Cuando parecía que Saw estaba muerta y enterrada, llega Saw X y nos regala la mejor entrega de la franquicia hasta la fecha, con permiso de la película original. Como ya hiciera Scream hace unos pocos años, ha bastado con regresar a los orígenes y bucear en lo que define a Saw tal y cómo es. Uso de la violencia, mucho gore y una historia más compleja de lo que parece en un primer momento.
Sin embargo, el cine sigue siendo cine, por lo que por mucha sangre y vísceras que aparezcan, no deja de ser una simulación para causarnos auténticas pesadillas. El problema es que Saw X tiene una escena tan sorprendente y realista, que tuvo que entrar en juego la policía.
Kevin Greutert, director de Saw X, ha hablado largo y tendido con NME acerca del estreno de la película. Ha sido en este medio dónde ha confesado una curiosa anécdota que terminó con la visita de la Policía al lugar dónde se estaba montando Saw X para comprobar que una escena era ficción, y no realidad. Me refiero a la trampa del vacío ocular:
El cineasta revela que la Policía, cuando entendió que todo se trataba del montaje de Saw X, empezó a reír: "seguro que es una actuación realista, mucho. Es una historia bastante divertida... Además, Steve es un tipo tan agradable, que me imagino la cara que puso cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo".
Quizás sea un gancho publicitario más, uno bastante antiguo, por cierto, porque ya hubo polémica con el rodaje de Holocausto Caníbal en 1980 por asegurar que algunas escenas eran más propias de una snuff movie que de un filme convencional. Eso sí, es innegable que si ves Saw X en el cine, te toparás con una experiencia terrorífica, muy bien rodada y con secuencias que te dejarán con la mandíbula desencajada.
Saw X es secuela directa de la primera entrega de la saga, aquella mítica película dirigida por James Wan, y por fin podemos decir que la franquicia recupera el nivel que todos los fans esperábamos de ella.
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