Un oscuro presagio se cierne sobre el universo de 'The Walking Dead', proyectando una sombra de muerte sobre el destino de todos sus personajes. En el desenlace de la primera temporada de 'The Walking Dead: The Ones Who Live', una reunión informativa revela una terrible verdad: el tiempo está contado para la humanidad en un plazo de aproximadamente 14 años. Esta profecía apocalíptica podría significar que todos los esfuerzos de los supervivientes no servirían para nada.
La conversación, liderada por el Mayor General Beale de la República Cívica Militar (CRM), no solo desvela detalles cruciales sobre el funcionamiento interno de esta misteriosa organización, sino que también ofrece una predicción sombría sobre el futuro del mundo postapocalíptico. Y es que, según los estudios de los científicos del CRM, en poco más de una década, el planeta estará sumido en el caos, superpoblado por cadáveres ambulantes y al borde de la extinción humana.
La inanición y la proliferación de enfermedades entre los zombis son señaladas como las principales causas de esta inminente catástrofe. Los no-muertos, descritos como “placas de Petri” que acumulan patógenos, representan una amenaza no solo por sus mordeduras mortales, sino también por la posibilidad de propagar enfermedades entre los supervivientes. Y es que, incluso con cadáveres normales y corrientes, el riesgo de infección si no se eliminan puede ser enorme.
Aunque el final de la temporada nos muestra la derrota del CRM a manos de Rick y Michonne, y la consecuente reforma de la organización, la advertencia de Beale sigue resonando. El tiempo de vida de los protagonistas se ve limitado por esta sombría profecía, sin importar los éxitos temporales en la lucha contra las fuerzas enemigas.
Ahora, el desafío para Rick y los demás reside en encontrar una manera de prolongar la existencia de la civilización en un mundo que se desmorona rápidamente. La asociación con la República Cívica puede ofrecer una oportunidad para buscar soluciones menos drásticas que las propuestas por la organización anterior. Así, es probable que, en un futuro, este nuevo equipo se centre en buscar una solución para el problema de las enfermedades de los no muertos.
A medida que la amenaza de la extinción se cierne sobre ellos, surge la posibilidad de una nueva narrativa, en la que Rick y Michonne lideren la búsqueda de respuestas para salvar lo que queda de la humanidad. El cultivo de mijo, mencionado por un personaje secundario, podría ser la clave para cambiar el destino del mundo, un rayo de esperanza en un panorama sombrío que solventaría el problema de la comida.
Sin embargo, el reloj sigue avanzando implacablemente. Con cada día que pasa, la sombra de la extinción se hace más oscura, recordándoles a todos que el tiempo es un recurso precioso que se agota rápidamente. La batalla por la supervivencia, ahora más que nunca, se vuelve aún más desesperada y urgente en el mundo de 'The Walking Dead'. Con todo, es probable que tengamos que esperar a la temporada 2 de 'The ones who live' para descubrir lo que sucede.
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