Tengo la sensación de que la fantasía se ha convertido en un género cada vez más oscuro y falto de luz. Con ejemplos como Juego de Tronos, La casa del dragón, Carnival Row o The Witcher, esta forma de hacer televisión se ha apartado de la iluminación propia del siglo pasado, con películas maravillosas como El mago de Oz, La princesa prometida, Dentro del laberinto, La historia intermiable o Willow, sin ir más lejos.
Centrándome ya en Willow, he de decir que no era particularmente un enamoradizo del clásico de Ron Howard: sé lo mucho que influyó esta película protagonizada por Warwick Davis en toda una generación, y creo que el personaje principal tenía corazón, algo de lo que se adolece mucho en el género. Pero nunca conseguí conectar cómo sí lo hice con sagas míticas tales cómo El Señor de los Anillos, Harry Potter, o salvando las distancias, Star Wars.
Lucasfilm ha decidido que ya era hora de evolucionar como productora y bifurcar su línea de producción: si bien la empresa fundada por George Lucas sigue empeñada en explotar Star Wars hasta la saciedad, ha probado suerte con esta serie de Willow que me ha tocado reseñar. Y os adelanto que me ha sorprendido para bien, porque se trata de una marca que se ha adaptado correctamente a los nuevos tiempos, con una tecnología maravillosa en lo visual, y una narrativa algo torpe afectada por tramas para adolescentes que poco o nada aportan al lore.
Una continuación directa de Willow
Lo mejor de Willow es que no intenta ser un reboot y borrar todo lo que supuso la película original de Ron Howard: es más, sus responsables luchan por contarnos qué es lo que ocurrió entre el filme y esta nueva serie, con un protagonista que experimenta de nuevo una misión acerca de un mal que se levanta para matar a Elora, quien ya es toda una mujer. ¿El problema? Esta introducción gustará mucho a los fans de la cinta, pero será larga y pesada para los que os suméis al mundo de Willow por primera vez. Por esto recomiendo que veáis antes el largometraje, lo dejéis reposar y volváis entonces a esta adaptación televisiva.
Ahora bien, dado que los primeros capítulos de Willow funcionan como una larga introducción, la construcción del mundo se toma su tiempo para sorprender: si en lo visual es una absoluta maravilla, dejando de lado el CGI abusivo de otras producciones similares, en lo narrativo también funciona. Al fin y al cabo, Willow no quiere ser una serie compleja que se pierde en decenas de conflictos políticos: en lugar de ser esto una desventaja, es todo un acierto, porque se aligera la carga argumental y se centra en lo que más importa, en sus personajes.
¿Ha perdido la magia Willow?
Esta pregunta no es nada fácil de responder, sobre todo porque siento que tengo una gran responsabilidad al hacerlo. Creo que Willow es una serie que respeta la magia y el corazón de la película original que la antecede. Un ejemplo de ello es que visualmente es imponente al apostar por una forma de hacer cine clásica. Ahora bien, el desarrollo de la historia se topa con un importante hándicap que ya se ha cargado otras producciones televisivas de corte similar: dramas adolescentes que convierten la narrativa en algo convencional y predecible.
Los creadores de Willow deben saber que su serie la verán sobre todo fans de la película de Ron Howard, y estos no son adolescentes, sino adultos que buscan algo más serio. Sí, la épica funciona, los efectos visuales son maravillosos y la elección de las localizaciones funcionas; en definitiva, es una gran aventura de fantasía, pero la narrativa clásica que hizo triunfar a aquel filme ha desaparecido y ha evolucionado a una mucho más convencional... Y menos encantadora. Una auténtica pena que, eso sí, tiene arreglo si sus responsables quieren hacer una segunda temporada.
Sí, la épica funciona, los efectos visuales son maravillosos y la elección de las localizaciones funcionas; en definitiva, es una gran aventura de fantasía, pero la narrativa clásica que hizo triunfar a aquel filme ha desaparecido y ha evolucionado a una mucho más convencional... Y menos encantadora
El apartado visual es una maravilla que rememora a los clásicos del siglo pasado
Warwick Davis continúa siendo perfecto como Willow
La banda sonora me ha encantado
La nueva historia tiene muchas posibilidades, y es tan ligera como recordaba
Las tramas adolescentes no me convencen
¿Los nuevos personajes tienen el encanto de los creados por George Lucas?
Netflix, HBO Max, Prime Video, Disney Plus y Filmin, mis plataformas de streaming favoritas. Harry Potter, Marvel, DC, James Bond y Fast & Furious, mis películas comerciales preferidas. La vida es bella, mi película favorita. Así soy yo, y así seguiré.