Cualquier marca, hasta la más prestigiosa, se termina desgastando con el tiempo y el uso. El caso de Stephen King no es distinto. Considerado como uno de los padres del terror moderno, King ha pasado en pocos años de ser un recurso oxidado para los estudios de Hollywood, a erigirse como el comodín de cabecera para cualquier interesado en llevar el género a la gran pantalla. El efecto que ha tenido "It" sobre su imagen y reputación es innegable, pero las consecuencias también lo son. El criterio para decidir qué obras se adaptan ha ido relajándose hasta toparnos con una película como "Cementerio de animales".
Considerada como una de sus novelas más notables, el relato publicado en 1983 no es precisamente el adalid de la originalidad en una bibliografía con joyas creativas de todo tipo. Algo que en 1989 ya sufrió Mary Lambert con la primera adaptación, y que Kevin Kölsch y Dennis Widmyer vuelven a sufrir en este nuevo intento. Los directores de cintas del género como "Mamá 2" o "Holidays" no logran quitarse de encima el aire de slasher que arrastran de sus orígenes. No, el sello de King no es suficiente para convertir a una película en buena por sí misma, y ese es el principal error de Paramount.
"Cementerio de animales" es una historia que necesita un enfoque interesante, o al menos una vena autoral con cierta idiosincrasia, para no quedarse en la mediocridad. Nada de eso está presente en esta versión, que ni logra solventar los problemas de la primera adaptación, ni propone nada que no se haya visto ya en alguno de los otros quince estrenos de terror que llegan cada año a la gran pantalla. Y eso no sería un problema si no apareciese el nombre del escritor por todas partes como reclamo comercial. Las comparaciones así son obligadas, y claro, Widmyer y Kölsch no salen bien parados.
Si uno llega a esta película sin conocer nada de la novela o de la primera adaptación, lo que se puede encontrar es una historia decente que cumple con su cometido. Si entras en alguno de los dos grupos restantes, prepárate para tener que hacer no pocas concesiones. La primera empezando por la historia. Y es que si bien Matt Greenberg cuenta con la ayuda del propio King a la hora de confeccionar el guion, su aproximación al relato original no termina de ser el más acertado. "Cementerio de animales" se parece más a lo que salió de la mente del escritor hace tres décadas de lo que se asemejó en los años 80, pero sigue sin entender el porqué del éxito del libro.
Sí, nos topamos de nuevo con la misma premisa, y sí, esta vez no hay cambios extraños de reparto como le sucedió a Lambert, pero el relato no termina de ser un boceto de la experiencia de terror de King. Louis Creed (Jason Clarke) y su mujer Racher (Amy Seimetz) se mudan con sus dos hijos de Boston a un pequeño poblado boscoso de Maine. La idea del padre es alejarse del ruido de la ciudad para poder disfrutar de su familia sin tener que estar atado a sus antiguos y duros horarios como doctor. Y en un principio lo consigue.
Ellie, está emocionada de tener tanto espacio para jugar, y su hermano pequeño Gage se ha adaptado bien al cambio. Pero algo comienza a fallar. La familia pronto descubre que en su propiedad cuentan con un misterioso cementerio de animales al que acude todo el pueblo para deshacerse de sus mascotas. A ello se le suma la cercanía de la casa a una peligrosa autovía por la que pasan camiones a alta velocidad, y la presencia de Jud Crandall (John Lithgow), un misterioso vecino de presencia afable, pero comportamiento errático. Todo ello crea un contexto que termina por explotar cuando la desdicha cae sobre la familia.
No hay ninguna sorpresa argumental, y en términos generales la historia funciona correctamente. Pero se queda en eso. El reparto, acertado pero sin llegar a brillar, deposita todo su peso sobre el personaje de Jeté Laurence con bastante acierto especialmente en el segundo tercio de la película. ¿Es suficiente para salvar el conjunto? "Cementerio de animales" no llega a caer en ningún momento en el terror barato, ni siquiera en los jump scares tan propios de las producciones menores, pero nada en la mediocridad de una historia repleta de tropos. Lo que nos lleva a predecir durante los 100 minutos de metraje todo lo que va a suceder antes de que ocurra. Y ese es el peor enemigo del terror.
La ausencia de criaturas paranormales, o de figuras claras sobre las que descargar el miedo, obligan a diluir la tensión en forma de suspense. Sin embargo los directores no terminan de crear el contexto adecuado para mantener la tensión, y la irregularidad en el ritmo de los primeros compases terminan lastrando toda la película. Para muestra un botón; Una de las escenas más perturbadoras de la novela original suscitó más risas que terror entre los espectadores al pase. Súmmum del clásico error de aproximación en la propia concepción de la adaptación.
"Cementerio de animales" no es en último término una mala película. Proporciona entretenimiento más que sobrado para todos aquellos fans del género que esperan con ganas los platos fuertes del año. Ahora bien, se queda lejos, muy lejos, de hacer honor a una de las obras más desconcertantes y ambiguas de King. La falta de pasión que emana desde la dirección tiñe al conjunto de una parsimonia que se traduce en una digestión sencilla de lo que debería haber sido un vértigo hermano de "Hereditary".
CONTENIDO RELACIONADO
Se aclara la imagen más viral de '28 años después'
'Kraven the Hunter' es lo más esperado, pero no el mejor estreno de cine de la semana
'Dune 2' sí que ha sido nominada a Mejor película y Mejor Banda Sonora
¿Tiene la última película del universo de villanos de Spider-Man escena post-créditos?
Las películas que debes volver a ver antes de ir al cine para 'Kraven, The Hunter'
Greta Gerwig rodará 'Las crónicas de Narnia' a lo largo de 2025, con un estreno fijado de cara a finales de 2026