Con el paso del tiempo estamos presenciando adquisiciones de todo tipo en la industria de los videojuegos. Además de las compras de Microsoft y Sony, Tencent es otra gran compañía que lleva muchos años invirtiendo aquí y allá sin hacer demasiado ruido. Sin embargo la empresa china no es la única que está adoptando esta estrategia, también tenemos el caso del príncipe heredero de Arabia Saudí y SNK.
El pasado mes de noviembre me encargué de informaros de que miembro de la realeza saudí se había convertido en el mayor accionista de la desarrolladora japonesa responsable de Metal Slug, Fatal Fury, The King of Fighters y Samurai Shodown. Desde entonces la cosa ha ido a más, y ahora tenemos un dominio absoluto por parte del príncipe.
La idea del príncipe Mohammed bin Salman es la de diversificar la economía de Arabia Saudita más allá del negocio del petróleo, a través de expansiones a otras áreas como la tecnología y el entretenimiento. Además de SNK, esta organización también se hizo con participaciones en otras grandes compañías de videojuegos como Capcom, Activision Blizzard o Nexon.
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