Si naciste entre 1980 y 2000, seguramente recuerdas ese momento mágico: encender el ordenador, meter un CD-ROM y ver cómo Microsoft Encarta abría un universo de conocimiento con videos, mapas interactivos, audios y miles de artículos que antes solo existían en voluminosas enciclopedias de papel. Encarta no fue solo software, fue toda una revolución que cambió para siempre cómo los estudiantes accedían al conocimiento. Hasta que llegó Wikipedia y la mandó directamente al cementerio tecnológico.
La historia de Encarta comenzó con un rechazo histórico. A finales de los años 80, Bill Gates intentó asociarse con Encyclopædia Britannica para crear una enciclopedia digital. La respuesta fue un rotundo NO: Britannica no veía por qué iban a ayudar a crear un producto que les robaría ventas de su enciclopedia física, que costaba entre 1.500 y 2.200 dólares. Ese "no" fue el error que les costó liderar la revolución digital del conocimiento. Microsoft se alió con la menos prestigiosa Funk & Wagnalls y lanzó el "Project Gandalf", que se convirtió en la primera Encarta en 1993.
La primera Encarta para Windows 3.x incluía 25.000 artículos, 7.000 fotos, 30 videos, 80 animaciones, 9 horas de audio y 427 mapas interactivos. Era revolucionario, pero Microsoft calculó mal el precio: 400 dólares era demasiado caro. Rápidamente lo bajaron a 99 dólares y el éxito fue inmediato.
En España llegó en marzo de 1997 por 24.900 pesetas (unos 150 euros), respaldada por la editorial Santillana. Microsoft presumía de que un CD-ROM contenía información equivalente a 29 tomos y 1,2 metros de estantería, por cuatro veces menos dinero que una enciclopedia física. ¿Cómo competir con eso? Britannica no pudo: en 1996 se vio obligada a venderse por debajo de su valor contable. Encarta había ganado la primera batalla.
Durante años, Encarta fue sinónimo de enciclopedia digital. En su apogeo, la versión 2008 tenía 62.000 artículos en inglés y 43.000 en español. Parecía imbatible hasta que aparecieron dos palabras que cambiarían todo: Wi y kipedia. Mientras Encarta seguía siendo un producto cerrado y de pago, Wikipedia ofrecía conocimiento gratuito, colaborativo y actualizado en tiempo real.
Los números eran aplastantes: en 2008, cuando Encarta tenía 68.000 artículos en inglés, Wikipedia ya tenía más de 300.000 artículos solo en español. Microsoft intentó reaccionar copiando el modelo colaborativo de Wikipedia, pero con supervisión editorial previa. Los usuarios trabajaban gratis para Microsoft sin garantía de que sus contribuciones se publicaran. No funcionó. El 31 de marzo de 2009, Microsoft tiró la toalla. El epitafio perfecto llegó horas después...
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