Cuando supe que Dune iba a ser adaptada una vez más a la gran pantalla no pude evitar elevar una ceja y fruncir el ceño. No solamente hablamos de una de las novelas más importantes e influyentes de toda la historia de la literatura de ciencia ficción, sino también una increíblemente complicada de trasladar al lenguaje cinematográfico. Sin embargo, cuando se desveló que Denis Villeneuve iba a ser el encargado de echarse el proyecto a la espalda algunas de esas dudas se fueron disipando.
Entonces llegó por fin el día del estreno de la película y todos pudimos respirar tranquilos. No solamente el filme capturaba a la perfección la complejidad del universo creado por Frank Herbert, sino que lograba elevarlo a una nueva dimensión. Con la ayuda de un elenco estelar, Dune confirmó lo que para entonces todo el mundo sabía: estamos ante uno de los cineastas más prolíficos de esta generación.
Una adaptación perfecta
Si trasladar el mundo de Herbert al cine resulta una odisea en sí misma, contar la segunda mitad de la novela lo es todavía más. La película comienza exactamente donde se quedó la primera y continúa la historia de Paul Atreides (Timothée Chalamet). No puedo ni quiero contaros ningún spoiler, pero sí os puedo decir que es una adaptación conservadora que no se va demasiado del texto de Herbert.
Eso sí, los que disfrutaron leyendo la novela verán que el equipo de guionistas se tomó algunas licencias e introdujo algunos cambios que en mi opinión le sientan como un guante. Uno de los personajes que más se ha beneficiado de esta nueva perspectiva ha sido Chani, interpretado por Zendaya, que en el filme adquiere mucho más protagonismo y un desarrollo de personaje más interesante.
Dune fue una novela rompedora en su momento, una que prácticamente inventó la ciencia ficción espacial y de la que George Lucas tomó notas (se copió) para crear gran parte de su Galaxia Muy Muy Lejana. Pero no hay que olvidar que se trata de una novela publicada en 1965 y, aunque ha envejecido como el buen vino, es inevitable que el paso del tiempo le haya dejado cierto regusto amargo.
Dune: Parte 2 toma todo lo bueno de la novela (que es mucho) y toca dos o tres cositas para acercarla al público actual. ¿Quiero decir con esto que deja de lado la parte mística y la intriga política tan característica de la novela? En absoluto. De hecho, creo que esta segunda parte ahonda más profundamente en estos aspectos y lo hace de forma magistral, sin abrumar al espectador en ningún momento.
'Dune: Parte 2' es una película que hay que vivir en una sala de cine
Si hablamos del apartado técnico, Dune: Parte 2 es probablemente la película más espectacular visualmente que yo haya visto en mi vida. Una experiencia que sin duda debe ser vivida en la oscuridad de una sala de cine. Si a la magistral fotografía de Greig Fraser le añades la impoluta banda sonora de Hans Zimmer, el cóctel resultante es una delicia para las retinas y los oídos que es difícilmente explicable con palabras. Si viste la primera parte y alucinaste con la composición de los planos, esta segunda parte sigue esa misma tónica e incluso la supera.
La trama de Dune está repleta de personajes interesantes, pero si hay uno que se coloca en el punto de mira de todo el mundo en esta secuela, ese es Feyd-Rautha Harkonnen, interpretado por Austin Butler. Si tengo que ponerle algún pero a la película, tal vez siendo muy quisquilloso, es que creo que podrían haberlo aprovechado más. No me malentendáis, Butler nos regala una de sus mejores actuaciones, pero creo que han decidido limarle detalles y restarle profundidad a Rautha para hacer brillar todavía más a Paul.
Una epopeya de casi 3 horas que se me hizo corta
Abordemos ahora uno de los puntos más polémicos de la película: su duración. Dune: Parte 2 dura 2 horas y 46 minutazos. Sinceramente estoy harto de que hoy en día sea imposible ir al cine a ver una película que dure menos de 2 horas. Sin embargo, películas largas ha habido siempre y nunca nadie se ha quejado de ello. ¿Por qué? Porque si está justificado, la duración puede ser tan extensa como al director le plazca. El problema lo encontramos cuando un filme que debería durara hora y media termina alargándose 1 hora más innecesariamente.
Este no es el caso, de hecho creo que son las casi 3 horas más rápidas que yo haya pasado en una sala de cine. La trama está repleta de acción trepidante desde prácticamente el primer minuto y el ritmo es soberbio. En ningún momento se me hizo larga e, incluso, al terminar uno se pregunta cómo es posible que hayan logrado comprimir todo lo que querían contar en menos de 3 horas. Así que no, por mi parte la duración de Dune: Parte 2 es perfecta. Eso sí, asegúrate de ir al servicio antes de entrar a la sala de cine.
Dune: Parte Dos es una masterclass de cine de Villeneuve
Y es que para aquellos que realmente quieran saber mi opinión más sincera de Dune: Parte 2 os lo explico de forma muy sencilla: Dune: Parte 2 es lo mismo que la primera parte pero mucho más y mejor en todo. Una película sobresaliente que se va directa a lo más alto del currículum de Villeneuve y que creo que marcará un antes y un después en la historia del género.
No son pocos los que comparan Dune: Parte 2 con El Señor de los Anillos: Las Dos Torres, y, si bien lógicamente son dos películas muy diferentes, lo suscribo totalmente. Es una película monumental, en todo el espectro del significado de la palabra. Es el filme que los amantes de la ciencia ficción estábamos esperando y uno que sentará un precedente en la industria. En mi opinión estamos ante el evento cinematográfico del año y, si me apuras, ante una de las películas más redondas de la última década.
Dune: Parte 2 no solo logra estar a la altura de su predecesora, sino que la supera en todos sus apartados. Denis Villeneuve ha creado una de las adaptaciones más redondas de la historia del cine, trasladando de forma magistral la novela de Frank Herbert al lenguaje cinematográfico. Un hito que será estudiado por cineastas en el futuro y que marcará un precedente en la industria.
La mejor película de Denis Villeneuve
Más y mejor que la primera parte
Un apartado técnico impecable
Cada plano es digno de ser enmarcado
Echo en falta algo más de profundidad en el personaje de Feyd-Rautha
Tan solo un loco al que los videojuegos le han puesto los pelos como escarpias más veces de las que puede contar. Protegí a Ellie en The Last of Us, recorrí Arcadia Bay acompañando a Max y llegué a ser el mejor (el mejor que habrá jamás) junto a mi Vaporeon.