Es obvio desde hace un par de años que el mundo se está empeñando en ir hacia atrás en lugar de abrazar el progreso que se ha logrado a lo largo de las últimas décadas. Ciertos países, como puede ser el caso de Rusia, están más dedicados a sembrar la discordia que la cordialidad, y eso aparentemente se extiende también hasta la industria del anime. ¿Cómo? Pues habiendo bloqueado la que se trata de la web más grande en todo el mundo relativo a la industria del anime: MyAnimeList.
El equipo de AnimeHunch ha recogido cómo el Roskomnadzor, esencialmente el Servicio Federal de Supervisión de las Telecomunicaciones, Tecnologías de la Información y Medios de Comunicación, ha bloqueado MyAnimeList en todo el territorio de Rusia. Los hechos son los siguientes:
Lo cierto es que no sorprende esta conducta en un país en el que hace un par de años se firmó la abolición de los derechos de las personas transgénero, y que a lo largo de la última década y media ha visto la implementación de una serie de leyes que pretendían limitar la exposición de las ideas LGBTIQ+. Pero eso no quita que sea una verdadera pena que la comunidad de anime sea afectada por ello.
Si lo que Rusia quiere es una industria del anime que no promueva nunca las ideas LGBTIQ+, se trata simplemente de algo que no va ocurrir nunca. Animes como "One Piece" o "Jojo's Bizarre Adventure" nunca han tenido miedo de utilizar personajes Queer, con toda clase de libertad en lo relativo a géneros y sexualidad. Un claro ejemplo de esto es Bon Clay, que de hecho es a su vez una figura que siempre fue de enorme popularidad en la obra de Eiichiro Oda.
De la misma forma, toda exploración creativa de lo personal acaba otcando inevitablemente elementos de sexualidad y género. En estos casos siempre me gusta destacar una obra como "Blue Period", que si bien su anime contó con una producción bastante mediocre, logró captar la esencia de sus personajes. La exploración del arte a través de estos, de la inconformidad con sus egos es simplemente de lo más brillante que se puede encontrar en este sector.
Es triste que muchas partes del mundo se rijan todavía por ideales que no permiten explorar todas las posibilidades del ser humano. Uno no debe necesariamente pertenecer al colectivo LGBTIQ+ para entender que en términos creativos abre las puertas a muchas historias y figuras distintas. Rechazar algo tan sumamente natural para el ser humano es rechazar el potencial creativo del anime, y en eso Rusia se acabará quedando mayormente sola.
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