El cine de acción está tomando la delantera en Netflix. Películas entretenidas y con una trama algo trabajada, sin llegar a ser tediosa, para hacer un buen poso de películas originales para la plataforma. En esta línea se han estrenado últimamente muchas películas en Netflix. Cintas como "Tyler Rake" o "La Vieja Guardia", que han conseguido ser auténticos éxitos en la plataforma, definiendo unos personajes potentes que incluso podrían volver en un futuro, como la película protagonizada por Chris Hemsworth, que ya se ha confirmado que tendrá una secuela.
Con estos antecedentes llega "Proyecto Power", una película que sigue esta línea de acción y entretenimiento, pero que añade un elemento extra, los superpoderes. En las calles de Nueva Orleans empieza a aparecer una extraña droga que otorga superpoderes a las personas que las consumen, pero solo por 5 minutos. Esta sustancia está revolucionando la ciudad, pues mucha gente lo está utilizando para hacer mal. Pero no solo los delincuentes la usan. Un policía que quiere limpiar su ciudad tiene un acuerdo con una joven camello para utilizar las píldoras, y un exsoldado tratará de escalar en la cadena de mando del negocio para recuperar algo perdido. ¿Estaría a la altura "Proyecto Power" de lo que ha ofrecido Netflix en los últimos meses?
No todo es blanco o negro
A priori, "Proyecto Power" puede parecer una película cliché que tan solo quiere mostrar grandes escenas de acción gracias a los superpoderes y a los efectos especiales. Sin embargo, los personajes están bien elegidos. Joseph Gordon-Levitt es un policía que cree que el fin justifica los medios, y que se puede hacer cualquier cosa con el fin de conseguir salvar a alguien o en beneficio de la película. Esto es un personaje tipo del cine de policías que se ha visto mil veces (quién no recuerda "Training Day") pero el añadido de las pastillas y los superpoderes no deja de ser interesante. ¿Está bien algo sobrenatural como un superpoder por un fin que tu crees justo? No deja de ser una alegoría de las armas y de que los policías puedan sacar una pistola en todo momento ante cualquier amenaza.
Por otra parte, Robin, el personaje interpretado por Dominique Fishback, también es un claro-oscuro clarísimo. Es una dealer que está en las calles pasando pastillas con una gran historia detrás. Todo lo hace para ayudar a su madre, que tiene una grave enfermedad que la tiene postrada en una cama. Al principio parece una pandillera que ha renunciado a ser joven para conseguir dinero, pero luego está claro que solo es una chiquilla que busca ayudar a su madre y que tiene como sueño ser una estrella del rap. Este personaje da que pensar, sobre todas esas personas que están en la calle porque no tienen otra salida.
Luego, por último, está el personaje de Art, interpretado por Jamie Foxx, que quizá es el más simplón de todos, pero que gracias a Foxx se hace bastante disfrutable. Un ex soldado que vuelve a la ciudad para acabar con la red criminal que se ha montado en torno a la pastilla 'power'. Son unos buenos personajes, y están bien planteados. El problema es que no se desarrollan nada. Literalmente, este planteamiento más que acertado dura en pantalla la primera media hora y luego hay momentos en los que se puede indagar más en estas cuestiones morales, pero se sustituyen por momentos 'humorísticos' que tampoco es que funcionen demasiado.
Esto es una verdadera pena, porque la actitud que hemos comentado antes da pie a muchas situaciones potentes, como una discusión entre el personaje de Joseph Gordon-Levitt y su superior en el que valoran si un superpoder puede ser usado para hacer el bien a pesar de que no esté garantizado que no vaya a haber secuelas, o en el caso de Robin, si al tener tan claro que se tiene que buscar la vida, no sería mejor renunciar ser un adolescente: estudios y una vida normal, e intentar centrarse en su sueño de ser rapera ahora que es joven. Muchos momentos interesantes que son sacrificados en pro de lo que al final es el único propósito de la película: entretener.
Un mensaje a medias
Y esto es una verdadera pena, de verdad, porque la película se nota que tiene intención de ser algo más que dos horas de puñetazos. Obviamente, la alegoría con las drogas es bastante clara, y en este sentido, "Proyecto Power" también presenta un escenario bastante debatible: ¿De verdad merece la pena entregar tu vida a una sustancia por tan solo 5 minutos de esplendor? Y es que, las pastillas 'power' solo otorgan poderes durante 5 minutos, pero no se sabe lo que va a salir de tu interior ni que vaya a funcionar. Al final, con todos los temas que se podían haber tocado, como hemos visto en el apartado de arriba, Henry Joost y Ariel Schulman se quedan con el más trillado del mundo sobre las drogas: que no las necesitas para ser tu mismo y que no merecen la pena por las consecuencias que acarrean.
Proyecto Power se queda a medias y lo sacrifica todo por el entretenimiento
Todo sacrificado por asegurarse ser una película entretenida que funcione en el formato Netflix. Es una pena porque pasará al olvido por no atreverse en indagar en los escenarios que plantean. Si nos referimos al objetivo principal de "Proyecto Power" pues sí, hay escenas de acción interesantes y los poderes que se muestran quedan bien en pantalla, pero eso tampoco es que tenga mucho mérito en una película de presupuesto medio de Netflix. Deja con la sensación de que ha renunciado a ser algo más. De los villanos no hablaremos porque para qué.
Conclusión
"Project Power" plantea un universo interesante con personajes profundos que planteas situaciones que invitan al debate. Sin embargo, la película sacrifica su buena primera hora en pro del entretenimiento y de la acción, que tampoco es nada del otro mundo. Una pena porque tenía buenos mimbres para ser una buena película sobre el mundo de las drogas y los claro-oscuros que existen en él, pero se queda como una película entretenida que pasará a engordad el catálogo de Netflix sin pena ni gloria.
"Project Power" plantea un universo interesante con personajes profundos que planteas situaciones que invitan al debate. Sin embargo, la película sacrifica su buena primera hora en pro del entretenimiento y de la acción, que tampoco es nada del otro mundo. Una pena porque tenía buenos mimbres para ser una buena película sobre el mundo de las drogas y los claro-oscuros que existen en él, pero se queda como una película entretenida que pasará a engordad el catálogo de Netflix sin pena ni gloria.
Una premisa interesante
El trío actoral está bien
Se queda a medias
No profundiza en nada
La acción no destaca sobre lo que ya se haya visto