Hace ya casi 7 años, y se dice pronto, que se estrenaba originalmente De Blob 2. La secuela del título de plataformas basado en el juego con los diferentes colores llegaba en su momento para superar a su precuela en todos los aspectos, consiguiendo resultados mucho mejores tanto en crítica como a nivel de ventas. Ahora, un buen puñado de años después, THQ Nordic parece estar rescatando estas obras que habían caído en el olvido para traer una versión actualizada de las mismas.
Aunque De Blob 2 ya llegaba en una versión mejorada a PC a mediados del pasado 2017, no ha sido hasta ahora cuando se ha puesto a la venta en las consolas de actual generación, de forma que más gente a lo largo del mundo pueda disfrutar de esta desenfadada obra de plataformas. Nosotros ya hemos podido estar disfrutando de este videojuego y coloreando Prisma City. Si queréis saber cómo funciona De Blob 2 en la actual generación de consolas os invitamos a que nos acompañéis en nuestro análisis de la obra de Blue Tongue con los retoques y las actualizaciones de Blitworks.
De Blob 2 es una obra que, aunque cuenta ya con casi 7 años a sus espaldas, se asienta sobre una base que no parece pasar de moda. Sus premisas resisten el paso del tiempo y, aunque es cierto que puede no ser demasiado sorprendente a día de hoy, es capaz de seguir resultando una propuesta fresca, diferente y que cualquier fan del plataformeo puede disfrutar.
Las premisas de De Blob 2 son simples, debemos avanzar entre diferentes niveles superando algunas plataformas y resolviendo pequeños puzles para, ayudados del cuerpo absorbente de nuestro protagonista, poner color a todos los elementos del escenario que tengamos a nuestro alcance. Además, De Blob 2 aprende de los errores de su precuela y es capaz de afinar su fórmula, combinando algunos jefes finales, distintos tipos de niveles más centrados en los puzles o en las plataformas y un contador de tiempo que nos obliga a ir rápido; de esta forma, el título consigue mitigar la sensación de repetitividad para hacernos disfrutar durante todas las horas que pasemos con él. Destaca también en este sentido la inclusión de algunos objetivos secundarios y coleccionables, que darán aún más juego a todos los que quieran completar el videojuego.
Para avanzar entre niveles , De Blob 2 propone un pequeño mundo abierto que está libre para nuestra exploración. Sin embargo, las misiones del videojuego siguen una progresión lineal y, aunque podemos ver ciertos puntos de interés en estas zonas abiertas, para continuar avanzando no quedará otra que seguir el camino establecido desde el principio. En total, a lo largo de nuestra aventura nos encontramos con 12 niveles diferentes que requerirán alrededor de tres cuartos de hora cada uno para ser superados, incluyendo así contenido para disfrutar un buen tiempo.
Está claro que las propuestas de De Blob 2 son interesantes, y así lo demostraron en su momento, pero la industria del videojuego avanza a pasos agigantados y no es extraño ver obras exitosas quedarse obsoletas rápidamente. Sin embargo, como comentábamos más arriba, por suerte este no es el caso de De Blob 2. El juego de Blue Tongue ha resistido a la perfección el paso de los años y mantiene intacta su esencia.
Desde el punto de vista más técnico, De Blob 2 es un juego que no apuesta por gráficos punteros y un hiperrealismo que suele ser la fuente de la obsolescencia en muchas obras. Esta obra basa su apartado visual en la misma premisa que el apartado narrativo: una guerra entre color y palidez en la que el usuario está destinado a ganar. Tanto las mecánicas jugables como el aspecto visual se basan en el contraste entre el colorido de nuestro protagonista y los tonos blancos y negros de los antagonistas.
Aquí es donde De Blob 2 consigue superar la prueba del tiempo y mantenerse fresco. No muchas obras han tratado de basar su jugabilidad e historia en el color (a excepción de la saga Splatoon recientemente) y es por ello que De Blob 2 logra mantenerse aún a día de hoy como una propuesta diferente, fresca y a la que merece la pena darle una oportunidad. Sus mecánicas, sin ser algo demasiado especial, sí que tienen un toque muy personal que hace destacar esta propuesta sobre todas las demás.
Sin embargo, aunque De Blob 2 resiste espectacularmente bien el paso de los años, el tiempo desde su estreno original es grande y eso se nota en algunos aspectos. Hay detalles, como la inclusión de la brújula en las zonas abiertas, que perfectamente podrían haber sido modificados por un elemento que otorgara mayor comodidad. Son pequeños detalles, sí, pero al final son capaces de marcar una gran diferencia en la experiencia final del usuario.
Junto a esto, hemos de añadir que la versión que llega a la actual generación es, básicamente, la misma que pudimos disfrutar en PlayStation 3 y Xbox 360 allá por 2011. Los cambios a nivel de contenido son nulos y todo el trabajo de Blitworks se ha centrado en ofrecer mejoras sutiles en el apartado técnico. Y lo cierto es que, después de tantos años, se echa en falta alguna otra novedad que consiga dar una sorpresita a aquellos que ya disfrutamos de esta obra en su momento.
Por otro lado, estas mejoras técnicas incluidas por Blitworks son, como poco, conservadoras. Es cierto que el juego no luce mal y las limitaciones gráficas se notan más en modelados que en otra cosa. El juego resulta nítido y bonito y rinde bien, pero hasta ahí llega. Más que un trabajo de mejora, para llevar la experiencia un pasito más allá con el hardware de la nueva generación, el trabajo en De Blob 2 parece haberse hecho simplemente para evitar empeorar la experiencia original con un salto de resolución. Blitworks se ha limitado a poner los detalles necesarios para que juguemos a De Blob 2 en PlayStation 4 como lo hubiéramos hecho en PlayStation 3, ni más ni menos.
De Blob 2 es un videojuego que resiste bien el paso del tiempo y al que no le hacen demasiados retoques para ser perfectamente disfrutable a día de hoy. Sus mecánicas, sin resultar sorprendentes en 2018, sí que se sienten suficientemente frescas como para darles una oportunidad; el apartado gráfico es suficientemente atractivo y bueno gracias al uso de los colores y, en general, De Blob 2 se adapta bien a la actual generación de consolas.
Sin embargo, esta reedición se queda en eso, en una adaptación conservadora que busca más no estropear la experiencia original que mejorarla en cualquier aspecto. Las novedades a nivel de contenido son nulas, y todas las mejoras técnicas están creadas para poder hacer lucir al juego con nitidez en el hardware actual. En este sentido se echa en falta algo más, aunque está claro que De Blob 2, sin ser un clásico de culto, es uno de esos videojuegos que cualquier amante de los plataformas disfrutará ahora, en 2011 o en 2025.