No hace falta saber demasiado sobre la cultura japonesa para ser consciente de que la vida de los mangakas es realmente dura. Unos plazos de entrega constantes y muy rígidos, trabajar hasta altas horas de la madrugada, dormir poco, etc. Me cuesta creer que en Occidente se pudiese aguantar un ritmo así, y por eso me sorprende tanto ver a artistas japoneses que se meten de cabeza en varios proyectos a la vez. Y el autor de One Punch Man es un ejemplo de ello.
TOMOHIRO, más conocido en todo el mundo por el pseudónimo de ONE, es un mangaka que se hizo conocido en todo el mundo gracias a dos obras excelentes: One Punch Man y Mob Psycho 100. Ambas series cuentan siguen en activo e incluso cuentan con adaptaciones animadas, pero este autor quiere más.
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