Alicent Hightower, el personaje más odiado e incomprendido de La Casa del Dragón

La Casa del Dragón se ha convertido rápidamente en una de las series más vistas de todo el año, además, también es una de las mejores producciones que he visto en mucho tiempo. La trama y los diálogos son geniales, y son acompañados por una puesta en escena y unas interpretaciones sublimes. 

Así, una de las partes más importantes de esta primera temporada son las relaciones de los diferentes miembros de la imponente corte de los Targaryen. Durante los eventos de La Casa del Dragón, el reinado de los poderosos emperadores valyrios es sacudido por una violenta guerra de sucesión. De un lado, los leales a Rhaenyra la apoyan como la nueva reina de Poniente y, por otra parte, el bando de Alicent Hightower respalda el derecho al trono de Aegon II. 

Alicent, una reina incomprendida

Durante los primeros episodios de esta temporada inicial de La Casa del Dragón, una de las relaciones más tiernas es la de la princesa Rhaenyra Targaryen y la hija de la Mano del rey, Alicent Hightower. Estas dos adolescentes se enfrentan a un futuro similar como mujeres en un mundo medieval dominado por hombres. Su principal cometido será el de producir, en primer lugar, un enlace matrimonial ventajoso y, en segundo, herederos para su marido. 

Así, descubrimos que, a pesar de que ambas odian este destino, Alicent y Rhaenyra se enfrentan a él de formas distintas:

• Mientras que Alicent se resigna a su rol como mujer y seduce a Viserys para obtener poder, Rhaenyra se rebela contra sus deberes. ❓
• A pesar de que ambas odian la idea de tener hijos por obligación, la reina consorte nunca es infiel a su marido. ✅
• En cambio, la princesa se salta las reglas, primero al perder su virginidad con Criston Cole y luego, al tener hijos fuera de su matrimonio. ❌
• Así, vemos cómo el resentimiento y el recelo entre ambas crece sin parar. ❗

Rhaenyra, una amiga egoísta

A pesar de que, como a la mayor parte de la audiencia, me cae mejor Rhaenyra, opino que la actitud de Alicent hacia ella es completamente normal. Es decir, el rencor que la reina siente por la princesa rebelde es justificado. En primer lugar, la heredera al trono traiciona su amistad varias veces, mintiéndole sobre lo sucedido con Daemon y Criston. Además, nunca se preocupa por su bienestar, aunque sabe que están en la misma situación, en la cual ambas se enfrentan a un matrimonio sin amor. 

Todo esto se vuelve mucho más desagradable para la reina consorte al ver que la princesa se salta las reglas que han amargado su vida y no recibe ningún castigo. Por último, la gota que colma el vaso es la presión que siente Alicent debido a las palabras de su padre y Larys Strong, quienes no paran de recordarle que Rhaenyra intentará matar a su familia con tal de obtener el trono de hierro.