¡Menudo hombre! Esto es lo que muchos piensan al ver a Dwayne Johnson, y es que este actor no solo es querido por sus míticos papeles en películas como San Andreas o la saga Fast & Furious; siempre ha sido un deportista nato, y envidia de muchos culturistas que quieren ponerse a su nivel, pero el esfuerzo es tal que se quedan por el camino. The Rock, como me gusta más llamarlo, es el ejemplo de que a base de constancia logras un cuerpo 10 (al menos, defines músculos que no sabías que existían), pero no siempre ha sido ese tío duro y fuerte que veremos a partir de hoy en Jungle Cruise...
No hay muchas fotografías sobre Dwayne Johnson de pequeño, pero hemos encontrado algunas en el baúl que es Google y nos hemos quedado impactados. Quizás su cuerpo, evidentemente, no fuera el mismo, pero su rostro es igual: nada ha cambiado, ni su sonrisa, ni sus ojos... Bueno sí, su pelo.
Fue con constancia y tesón cuando comenzó a modelar su cuerpo tal y como él quería; y es que hace más de una década Dwayne Johnson no estaba tan fuerte como el vinagre como lo está ahora, para qué mentir. Sí, tenía unos enormes brazos con los que partir sandías, pero su figura era algo más esbelta. Ahora, en cambio, estamos ante un hombre corpulento, que se ve venir de lejos, y con mil y un músculos en cada parte de su torso, brazos y piernas.
Vamos, que en su época como luchador del 'wrestling' estaba lo suficientemente fuerte como para vencer a sus adversarios, pero no tan marcado muscularmente hablando como en la actualidad. Y tenía pelo. Y en la frente su vena se marcaba algo menos que ahora.
Y llegamos al 29 de julio de 2021, un día antes de que podamos ver Jungle Cruise en los cines de todo el mundo (o casi), y os dejo cinco razones por las que ver lo nuevo de Disney Plus, aunque mi amigo y compañero Álvaro os ayudará más con su crítica:
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