Han pasado 5 años desde que Sucker Punch nos sorprendiese con el lanzamiento de Ghost of Tsushima, una nueva IP que, aunque fue muy bien recibida por los jugadores, contó con unas carencias bastante importantes y que, de cara a un posible futuro, necesitaban ser cubiertas. Hoy, en pleno 2025, nos encontramos a escasas semanas del lanzamiento de Ghost of Yôtei, una secuela en la que he tenido la suerte de poder sumergirme para traeros un análisis detallado en el día de hoy y con todo lo que debéis saber.
Yo fui una de esas jugadoras que sintió las carencias de la primera entrega y que, tras haber disfrutado de esta nueva, he visto muchísima mejora, sobre todo, en el que es para mí, uno de los apartados más importantes del juego, como es su trama y personaje principal.
Una historia clamada por la venganza, pero con un lado humano inigualable
Aunque son muchos los apartados que conforman un videojuego, en lo personal, si uno no cuenta con una trama que me enganche, literalmente no tengo nada que hacer. Pero con Ghost of Yôtei, algo me decía que esto no iba a pasar y que sería incapaz de tomarme un descanso sin antes conocer todo lo que tenía por contarme y enseñarme.
Para poneros un poco en contexto conforme al desarrollo de su historia, esta se lleva a cabo 300 años después de Ghost of Tsushima y se ambienta en la frontera japonesa del siglo XVII y más concretamente en Ezo, una antigua provincia de Japón. En esta, nos pondremos en la piel de Atsu, una mercenaria que presa de la tragedia que sufre tras el asesinato a sangre fría de su familia cuando ella era pequeña, se arma de valor para emprender el camino de la venganza para dar caza a quienes la destrozaron.
A diferencia de su antecesora, Sucker Punch ha sabido darle a esta nueva protagonista todo el carisma y la personalidad que no tuvo Jin Sakai. Lo que suma un plus de mayor importancia en el avance de la historia del juego. Atsu se presenta como una joven mercenaria destrozada y que no teme los peligros que le aguardan en el camino de la venganza, ya que, por encima de todo, está el honor de su familia.
Conforme va avanzando la historia, no solo fui descubriendo más sobre la personalidad de la protagonista, sino que también, conocí a otros personajes que, además de aportar su granito de arena a la historia e ir ganándose sus espacios poco a poco, me fue dejando ver numerosos de los rasgos de la mercenaria. Por un lado, pude encontrarme a una Atsu un poco imprudente en situaciones en las que literalmente, se estaba jugando el tipo, pero, por otro lado, supe como es una mercenaria calculadora, protectora, nostálgica y muy familiar.
La trama del juego va mejorando conforme da pasos hacia delante y esto es gracias a los personajes que vamos encontrando a nuestro camino y que, en conjunto, acaban recibiendo el nombre de ‘Manada de lobos’, un término que la familia de Atsu se tatuó a fuego cuando simplemente eran una familia unida y feliz, como otra cualquiera.
El objetivo de Atsu es muy claro, dar caza a los Seis de Yôtei, pero esto no será nada fácil, ya que, además de los peligros que supone el adentrarse en un círculo de venganza, será necesario conseguir pistas e información para localizar a sus objetivos, los cuales estarán completamente protegidos a toda costa.
Al camino de Atsu para hacer justicia y rendir homenaje al honor de su familia, se suman momentos del pasado que nos habla de sus orígenes, haciendo que la historia del juego se sienta más humana y que no todo sea lucha y sangre.
Un apartado secundario repleto de contenido y con un sistema de progresión muy claro
Además de su trama principal, Sucker Punch vuelve a ofrecernos un apartado secundario que no solo aportará entretenimiento ampliando las horas de juego, sino que tendrá una gran importancia para su avance y más concretamente, para el crecimiento personal de Atsu como mercenaria. La región de Ezo contará nuevamente con un gran número de actividades como los puestos de bambúes, manantiales, altares de reflexión, santuarios de Inari y mucho más, donde por supuesto, habrá novedades que no tuvo Ghost of Tsushima. Ni qué decir tiene, que el completar todas y cada una de las actividades, servirá para conseguir mejoras como:
Talismanes
Salud máxima
Espíritu máximo
Técnicas de combate
Etc…
Vamos, puedo decir claramente, que no me dio tiempo a aburrirme con Ghost of Yôtei, sino que, conforme iba completando una actividad, ya estaba deseando pasar a la siguiente. Y este, es otro de los puntos que valoro mucho de un videojuego.
Además de las diversas actividades secundarias que añadirán mejoras como recompensas al completarlas, también tendremos que adentrarnos en peligrosas misiones como buscar y rescatar a prisioneros que se encuentran encarcelados en escondites enemigos.
Encargos y cazarrecompensas
Además de las diversas actividades mencionadas anteriormente, habrá que completar numerosos encargos que nos harán los habitantes de Ezo y que además de pagarnos con unas monedas, también recibiremos armas, armaduras y tintes, entre otras cosas. Y si, también habrá misiones cazarrecompensas, donde habrá que poner rumbo a la búsqueda y caza de enemigos muy concretos por los que, además de recibir un objeto especial también se nos pagará con un buen dinero que podremos invertir para mejorar nuestras armas y comprar otras nuevas, además de adquirir mapas a través de un cartógrafo que nos facilitará localizaciones de interés.
Con respecto a las armaduras del juego, estas se podrán mejorar conforme vayamos completando misiones, además de recoger recursos. Cuanto más se mejoren, más fuerte se hace Atsu ante sus enemigos. Todas y cada una de ellas, contará con una ventaja diferente en el juego.
Ah, se me olvidaba, nuestra mercenaria también estará en busca y captura a cambio de una buena recompensa, por lo que habrá que ir haciendo desaparecer cada uno de sus carteles presentes en diversos tablones colocados en toda la región.
Un sistema de combate brutal y que no da pie a la monotonía
Ghost of Yôtei es un juego muy completo y otro de los apartados que me ha hecho disfrutar, ha sido el de combate. Y es que, Atsu cuenta con una amplia variedad de armas que va adquiriendo a lo largo del juego conforme vaya completando misiones principales, secundarias y otros encargos. Y estas serán de vital importancia, dado a que habrá diferentes tipos de enemigos a los que habrá que adaptarse en el sistema de combate, ya que contarán con diferentes armas y no serán fáciles de derrotar si no contamos con una a la altura.
La cantidad de armas será inmensa y habrá que aprender a usar todas y cada una de ellas. Una de las cosas que más he disfrutado del combate, ha sido el realismo que le daban las características del DualSense, a través de los gatillos adaptativos y la vibración háptica. Por otro lado, uno de los puntos fuertes de Atsu, no será otro que el sigilo, sirviendo como una de las mejores estrategias para dar caza a los enemigos y mi favorita de todas ellas, para que nos vamos a engañar.
Aliados esenciales
Como he dicho anteriormente, a lo largo del juego conoceremos a diversos personajes que contarán con un papel importante en la historia del juego y, además, serán nuestros aliados en combate en ciertas ocasiones, no todas. Esto hace que numerosos enfrentamientos se sientan diferentes al resto y que la monotonía no tenga cabida alguna. Ofrecería encantadísima más información de estos aliados, pero sería meterme en spoilers y no quiero eso, como es evidente.
Un árbol de habilidades completo en todos sus apartados
Como no podía ser de otra manera, Atsu tendrá su propio árbol de habilidades que se irá desbloqueando conforme vayamos avanzando en el juego. Este árbol consta de 3 apartados con sus respectivas ramificaciones y técnicas: Onryô, Cuerpo a cuerpo y Venganza, pudiéndose mejorar conforme vayamos visitando todos los altares de reflexión del juego. Cuantos más altares de reflexión completemos, mayores serán las técnicas de combate de nuestra mercenaria, además de su habilidad con el caballo y la capacidad de escucha, por lo que los enemigos, serán más fáciles de localizar.
La loba, una aliada especial que nos acompañará en esta nueva aventura
Una de las novedades que PlayStation y Sucker Punch nos presentaron en uno de los tráileres del juego, fue la presencia de una loba y que acompañaría a Atsu en esta secuela. Y así ha sido, aunque no de la manera esperada, al menos por mi parte. Ya que la loba se cruza en nuestro camino para guiarnos hasta numerosas guaridas en las que tendremos que salvar a otros de su especie, dando paso posteriormente a puntos para desbloquear su propio árbol de habilidades, ofreciéndonos la oportunidad de poder invocarla a través del uso del samisén, un instrumento del que no os voy a ofrecer más detalles en profundidad, porque su origen forma parte de la historia del juego y es mejor que lo descubráis por vosotros mismos. La loba servirá de aliada en numerosos enfrentamientos, pero no sumará un aporte importante al desarrollo de la historia del juego y esto es algo que he echado mucho en falta.
Escenarios espectaculares y cuidados hasta el más mínimo de los detalles
Si algo ha hecho muy bien Sucker Punch en esta nueva entrega de la franquicia y tras tener en cuenta los errores del pasado, ha sido el poner todo su trabajo y cariño para dar vida a los escenarios de la mejor manera posible. En esta ocasión, cada rincón que forma parte de Ezo, cuenta con un sinfín de detalles, entre los que destaca la vegetación y la vida animal. Recorrer los arroyos, montes, montañas, bosques e incluso los escondites donde aguardan peligrosos enemigos, ha sido toda una experiencia, tanto a pie, como con nuestro caballo, sobre todo, cuando cada paso se sentía con el DualSense, y ya ni os digo si el clima cambiaba en algún momento, llegándome a hacer sentir que estaba dentro del propio juego. Los escenarios rebosan encanto a cada paso y dan ganas de perderse durante horas para descubrir todos sus secretos y rincones.
Como apasionada de las bandas sonoras, no voy a dejar pasar la oportunidad de hacer mención al apartado sonoro del juego y el gran culpable de este (en el mejor sentido de la palabra), ha sido el compositor japonés Wataru Hokoyama, donde su espectacular trabajo, ha hecho que yo disfrute el juego aún más en profundidad. Para mi, sin las bandas sonoras, los videojuegos no serían lo mismo y Wataru ha sabido crear una banda sonora que va como anillo al dedo a Ghost of Yōtei.
Un apartado técnico mejorado, pero aún con pequeñas carencias
Hay que reconocer que el apartado técnico de Ghost of Yôtei ha mejorado con respecto a su antecesora en todos sus apartados. De hecho, si hablo de la IA de los enemigos, se siente más avanzada, ya que, en esta ocasión, tuve que andar con más cuidado, porque no fueron pocos los enemigos que me avistaban desde lejos con el más mínimo movimiento, cosa que no pasaba en la entrega protagonizada por Jin Sakai o al menos, en lo que yo pude comprobar. El apartado sonoro es una auténtica gozada y no me refiero solo al doblaje, que también, sino al sonido ambiente del juego, como el viento, la lluvia o las hojas cayendo de los árboles, todo se sentía muy realista gracias a los efectos en 3D.
Ahora bien, toca hablar de ciertas carencias que posee, como por ejemplo en algunos movimientos de Atsu al escalar o incluso el balancearse en una tirolina cuando usamos el gancho. Se echan en falta ciertas animaciones que hagan los movimientos más realistas, del mismo modo que cuando nos metemos en el agua.
Conclusión
En definitiva, Ghost of Yôtei se ha sentido como un juego que mejora con creces a su anterior entrega y que personalmente, me ha mantenido enganchada en todo momento a su historia, algo que merece especial mención. Y es que, esta no se va por las ramas, es clara y directa, pero dando su espacio a lo familiar, a los orígenes y no solo centrándose en la violencia. El diseño de los escenarios de Ezo se ha cuidado tanto, que ha dado gusto recorrerlos con total calma y observando cada detalle de los alrededores. Los enemigos no solo destacan por la cantidad, sino también, por contar con una estrategia de ataque y armas únicas, haciendo que Atsu tenga que adaptarse y leer sus movimientos para hacerle frente con la mejor arma posible. Estos apartados mencionados, junto a todo su contenido secundario, ha hecho que la experiencia de juego sea completa en todos los aspectos. Yo lo tengo claro, estamos ante uno de los posibles nominados y de manera muy merecida en caso de darse, a 'Juego del Año' en este 2025.
Ghost of Yōtei cumple en absolutamente todos sus apartados, donde su historia atrapa desde el momento en el que esta da comienzo y va generando sentimientos conforme se va desarrollando. Aunque es una historia de venganza, la presencia de momentos familiares, hace que sea una experiencia más humana y por tanto, la conexión con sus personajes es mayor. No solo cuenta con una gran cantidad de contenido secundario, sino también de variedad y calidad, sumando un mayor plus de entretenimiento y no sintiéndose como simple relleno. Aun con algunas pequeñas carencias, es un juego que al completo, es uno de los grandes lanzamientos de este 2025 y un claro merecedor a encontrarse entre los nominados a 'Juego del Año' de este 2025.
Historia
Jugabilidad
Apartado gráfico
Sistema de combate
Innovación
Banda sonora
La historia del juego se desarrolla sin ningún tipo de interrupciones que nos saquen de la misma
El título cuenta con escenas jugables del pasado en el que conocemos los orígenes y a una Atsu más familiar
Gracias a la variedad de armas y habilidades, los combates son muy dinámicos
El apartado sonoro hace que la experiencia sea más disfrutable
Las características del DualSense se han aprovechado al completo para que el juego sea más inmersivo en todos sus apartados
Aunque la loba ha estado presente a lo largo de todo el juego, no aporta mucho al desarrollo de la historia
Se ha echado en falta ciertas animaciones que podrían haber dado más frescura a los movimientos de Atsu
Duración: Historia (30 horas aproximadamente) Contenido secundario (+50 horas)
Nací con un balón de fútbol bajo el brazo, y ya en casa, se encargaron de que tuviese videojuegos por doquier.
Amante de las buenas historias y las grandes aventuras, pero sobre todo, de los descubrimientos de enormes joyas.