Millones de niños de todo el mundo hemos crecido con los clásicos animados de Disney, películas de dibujos animados que han inspirado a muchas generaciones. Hoy en día, todavía siguen siendo de esas películas que atraen a familias enteras a los cines, con casos exitosos como 'Frozen II' o 'Moana 2'. Sin embargo, tenemos que reconocer que la película que lo comenzó todo es la culpable de que Disney se haya convertido en la empresa que es hoy en día: una cinta fundamental en la historia de la compañía, la más antigua de todas. Hablo de 'Blancanieves y los siete enanitos'.
Como muchos de vosotros ya sabréis, 'Blancanieves y los siete enanitos' se estrenó en 1937, por lo que cada vez estamos más cerca de su centenario. Desde entonces, expertos en cine consideran esta película animada todo un hito: "es la piedra angular porque todo lo que siguió, todos los largometrajes animados, las producciones live-action, los parques temáticos... Todo lo que hizo Disney después, se basa en esa película", revela el historiador de cine Brian Sibley en el documental 'La Primera Película de Disney: Cómo se hizo Blancanieves y los siete enanitos'.
Y razón no le falta a este experto: Disneyland, sin ir más lejos, está inspirado en algunas de sus zonas en el mundo de Blancanieves; una de sus primeras atracciones es la de este personaje y otras películas, como 'La bella durmiente', intentaron repetir el éxito de aquel primer clásico animado.
La producción de 'Blancanieves y los siete enanitos' se prolongó algo más de 4 años y requirió la presencia de más de 300 artistas. Inspirada en el cuento de hadas de los hermanos Grimm, se trata de "la aventura más osada de la industria en una época en la que parecía absurdo hacer un largometraje animado", revela Michael Giacchino, compositor de clásicos como 'Ratatouille' o 'Los Increíbles'.
Aunque hoy sea considerada un éxito, antes de su estreno, en Hollywood creían que 'Blancanieves y los siete enanitos' sería un fracaso: el público solo aguantaba cortometrajes animados de 6 o 7 minutos: una hora y media parecía demasiado. He aquí la razón por la que los primeros clásicos Disney apenas duraban 70 minutos.
Finalmente quedó demostrado que Walt Disney tenía razón: una película animada completa como 'Blancanieves y los siete enanitos' iba a tener éxito. El público más familiar deseaba ver una película como esta, que trataba temas universales y que contaba con guiños humorísticos perfectos para los más pequeños de la casa. Una historia emocionante, con corazón y mucho sentimiento.
Corazón y sentimiento es precisamente lo que faltaba en el remake live-action de 'Blancanieves'. Una película fallida a la que le ha pesado más la polémica por las declaraciones de Rachel Zegler sobre el genocidio en Gaza; o el fichaje de la israelí Gal Gadot.
Los live-action funcionan cuando se adaptan a los nuevos tiempos, como sucede con 'Lilo y Stitch', pero no si intentas replicar un clásico con 8 décadas de historia, transformando algunos elementos con el objetivo de hacer más independiente a su protagonista. Ya no hay interés por ver a Blancanieves en carne y hueso; el interés radica en disfrutar de nuevas historias.
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