¿Os acordáis vagamente de alguna de las primeras veces que fuisteis al cine? Yo no se exactamente cuando fue la primera vez, pero sí que tengo algún que otro recuerdo. Quizá el más significativo es el que guardo de ir a ver "Master and Commander". De la película en sí no me acuerdo mucho, ni siquiera si me gustó, pues tendría unos 8 años, pero de lo que sí que me acuerdo es de dos cosas: La primera, los ronquidos de mi padre, que efectivamente se sobó con la película, y la segunda, la sensación de haber viajado, por un momento, hacia otro lugar.
Y esta sensación la he tenido con "Dune", porque la película de Denis Villenueve es inmersiva, y ha conseguido una experiencia que es la ideal a la que aspira el cine, teletransportarte. La película rezuma Arrakis por todos los lados gracias a su espectacular cinematografía. Es un viaje contemplativo hacia la obra de Frank Herbert en todos los sentidos. No solo acierta a la hora de que, como espectador, pisemos el desierto de Arrakis, sino que además consigue hablar de todos los temas principales de la novela con gran acierto, como lo hacen las buenas adaptaciones.
Habréis leído por todos lados que "Dune" tiene que ser vista en cines sí o sí, y es completamente cierto, básicamente por eso. Porque la mezcla de la fotografía, la puesta en escena y no tanta la banda sonora, que también, sino la edición sonido, invita a todo el mundo a vivir esta espectacular experiencia cinematográfica en la pantalla más grande que puedas encontrar, pues acabarás con los zapatos llenos de arena de Arrakis. Desde el minuto, "Dune" más que una inmersión es zambullido al universo, con unos actores que respiran el mismo universo que su director, y con la sensación de que Denis Villeneuve ha conseguido lo inimaginable: convertir "Dune" en una experiencia cinematográfica alucinante.
Y es que el director canadiense no solo sale airoso de este gran reto, sino que además se consolida como uno de los grandes autores del momento. Lo tiene todo muy claro, lo que quiere contar y cómo hacerlo, con una grandilocuencia propia de quien controla el medio a su antojo. Y cuidado, "Dune" no va a gustar a todo el mundo. Va a pasar un poco como con "Blade Runner 2049", pues todo el mundo no va a comprar el ticket a Arrakis, pero si entras en el juego de "Dune" te aseguro que no te vas a arrepentir.
Timothy Chalamet es un Paul Atreides espectacular, con ese carisma que le caracteriza, ese baile que pide el personaje entre la dureza y la inocencia, y está brutalmente acompañado por actores como Oscar Isaac, Rebecca Ferguson o Jason Momoa que bailan al son de lo que les pide Villeneuve para completar esta experiencia a todos los niveles.
El mayor fallo que le veo a "Dune" es que es una primera parte muy al uso. Es una historia incompleta, es la primera parte de una historia que se antoja casi infinita, porque el universo de Arrakis así lo permite. Es por ello que no he podido evitar quedarme con cara de tonto al final, porque de verdad, si me llegan a decir que la parte 2 ya está preparada y que la puedo ver a continuación, habría ido un momentito al baño y me la hubiera visto del tirón, y estamos hablando de una película de 2 horas y 35 minutos de duración, casi nada.
En definitiva, no creo que "Dune" sea esa película que va a marcar a una generación como algunos adelantaban. No creo que sea el nuevo "Señor de los Anillos". Simplemente pienso que "Dune" representa lo mejor que puede dar el cine, es una experiencia impagable y que hace justicia a las salas en medio de su pelea contra las plataformas. "Dune" es cine puro y duro.
No creo que "Dune" sea esa película que va a marcar a una generación como algunos adelantaban. No creo que sea el nuevo "Señor de los Anillos". Simplemente pienso que "Dune" representa lo mejor que puede dar el cine, es una experiencia impagable y que hace justicia a las salas en medio de su pelea contra las plataformas. "Dune" es cine puro y duro.
Una experiencia impagable
El reparto está espectacular
Denis Villeneuve se consolida como uno de los autores de nuestro tiempo