre un tarro para así poder liberarse es una de las mejores trampas de la franquicia.
Después de una película muy sosa y con la que es difícil no echarse una cabezadita, por lo menos tenemos un final más que espectacular que reúne toda la esencia de la franquicia Saw. La reúne porque no hace falta que un giro de guion sea descabellado, sino que todo esté bien atado y que cada vuelta de tuerca retuerza más al espectador. Y esto ocurre con ese final en el que Strahm cae en la trampa de Hoffman, encerrando al nuevo Jigsaw en una caja con la que escapa mientras Strahm es aplastado por las paredes de una habitación que cada vez se vuelve más pequeña. Un final espectacular que sin duda ocupa uno de los lugares altos en la saga.
Puedes ver "Saw 5" en HBO España.
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