En 2015, la desarrolladora Psyonix lanzaba al mercado un arcade deportivo muy ambicioso llamado Rocket League en el que jugamos partidos de fútbol donde los jugadores son coches pelean por golpear una pelota gigante y marcar gol.
El título sorprendió a propios y extraños y pronto la apuesta arriesga que suponía lanzar al mercado un título de estas características, se convirtió en uno de los juegos más divertidos del panorama actual con miles de jugadores en distintas plataformas como Xbox One, PC y PlayStation 4.
Ahora llega a Nintendo Switch para poder jugar a estos locos partidos de fútbol cuando quieras y donde quieras.
Al tratarse de un juego de con cierto tiempo y bastante conocido, vamos a intentar dar unas pequeñas nociones sobre Rocket League pero nos centraremos sobre todo en contar que nos ha parecido la versión de Nintendo Switch.
El título Psyonix es una bella apuesta en el terreno jugable. Conseguir que un juego que mezcla deporte y coches no es fácil a no ser que esté seguro de que tu apuesta tenga una mecánicas y unas físicas lo suficientemente buenas como para que el juego sea divertido y loco al mismo tiempo; que nos permita tener el suficiente control, pero también que se vea incontrolable a ojos del espectador y de nosotros mismos. En Rocket League se consigue precisamente, que la locura y el control tenga un equilibrio muy bueno, por lo que estamos ante un juego tan técnico como divertido.
Pero empecemos por el principio. Rocket League nos pone a los mandos de un coche que podremos personalizar visualmente, pero que no tienen atributos diferenciales como velocidad, derrape o similares. Lo que si disponemos es de un turbo que iremos cargando poco a poco y la posibilidad de saltar, con las posibilidades que esto tiene en un juego de esta guisa.
En cuando a las partidas, los coches sitúan dentro de un escenarios futuristas que tienen altas paredes -y alguna parte diferencia como escalones- por las que podremos movernos a nuestro antojo. La misión: lograr marcar gol con una pelota gigante que parece un balón de playa de plástico. Con todo lo que ello conlleva.Como decimos, esta premisa que parece muy loca se vuelve muy técnica - en la medida de lo posible- cuando seamos capaces de controlar con cierta habilidad todas y cada una de las características del juego, lo que a su vez nos irá enganchando más y más al título. Vinculado a nuestra destreza a los mandos, Psyonix desarrolló un sistema de niveles mediante el cual podremos saber nuestro nivel de jugador, y a la vez podremos ir desbloqueando más skins, coches, pegatinas y efectos, pero también nos permitirá acceder al modo competitivo de Rocket League.
En cuando a los modos de juego que consideramos principales, dispondremos de modo en línea que incluye el competitivo, partido local y partido privado. Hay que tener en cuenta que debido a la naturaleza del juego, la mayoría del tiempo los invertiremos en los partidos contra otros jugadores vía Internet. Tendremos partidos estándar de 3 vs 3, Dobles, duelos, y caos (4 vs4) pero también los llamados “otros deportes” como Dropshot, Rumble, Día Nevado, Baloncesto y Rocket Labs.
Por otro lado, tendremos un modo entrenamiento que nos vendrá para iniciarnos en el juego, hacernos con las físicas y aprender algún que otro “truco” aunque jugando al modo en línea no competitivo, también podremos hacer esto.
Después de explicar muy por encima los que es la obra de Psyonix, nos embarcamos en la aventura de explicar lo que nos importa en este analisis: la versión para Nintendo Switch.
Para hablar de esta versión de Rocket League, tan sólo sería necesario suscribir palabra por palabra lo dicho de las versiones ya en el mercado. Aunque en realidad, tiene algunas particularidades y diferencias sobre todo en la forma de jugar, y en apartado técnico.
Primero hablaremos de las sensaciones que nos produce ponernos a los mandos de Switch, y es que la peculiaridades de la consola de Nintendo nos obliga a centrarnos en este apartado parcialmente. Podremos jugar de varias maneras, con los Joy-con acoplados y sueltos (según gustos), con el Pro Controller, modo portátil y Tabletop, todo un abanico de posibilidades que permiten adaptar nuestro tiempo de juego a nuestra vida diaria. Pero vayamos por partes.
Los Joy-con son un tremendo elemento y parte fundamental de esta consola, pero lo cierto es que su tamaño puede condicionar a algunas personas y juegos en la que generamos cierta fuerza en los stick por las condiciones jugables. No nos engañemos, jugar con los Joy-con es tremendamente cómodo para ciertas personas, pero puede resultar algo incómodo para otras, lo que quiere decir que es una sensación que es bastante subjetiva. La alternativa ya la conocemos: Controller Pro; aunque como alternativa recomendamos jugar con los Joy-con sueltos.
En cuanto al modo portátil no podemos más que expresar nuestra más sincera satisfacción al jugar al título. El inconveniente de los problemas con los sticks sigue existiendo, pero el mayor tamaño que proporciona la pantalla de Nintendo Switch hace que resulte mucho más cómodo y compacto.
Finalmente, y para acabar con los más importante en Nintendo Switch, nos referiremos a como rinde el juego en la consola. Ciertamente, nos hemos quedado algo decepcionados por este asunto. Parece que Psyonix ha sido incapaz después de tantos meses en que se anunció el título, de sacar un rendimiento óptimo al juego en la consola híbrida.
No encontramos con un juego sencillo, que luce y rinde bien en todas las versiones ya existentes, y que ha tenido que ser recortado en esta versión, seguramente, para que funciones fluidamente. La resolución del modo sobremesa aguanta más o menos el tipo 1280x720 (720p), pero la resolución en el modo portátil baja hasta límites alarmantes 1024x576 (576p) para un juego de esta calibre debido a la resolución dinámica, que adapta esta al rendimiento del juego en cada momento. En todo caso, la desarrolladora ya trabaja en una actualización que mejoraría este aspecto.
La versión de Nintendo Switch ya hemos dicho que es prácticamente las mismas salvo por la posibilidad de jugarla de distintos modos y los “problemas” de resolución, pero también lo es por cierto contenido incluido que gustará a los seguidores de la compañía japonesa.
Tendremos varios coches basados en personajes de Nintendo como son el skin de Super Mario y Luigi con sonidos de la factoría Nintendo y que variarán dependiendo si nos encontramos en el equipo azul o rojo. También tendremos un coche basado en Metroid, aunque a diferencia de los skins de Mario y Luigi, tendremos que esperar para desbloquearlo.
Otra de las “novedades” que encontramos en Rocket League, pero que comparte con las demás versiones del juego, a excepción de PlayStation 4, es el juego cruzado entre plataformas. Mediante este sistema, jugadores de PC, Xbox One y Nintendo Switch podrán verse las caras en los partidos sin hacer distinción por plataforma.
Irremediablemente, tenemos que hablar del rendimiento del juego con respecto a la conexión online. Siempre debemos tener en cuenta cuando hablamos de este tipo de aspectos, que cada lugar lugar y cada conexión son distintas, por lo que a un usuario le puede funcionar muy bien pero a otro le puede dar fallo.
En este sentido, y teniendo una conexión bastante mala, Rocket League funciona perfectamente tanto en modo portátil como en sobremesa. El primer caso, debemos tener en cuenta que la tarjeta de red de Nintendo Switch y aún así nos ha permitido jugar sin ningún tipo de problemas. En cuanto a jugar en sobremesa, hemos probado el juego mediante una conexión con cable y sigue rindiendo a las mil maravillas. Nada que objetar en este sentido.
Jugar a Rocket League en Nintendo Switch es una buena experiencia para los seguidores, y una buena alternativa para poder seguir jugando en cualquier lado. El problema de esto radica en que necesitamos una conexión en línea si queremos jugar a las partidas online con nuestros amigos, lo que reduce la funcionalidad de un juego que sólo dispone de partidos con “bots” como modo para un jugador. Requiere, por tanto, que cuando salgamos de casa con la consola y tengamos intención de jugar, tendremos que buscar un lugar con conexión a internet. En todo caso, la “bifuncionalidad” de la consola nos puede servir, además, para jugar cómodamente en nuestra casa, dispongamos o no de monitor para jugar.
En cuanto al juego, las resolución dinámica que provoca un aspecto gráfico peor, y que los añadidos no son demasiado llamativos como recomendar esta versión por contenido. Pero a pesar de todo, sigue siendo el mismo juego, igual de divertido y adictivo que en otras plataformas, con juego cruzado y con la posibilidad, como ya hemos dicho, de jugarlo como queramos y cuando queremos. Sin duda, una gran inversión tanto si eres seguidor como si tan sólo tienes curiosidad para probarlo.