"Made in Abyss" es tremendamente desagradable, y lo digo en el mejor sentido de la expresión. Después de una primera temporada y una película era de pensar que uno ya estaba mentalizado para las cosas que proponía la obra de Akihito Tsukushi, pero no. Ni de cerca. Y sí, ha sido el episodio 8 de la segunda temporada del anime el que me ha recordado que "Made in Abyss" siempre puede ir un pasito más allá a la hora de retorcerte el estómago. Literalmente es la cosa más visceral a todos los niveles que uno pueda imaginar.
Por si hay dudas, estoy hablando de lo siguiente:
Tampoco quiero que parezca que soy alguien que disfruta con el dolor ajeno (de verdad). Creo, por eso, que lo que debo decir es que me fascina la crueldad de todos y cada uno de los instantes cruciales de "Made in Abyss". En una era del anime en la que estamos acostumbrados a todo salga bien por lo general, en "Made in Abyss" nunca hay una felicidad completa. Siempre hay una cruz que pesa más que la cara, lo que da a escenarios que son simplemente magnéticos por lo absurdamente radicales y terroríficos que llegan a ser. Es espeluznante poder idear estos momentos sin ser un anime que vive de muertes (como tantos hay), solo para expresar lo desesperanzador de su universo.
Por cierto, en caso de que alguno no se haya enterado de por dónde ver la segunda temporada de "Made in Abyss", recordaré que Selecta Visión la está emitiendo a través de su simulcast completamente gratis, A.K.A: por la cara. Podéis echarle un ojo aquí mismo de hecho.
El inmenso sistema de cuevas conocido como Abismo es el único lugar que queda por explorar en un mundo en el que se ha explorado hasta el último rincón. En sus profundidades habitan extrañas criaturas y yacen valiosas reliquias que los seres humanos actuales no son capaces de fabricar. Los misterios del Abismo fascinan a la humanidad y la empujan a la aventura. Aquellos que lo desafían han llegado a ser conocidos como exploradores.
En Made in Abyss, Riko es una joven huérfana que vive en la ciudad de Orth al borde del Abismo y sueña con convertirse en una gran exploradora como su madre y desentrañar los misterios del sistema de cuevas. Pero su verdadera aventura da comienzo el día que mientras explora el Abismo conoce a un niño robot con amnesia…
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