Llevo jugando a Silent Hill desde que, en PlayStation 2, me encontré por casualidad con la segunda entrega de la saga. Un juego que me enamoró y me llevó a abrazar el género survival horror, pese a ser títulos que, en cierta forma, conseguían ponerme en tal situación de tensión en la que rara vez podía jugar demasiado rato sin dejar los mandos y ponerme a reposar pulsaciones. Mi historia con este género siempre ha sido de amor-odio, hasta que fui evolucionando y acostumbrándome más a los sustos y a jugar con esa tensión tan característica del género.
Silent Hill es una franquicia que tocó su punto más dulce en PS2 y que rozó el infierno en PS3. Una franquicia de la que todo fan perdió la esperanza hasta que, por sorpresa, nos encontramos con Silent Hill 2 Remake, siendo este, sin duda, uno de los mejores remakes que se han hecho en la última década. Cuando se anunció Silent Hill f, no os voy a engañar, no fui demasiado optimista. Una parte de mí quería tener confianza en la obra, pero, por otro lado, me había llevado tantas decepciones que una más podía ser una losa demasiado dura.
No es el mejor juego de la franquicia pero puede mirar sin vergüenza a los demás
Es raro escribir este análisis habiendo otro ya publicado en la red, pues, aunque normalmente todos los medios contamos con la misma fecha de embargo, hay una review que, por un contrato especial con Konami, pudo lanzarse antes a la luz. Esa review, además de darle buena puntuación al juego, dijo algo muy concreto: llega a afirmar que Silent Hill f es el mejor juego de la historia de Silent Hill. Lo siento, este no es el mejor juego de la franquicia; es verdad que es un juego sobresaliente y es cierto que realmente vale mucho la pena tan solo si te sientes atraído por el género. Pero es una obra que no alcanza lo que fueron en su momento ni el Silent Hill original, ni el segundo, ni el tercero.
Y ojo, esto no es nada malo, todo lo contrario. Hacía más de 10 años que no teníamos una entrega de Silent Hill que realmente mereciera la pena. Este Silent Hill f espero que sea la semilla que ha plantado Konami para traer de vuelta nuevamente a la saga a su época dorada. Pero toca el momento de hablar en detalle.
Silent Hill f es un juego que hace cosas muy bien y otras más regulares. Es un título excelente en su ambientación, en narrar una historia, en diseñar puzles y en ofrecer una atmósfera gore y terrorífica. También es cierto que se pierde un poco en la ejecución. El propio director del juego se enfadó cuando se dijo que los combates tienen cierta inspiración en los souls y, qué queréis que os diga, tampoco están desencaminados, porque al final dispones de una mecánica de combate en la que fijas al enemigo y tienes armas que ejecutan ataques ligeros y ataques fuertes, al tiempo que puedes realizar esquivas y contraatacar si ejecutas la orden de ataque en un momento muy concreto. Es algo quizás ya muy personal, pero hubiera preferido que el combate se hubiera resuelto de una forma más simple; me costaba ver a Hinako, la indefensa niña protagonista del juego, portando mazas y lanzas más grandes que ella.
Lo mejor de Silent Hill f es que está hecho con mucho cariño y respeto. Es una obra que sabe lo que significa llamarse Silent Hill y cómo debe ser ejecutada. Es cierto que se trata de una obra que dura entre 12 y 14 horas, pero todas esas horas tienen un ritmo perfecto: nos cuentan una narrativa compleja e interesante, al tiempo que exprimen nuestro cerebro con puzles bastante trabajados y desafiantes. La sensación al jugarlo es de estar extasiado y de querer más de forma constante. Además, introduce algo muy satisfactorio: el juego cuenta con un modo New Game Plus, de forma que los acontecimientos se amplían cuando vuelves a empezar tras completarlo. Konami sabe muy bien que la historia y la narrativa son realmente el eje del juego y de la franquicia, y aquí intenta llevarlas a un siguiente nivel por ese camino.
Silent Hill f es un videojuego que va de menos a más
A la hora de enfrentarnos al juego debemos tener paciencia, pues, por raro que parezca, es un título que va de menos a más. En nuestro trabajo como analistas es muy común que un juego excelente o sobresaliente se intuya desde las primeras horas de partida. Pero os soy sincero: no fue mi experiencia con Silent Hill f. Me costó adaptarme a su propuesta, sobre todo porque el combate puede parecer tosco al inicio y quizás los enfrentamientos con enemigos tienen más peso del que puedes imaginar. Durante las dos primeras horas estaba bastante convencido de que sería un juego que rondaría un 7-8 en su puntuación, pero me equivoqué. Llegada la tercera o cuarta hora, el juego empieza a arrancar de verdad y, cuando ya te sientes asentado a los mandos, la experiencia te absorbe y maravilla a partes iguales. Esto, insisto, no es muy común: un juego con carencias las muestra rápido y uno excelente también, pero ofrecer una curva de menos a más es algo que pocos consiguen.
La localización de corte oriental también requiere cierta adaptación si eres asiduo a la saga, pues no es un escenario al que estemos acostumbrados. Silent Hill siempre se había alejado de esa estética de corte oriental hasta hoy. De modo que hay pequeños cambios en lo que dábamos por habitual que nos obligan a avanzar poco a poco, alterando nuestra percepción del juego de forma constante.
No suelo detenerme demasiado en el aspecto técnico en mis análisis porque nunca lo considero especialmente relevante, pero lo cierto es que Unreal Engine 5 contribuye a un fotorrealismo y a una calidad gráfica que te introducen tanto en el propio personaje como en la historia. Eso sí, la calidad visual extra se paga con limitaciones: no puedes interactuar con nada que no esté pensado para ello. No verás un cubo de basura caer ni podrás destruir cualquier elemento del entorno. Supongo que una cosa compensa a la otra.
Sin embargo, aspectos que consideraría negativos en otros títulos aquí no pesan igual. Porque al final, cuando terminas el juego y miras atrás, tu experiencia ha sido trepidante y ha dejado huella en ti. No recuerdas nimiedades como no poder abrir una puerta más en una de las casas de la ciudad. Te quedas con el buen sabor de boca que te deja y no lo ves como un juego más completado y olvidado, algo que, por desgracia, ocurre con demasiada frecuencia hoy en día.
Conclusión
No, Silent Hill f no es el mejor juego de la franquicia, pero sí es una entrega sobresaliente que mira con respeto a los títulos antiguos y que sienta las bases futuras para que Konami pueda continuar la saga con unos estándares de calidad que había olvidado desde la generación de PlayStation 2.
Una entrega muy distinta a sus predecesores, pero que justamente ahí encuentra el espacio para brillar. Ser menos oscura pero dar el mismo miedo, ser más directa pero no olvidar el terror psicológico, y ser más corta pero no ofrecer una experiencia menos memorable. Al final, una obra se mide por la sensación que te causa y no por el tiempo que dura. ¿Candidato al GOTY? Esta es una pregunta que se repite mucho en los debates por internet. Mi opinión es clara: para mí es un serio candidato a estar nominado al GOTY, pero no tanto a ganarlo.
Silent Hill f es la semilla que Konami acaba de plantar para devolver a la vida una saga que en su día era sinónimo de excelencia. Konami, este es el camino. Muchas gracias.
No, Silent Hill f no es el mejor juego de la franquicia, pero sí es una entrega sobresaliente que mira con respeto a los títulos antiguos y que sienta las bases futuras para que Konami pueda continuar la saga con unos estándares de calidad que había olvidado desde la generación de PlayStation 2.
Hinako cumple genial como protagonista
La ambientación es inmejorable
La potencia del Unreal Engine a nivel gráfico
Una historia potente y una narrativa trabajada
Gran equilibrio entre acción y terror
Puzles muy desafiantes
El juego se prolonga una vez terminado
El sistema de combate se siente tosco al principio